MASA presenta un ERE para despedir al 20% de sus 300 activos (eldiadelarioja.es)
«Hablar de MASA es hablar de empleo cualificado, de formación continua, de innovación, de valor añadido, de internacionalización y de excelencia en la gestión;hablar de MASA es hablar de crecimiento e inversiones». Así definía hace poco más tres años el entonces presidente riojano, José Ignacio Ceniceros, a Mecanizaciones Aeronáuticas (MASA), empresa ubicada en El Sequero, y que se ha convertido en una víctima más de la el bichito, una esa época en el 2020 de la que yo le hablo que en La Rioja ya se ha llevado por delante 700 vidas e innumerables haciendas.
La crisis sanitaria, que está suponiendo un frenazo sin precedentes a nivel global en el sector del tras*porte aéreo de pasajeros, con un desplome en el número de operaciones que se estima en cerca del 70%, está teniendo graves consecuencias en el sector aeronáutico, de las que no ha podido escapar MASA.
La compañía, que se sitúa entre las 10 empresas riojanas que más facturan -112 millones en 2019-, ha presentado un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que afecta a 63 empleados del grupo, que incluye a la matriz, a Premasa Formatos Aeronauticos y TPA (Tratamiento y Procesos Finales Aeronáuticos), que reúnen a unos 300 trabajadores, de tal manera que los despidos propuestos afectarían a un 20% de la plantilla.
El comité de empresa y la dirección de la firma, que tiene a Airbus como principal cliente, ya han comenzado a negociar los términos de las salidas, aunque la discreción, por ambas partes, está marcando todo el proceso.
Una trayectoria de éxito. Nacida en 1983 como una empresa auxiliar de la industria aeronáutica, en 1999 crea TPA, una planta especializada en la realización de trabajos de terminación de piezas mediante procesos de tratamientos superficiales y pinturas; y Premasa en 2015. Así pues, la firma de El Sequero está especializada en la fabricación de piezas metálicas terminadas y equipadas para la industria aeroespacial.
En 2014, Airbus, principal fabricante de aeronaves del mundo, concedió a MASA el galardón The Best Improver 2014 por ser la empresa que más había mejorado su desempeño de entre todos sus proveedores estratégicos. Su entonces presidente, Pedro Revuelta, estimó que la facturación de la compañía había alcanzado en dicho ejercicio los 70 millones de euros, duplicando la cuantía ingresada tres años antes, con un nivel de exportación que superaba el 80% de toda su producción.
En noviembre de 2017, la compañía riojana recibía el Space Best Improvement Award 2017, concedido por Space, la asociación sin ánimo de lucro que reúne a los principales actores europeos de la industria aeronáutica civil. En concreto, la asociación reconocía la gestión de Premasa, mientras la firma esperaba superar una facturación de 100 millones. Estaba entonces construyendo una nueva planta de 3.000 metros cuadrados con tecnología muy avanzada con la vista puesta en la apertura de nuevos mercados internacionales. En 2018, la gestora española Proa Capital realiza la última inversión de su segundo fondo de capital privado, tomando una posición mayoritaria en el accionariado de la firma por una cantidad cercana a los 100 millones de euros.
MASA, que cuenta en Agoncillo con una nave industrial de más de 9.500 metros cuadrados para fabricar piezas por control numérico y otra de 5.000 metros cuadrados en las que termina su puesta a punto, ha logrado duplicar en una década su número de trabajadores. Al inicio de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, se involucró en el proyecto impulsado por el área UR-Maker para la fabricación de máscaras protectoras destinadas al personal sanitario y tan solo hace ocho meses Airbusvolvió a reconocer su trabajo.
«Hablar de MASA es hablar de empleo cualificado, de formación continua, de innovación, de valor añadido, de internacionalización y de excelencia en la gestión;hablar de MASA es hablar de crecimiento e inversiones». Así definía hace poco más tres años el entonces presidente riojano, José Ignacio Ceniceros, a Mecanizaciones Aeronáuticas (MASA), empresa ubicada en El Sequero, y que se ha convertido en una víctima más de la el bichito, una esa época en el 2020 de la que yo le hablo que en La Rioja ya se ha llevado por delante 700 vidas e innumerables haciendas.
La crisis sanitaria, que está suponiendo un frenazo sin precedentes a nivel global en el sector del tras*porte aéreo de pasajeros, con un desplome en el número de operaciones que se estima en cerca del 70%, está teniendo graves consecuencias en el sector aeronáutico, de las que no ha podido escapar MASA.
La compañía, que se sitúa entre las 10 empresas riojanas que más facturan -112 millones en 2019-, ha presentado un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que afecta a 63 empleados del grupo, que incluye a la matriz, a Premasa Formatos Aeronauticos y TPA (Tratamiento y Procesos Finales Aeronáuticos), que reúnen a unos 300 trabajadores, de tal manera que los despidos propuestos afectarían a un 20% de la plantilla.
El comité de empresa y la dirección de la firma, que tiene a Airbus como principal cliente, ya han comenzado a negociar los términos de las salidas, aunque la discreción, por ambas partes, está marcando todo el proceso.
Una trayectoria de éxito. Nacida en 1983 como una empresa auxiliar de la industria aeronáutica, en 1999 crea TPA, una planta especializada en la realización de trabajos de terminación de piezas mediante procesos de tratamientos superficiales y pinturas; y Premasa en 2015. Así pues, la firma de El Sequero está especializada en la fabricación de piezas metálicas terminadas y equipadas para la industria aeroespacial.
En 2014, Airbus, principal fabricante de aeronaves del mundo, concedió a MASA el galardón The Best Improver 2014 por ser la empresa que más había mejorado su desempeño de entre todos sus proveedores estratégicos. Su entonces presidente, Pedro Revuelta, estimó que la facturación de la compañía había alcanzado en dicho ejercicio los 70 millones de euros, duplicando la cuantía ingresada tres años antes, con un nivel de exportación que superaba el 80% de toda su producción.
En noviembre de 2017, la compañía riojana recibía el Space Best Improvement Award 2017, concedido por Space, la asociación sin ánimo de lucro que reúne a los principales actores europeos de la industria aeronáutica civil. En concreto, la asociación reconocía la gestión de Premasa, mientras la firma esperaba superar una facturación de 100 millones. Estaba entonces construyendo una nueva planta de 3.000 metros cuadrados con tecnología muy avanzada con la vista puesta en la apertura de nuevos mercados internacionales. En 2018, la gestora española Proa Capital realiza la última inversión de su segundo fondo de capital privado, tomando una posición mayoritaria en el accionariado de la firma por una cantidad cercana a los 100 millones de euros.
MASA, que cuenta en Agoncillo con una nave industrial de más de 9.500 metros cuadrados para fabricar piezas por control numérico y otra de 5.000 metros cuadrados en las que termina su puesta a punto, ha logrado duplicar en una década su número de trabajadores. Al inicio de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, se involucró en el proyecto impulsado por el área UR-Maker para la fabricación de máscaras protectoras destinadas al personal sanitario y tan solo hace ocho meses Airbusvolvió a reconocer su trabajo.
