pepeleches
Será en Octubre
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Exactamente. Hay que aniadir que sería imposible quitar el beneficio a una empresa y que a largo plazo no quiebre pues en casi todas parte de ese beneficio es acumulado como caja para posibles inversiones futuras o para fases de decrecimiento.
Las empresas públicas desde un punto de vista técnico también extraerían una plusvalía de los ciudadanos, pues cuando entran en pérdidas se salvan a cuenta de los presupuestos del Estado, es decir, una plusvalía inversa que debido al poder monopolístico del Estado en materia de impuestos no tiene competencia de ningún tipo para intentar mejorar su servicio, pues tiene financiación garantizada.
Algunas empresas que cobran servicios (tipo Correos) puede ser evidente que pierden, y que lo pagamos todos. Otras no tanto, porque sus servicios no son tarifados.
Pero lo peor no es eso, ni es la falta de incentivo, ni siquiera los intereses políticos (que es para lo que realmente sirven, y otro de los cánceres). Lo peor, como tan maravillosamente bien explica Antxo Bastos, es la falta de cálculo económico. En el momento en que se rompe la formación de precios y la oferta y la demanda, el producto o servicio que se ofrece no corresponde con lo que la gente demanda. Con lo cual, incluso una empresa pública aparentemente exitosa (con las cuentas no destrozadas...) puede estar destruyendo riqueza.
Lo cual ni siquiera va a pasar, porque lo más probable es que pierda dinero. Pero es que en el momento en que no está sujeta a mercado, es imposible saber si existe demanda real de lo que ofrece, o el precio real al que habría demanda de ese producto.