EL MESÍAS HA LLEGADO.
El calendario cambiará en breve.
Las fechas se empezarán a contar desde el día que nació
Elon Musk
Kill Gates pasará a la historia como la reencarnación de Belcebú.
En las religiones abrahámicas, el Mesías es el salvador o liberador de un grupo de personas o de la humanidad en general.
A lo largo de la historia existieron muchas personas a las que se les consideró Mesías, pero generalmente, se entiende que este título en particular se asigna al enviado escogido por Dios, que traerá la paz a la humanidad instaurando el Reino de Dios.
En el Islam, Jesús (en árabe, عيسى, romanizado: Isa) se considera que fue un profeta y el Mesías enviado a los israelitas, que regresará a la Tierra en la fin de los tiempos junto con el Mahdi, y derrotará a al-Masih ad-Dajjal, el falso Mesías.
El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla
por qué los seres humanos parecemos abocados a repetir constantemente los mismos errores sin ser capaces de aprender de ellos.
“Dicen que la historia se repite, lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan”
-Camille Sée-
Si observamos la historia de los pueblos y la propia humanidad, encontramos errores que se repiten de forma constante.
Guerras, crisis económicas provocadas por gobernantes orates, tiranos y genocidas que nadie sabe como han podido llegar al poder.
Tropezando en la misma piedra una y otra vez
Los humanos y los animales tenemos la tendencia a repetir comportamientos felices. Nos provocan felicidad porque están programados, porque así lo determina nuestra biología cuya finalidad es que sobrevivamos el tiempo suficiente para que nuestras crías lleguen a edad reproductiva, es decir asegurarse de que llegan los nietos.
Pero también existe la pulsión de la fin, lo que hace que los humanos repitamos inconscientemente conductas que nos llevan al dolor, al fracaso, a la frustración e incluso a recrear neurosis de la infancia.
la repetición de neurosis infantiles nos provoca un “goce” que nos lleva a repetir conductas que en realidad son dolorosas. Estas emociones fuertes que no se anclan en la conciencia se aíslan en el subconsciente esperando la mejor ocasión para salir.
“Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”
-Aldous Huxley-