Cirujano de hierro
Será en Octubre
La gran vuelta francesa regresa al País Vasco tres décadas después. Ahora el seguimiento del ciclismo no es igual que antes. Ni tampoco hay referentes nacionales como Miguel Induráin.
El Tour de Francia comienza en el País Vasco tres décadas después. Es un hecho que la popularidad del ciclismo en España ha decrecido en ese tiempo. Quizá haya influido la aparición de otras distracciones más allá de la televisión en las sobremesas veraniegas. Y que el país se encuentra huérfano de referentes de la bicicleta. Perico Delgado estaba en el epílogo de su carrera en 1992 (único precedente de inicio en Euskadi) tras ganar la gran vuelta francesa cuatro años antes, mientras que Miguel Induráin consiguió el segundo de sus cinco éxitos seguidos en París.
"Alguna etapa veré, aunque ahora no estoy muy puesto en el ciclismo porque no lo sigo con mucha asiduidad". El que habla en El Confidencial es Ángel Arroyo, subcampeón del Tour en 1983, y el culpable de que los españoles se queden sin siesta en verano desde hace 40 años. TVE no había programado la retransmisión de esa edición hasta que el abulense dio la sorpresa y estaba cerca del triunfo. Y no les quedó más remedio que emitir las últimas etapas. No sólo es una leyenda del ciclismo español, sino, también, un símbolo de la desconexión con la bicicleta del espectador patrio.
Los responsables de esos mediodías pegados al televisor el año pasado fueron Jonas Vingegaard y Tadej Pogačar. Aunque el esloveno era el favorito, ambos protagonizaron un inesperado duelo sin cuartel que sedujo a todos los aficionados. "Pogačar pecó de valiente el año pasado; quedó muy bonito, pero si quieres ganar", afirmó Induráin, pentacampeón en Francia, en Relevo.
La reedición del duelo del año pasado
Vingegaard y Pogačar son los favoritos de nuevo, más aún al conocerse la ausencia de Primoz Roglic. No obstante, al margen de estos corredores hay otros preparados por si su nivel no fuera el esperado. En las quinielas aparecen varios nombres propios: Richard Carapaz, Jai Hindley y David Gaudu.
Esta edición del Tour estará marcada de nuevo por la ausencia de referentes españoles, aunque serán 14 los corredores nacionales, con Mikel Landa y Enric Mas como los dos más destacados. La tendencia ha sido a la baja en este siglo, pero en 2023 serán más que en 2022, cuando hubo sólo nueve de España. Unas cifras muy lejanas a los 30 de 1992.
"Está claro que no va a ganar ningún español. El ciclismo son épocas y los buenos corredores tardan en salir. Ganar una carrera es muy difícil", sostiene Arroyo. Juanpe López correrá en el Tour en esta ocasión. El año pasado, dio la sorpresa en el Giro de Italia al portar la maglia rosa durante diez etapas. Finalmente, se conformó con la blanca al concluir en décima posición.
30 años de espera
La época de las grandes coberturas radiofónicas del Tour, lideradas por José María García y luego secundadas por José Ramón de la Morena, ya acabaron. El seguimiento del ciclismo no es ni de lejos el mismo que hace 30 años. "Hay muchos aficionados acérrimos, que lo siguen de manera constante, pero es cierto que una mayoría se han desvinculado".
La primera etapa del Tour de 1992 empezó en San Sebastián, pero en esta ocasión se iniciará en Bilbao. "Eso es bueno para la ciudad, porque es un evento de mucha categoría y seguro que se mueve mucho dinero". Tres décadas han sido una espera demasiada larga para el regreso a Euskadi de una de las mejores competiciones ciclistas.
Esta vuelta a Euskadi coincide con la petición que han iniciado los sindicatos de la Ertzaintza para conseguir una subida salarial lineal. Las movilizaciones y las protestas, que han comenzado en los últimos días, podrían afectar al tras*curso del Tour de Francia por Bilbao.
Bingen Zupiria, portavoz y consejero de Cultura y Política del Gobierno Vasco, no se ha mostrado partidario de esta subida porque "están administrando recursos que corresponden a toda la ciudadanía". Asimismo, ha afirmado que algunos ertzaintzas han utilizado "tonos demasiado duros" para defender sus "legítimas reivindicaciones laborales".
El Tour, Euskadi y la pérdida de popularidad: "Muchos aficionados se han desvinculado"
El Tour de Francia comienza en el País Vasco tres décadas después. Es un hecho que la popularidad del ciclismo en España ha decrecido en ese tiempo. Quizá haya influido la aparición de otras distracciones más allá de la televisión en las sobremesas veraniegas. Y que el país se encuentra huérfano de referentes de la bicicleta. Perico Delgado estaba en el epílogo de su carrera en 1992 (único precedente de inicio en Euskadi) tras ganar la gran vuelta francesa cuatro años antes, mientras que Miguel Induráin consiguió el segundo de sus cinco éxitos seguidos en París.
"Alguna etapa veré, aunque ahora no estoy muy puesto en el ciclismo porque no lo sigo con mucha asiduidad". El que habla en El Confidencial es Ángel Arroyo, subcampeón del Tour en 1983, y el culpable de que los españoles se queden sin siesta en verano desde hace 40 años. TVE no había programado la retransmisión de esa edición hasta que el abulense dio la sorpresa y estaba cerca del triunfo. Y no les quedó más remedio que emitir las últimas etapas. No sólo es una leyenda del ciclismo español, sino, también, un símbolo de la desconexión con la bicicleta del espectador patrio.
Los responsables de esos mediodías pegados al televisor el año pasado fueron Jonas Vingegaard y Tadej Pogačar. Aunque el esloveno era el favorito, ambos protagonizaron un inesperado duelo sin cuartel que sedujo a todos los aficionados. "Pogačar pecó de valiente el año pasado; quedó muy bonito, pero si quieres ganar", afirmó Induráin, pentacampeón en Francia, en Relevo.
La reedición del duelo del año pasado
Vingegaard y Pogačar son los favoritos de nuevo, más aún al conocerse la ausencia de Primoz Roglic. No obstante, al margen de estos corredores hay otros preparados por si su nivel no fuera el esperado. En las quinielas aparecen varios nombres propios: Richard Carapaz, Jai Hindley y David Gaudu.
Esta edición del Tour estará marcada de nuevo por la ausencia de referentes españoles, aunque serán 14 los corredores nacionales, con Mikel Landa y Enric Mas como los dos más destacados. La tendencia ha sido a la baja en este siglo, pero en 2023 serán más que en 2022, cuando hubo sólo nueve de España. Unas cifras muy lejanas a los 30 de 1992.
"Está claro que no va a ganar ningún español. El ciclismo son épocas y los buenos corredores tardan en salir. Ganar una carrera es muy difícil", sostiene Arroyo. Juanpe López correrá en el Tour en esta ocasión. El año pasado, dio la sorpresa en el Giro de Italia al portar la maglia rosa durante diez etapas. Finalmente, se conformó con la blanca al concluir en décima posición.
30 años de espera
La época de las grandes coberturas radiofónicas del Tour, lideradas por José María García y luego secundadas por José Ramón de la Morena, ya acabaron. El seguimiento del ciclismo no es ni de lejos el mismo que hace 30 años. "Hay muchos aficionados acérrimos, que lo siguen de manera constante, pero es cierto que una mayoría se han desvinculado".
La primera etapa del Tour de 1992 empezó en San Sebastián, pero en esta ocasión se iniciará en Bilbao. "Eso es bueno para la ciudad, porque es un evento de mucha categoría y seguro que se mueve mucho dinero". Tres décadas han sido una espera demasiada larga para el regreso a Euskadi de una de las mejores competiciones ciclistas.
Esta vuelta a Euskadi coincide con la petición que han iniciado los sindicatos de la Ertzaintza para conseguir una subida salarial lineal. Las movilizaciones y las protestas, que han comenzado en los últimos días, podrían afectar al tras*curso del Tour de Francia por Bilbao.
Bingen Zupiria, portavoz y consejero de Cultura y Política del Gobierno Vasco, no se ha mostrado partidario de esta subida porque "están administrando recursos que corresponden a toda la ciudadanía". Asimismo, ha afirmado que algunos ertzaintzas han utilizado "tonos demasiado duros" para defender sus "legítimas reivindicaciones laborales".
El Tour, Euskadi y la pérdida de popularidad: "Muchos aficionados se han desvinculado"