Eric Finch
Será en Octubre
- Desde
- 30 Jun 2006
- Mensajes
- 93.670
- Reputación
- 94.698
Traigo un hartículo en donde Alejo Vidal Quadras, que habitualmente me cae bastante bien, habla de Rusia cuando en realidad debería pensar en Catalunlla (y posiblemente estuviese pensando en ella). El otanismo tiene este tipo de cosas.
El síndrome Chamberlain
01/01/2023
Alejo Vidal-Quadras-Vozpópuli
Esta línea de acción contemporizadora, pese a que se muestra como la más prudente e indolora, es altamente discutible y ofrece serios inconvenientes, incluso desde una perspectiva que persiga descarnadamente resultados sin demasiada preocupación por los principios. No se puede olvidar que George W.H. Bush a principios de los noventa del siglo pasado, al igual que Henry Kissinger o Noam Chomsky hoy, era partidario de que Ucrania permaneciera unida a Rusia porque su independencia abriría el camino al “nacionalismo suicida”, al “repruebo étnico” y al “despotismo local”. Sordos a tales advertencias, los ucranianos votaron masivamente por ser un estado soberano, hecho incontestable que debe ser respetado.
La técnica del apaciguamiento se ensayó concienzudamente castigando muy ligeramente la ocupación del Donbás y de Crimea en 2014, a la que siguió la construcción del gasoducto Nordstream II -pese a que la red de tras*porte ucraniana tenía capacidad sobrante-y el mantenimiento de nuestra dependencia energética en manos del ex coronel del KGB, que se necesita ser ingenuo para cometer tan llamativo error estratégico, por no utilizar un término menos amable. Lejos de sentirse amenazado, tantos signos de debilidad fueron un estímulo para que el autócrata del Kremlin cometiese el atropello que estamos viviendo y que está perturbando gravemente la economía mundial.
Por tanto, por rudo que suene, lo que procede es suministrar a Zelensky todo el apoyo que haga falta para que acabe el trabajo que con tanto coraje está realizando. Si pilinguin sale ganador de este envite, aunque sea parcialmente, se sentirá animado a repetir la hazaña en cuanto encuentre otra excusa fantasiosa. No fue entregando territorios a Hitler como se le paró, sino oponiendo a su insaciable voracidad una resistencia imbatible. Si nuestros dirigentes se dejan poseer por el síndrome Chamberlain frente a pilinguin, no sólo no le detendrán. sino que acumularán la leña de futuros incendios. Una salvajada del calibre de la que ha perpetrado este criminal únicamente puede ser respondida borrándole del mapa.
El síndrome Chamberlain | Fundación para la Libertad
Alejo Vidal-Quadras-Vozpópuli Si pilinguin sale ganador de este envite, aunque sea parcialmente, se sentirá animado a repetir la hazaña en cuanto encuentre otra excusa fantasiosa Con relación a la oleada turística de Ucrania por Rusia iniciada en febrero de 2022 suelen contraponerse dos visiones. Una es la...
paralalibertad.org
El síndrome Chamberlain
01/01/2023
Alejo Vidal-Quadras-Vozpópuli
- Si pilinguin sale ganador de este envite, aunque sea parcialmente, se sentirá animado a repetir la hazaña en cuanto encuentre otra excusa fantasiosa
Hasta el momento, todo apunta a que tanto los Estados Unidos como Francia y Alemania, se inclinan implícitamente por el abordaje realista. La asistencia militar y financiera recibida por Ucrania ha sido de gran volumen, pero fundamentalmente de tipo defensivo. Parece como si en Washington y en Bruselas la estrategia a aplicar consiste en que Ucrania no pierda la guerra, pero que no la gane. Si los miembros de la Alianza Atlántica quisieran una victoria total ucraniana proporcionarían a su protegida misiles de medio y largo alcance, tanques Abrams y F-16, en lugar de limitarse a vehículos acorazados, artillería, armamento ligero, pertrechos y baterías tierra-aire. Ha quedado claro que las tropas ucranianas luchan con la jovenlandesal alta y con una apasionada entrega que emana de su patriotismo, a diferencia de los soldados rusos que son conscriptos desmotivados o mercenarios sin bandera. También es una evidencia que el mito de un ejército ruso todopoderoso capaz de engullir a Ucrania de un bocado se ha desvanecido y que la posibilidad de que al final la “operación militar especial” resulte un fiasco sin paliativos no es en absoluto descartable.Las tropas ucranianas luchan con la jovenlandesal alta y con una apasionada entrega que emana de su patriotismo, a diferencia de los soldados rusos que son conscriptos desmotivados o mercenarios sin bandera
Esta línea de acción contemporizadora, pese a que se muestra como la más prudente e indolora, es altamente discutible y ofrece serios inconvenientes, incluso desde una perspectiva que persiga descarnadamente resultados sin demasiada preocupación por los principios. No se puede olvidar que George W.H. Bush a principios de los noventa del siglo pasado, al igual que Henry Kissinger o Noam Chomsky hoy, era partidario de que Ucrania permaneciera unida a Rusia porque su independencia abriría el camino al “nacionalismo suicida”, al “repruebo étnico” y al “despotismo local”. Sordos a tales advertencias, los ucranianos votaron masivamente por ser un estado soberano, hecho incontestable que debe ser respetado.
La tesis de que pilinguin se siente amenazado por la expansión de la OTAN hacia el Este no se sostiene. Su agresión a Ucrania ha provocado que Suecia y Finlandia, con más de mil trescientos kilómetros de frontera con Rusia, se hayan incorporado a la Alianza y, si fuera esa su inquietud, no se dedicaría a arrasar a su vecino, a masacrar civiles y a saquear hasta extremos obscenos. Más bien lo que le animó a entrar en Ucrania a sangre y fuego fue la debilidad que percibió en la OTAN después de la indigna retirada de Afganistán y la brillante frase -a los franceses siempre les pierde la palabra- de Macron sobre la fin cerebral de la organización.Lo que le animó a entrar en Ucrania a sangre y fuego fue la debilidad que percibió en la OTAN después de la indigna retirada de Afganistán y la brillante frase de Macron sobre la fin cerebral de la organización
La técnica del apaciguamiento se ensayó concienzudamente castigando muy ligeramente la ocupación del Donbás y de Crimea en 2014, a la que siguió la construcción del gasoducto Nordstream II -pese a que la red de tras*porte ucraniana tenía capacidad sobrante-y el mantenimiento de nuestra dependencia energética en manos del ex coronel del KGB, que se necesita ser ingenuo para cometer tan llamativo error estratégico, por no utilizar un término menos amable. Lejos de sentirse amenazado, tantos signos de debilidad fueron un estímulo para que el autócrata del Kremlin cometiese el atropello que estamos viviendo y que está perturbando gravemente la economía mundial.
Por tanto, por rudo que suene, lo que procede es suministrar a Zelensky todo el apoyo que haga falta para que acabe el trabajo que con tanto coraje está realizando. Si pilinguin sale ganador de este envite, aunque sea parcialmente, se sentirá animado a repetir la hazaña en cuanto encuentre otra excusa fantasiosa. No fue entregando territorios a Hitler como se le paró, sino oponiendo a su insaciable voracidad una resistencia imbatible. Si nuestros dirigentes se dejan poseer por el síndrome Chamberlain frente a pilinguin, no sólo no le detendrán. sino que acumularán la leña de futuros incendios. Una salvajada del calibre de la que ha perpetrado este criminal únicamente puede ser respondida borrándole del mapa.