JoséBatallas
Madmaxista
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Pese a todo sigue siendo preferible a comer un shishi.
Los shishis dan ardor de estomago y solo son comidos por gente con alguna tara mental o por la sumisión del hombre hacia la mujer. Ahora la mujer manda sobre el hombre. Ella ordena y él obedece.
Te pongo un ejemplo. Partamos en igualdad de condiciones. shishi limpio y ojo ciego limpio. Noche de fiesta discotequera. Ella y él salen de fiesta que se prolonga hasta altas horas de la madrugada. Una vez en casa ¿qué está más limpio? El shishi o el ojo ciego del hombre?
Indudablemente el ojo ciego.
Los culos no tienden a sudar, o si lo hacen es en menor grado que el shishi. Si ese hombre que salió de casa con el ojo ciego limpio a fondo tras una ducha no ha cometido la aberración de soltar en el baño de la discoteca ese ojo ciego prácticamente estará igual de limpio como antes de salir de casa.
Pero el shishi de la mujer.... los shishis sudan con mucha facilidad. Ni te cuento el shishi de las obesas. Es realmente poco agradable. Bastan unas pocas horas para que ese shishi suelte sudor y otros fluidos internos para que en muy pocas horas ya huela. Y esa mujer no podrá aguantarse toda la noche sin miccionar. El hombre sí que puede aguantar facilmente sin soltar. Así que también tendriamos en la ecuación la orina.
Por tanto un shishi inicialmente limpio tras una noche de fiesta es un pozo fétido y séptico de gérmenes y todo tipo de restos de fluidos malolientes.
Yo recuerdo una vez que me invitó un colega de pilinguis. Probablemente fue una de las experiencias más abyectas de mi vida. La escogimos a través de milanuncios, ahora pasión o algo así. Una asiática en su piso de muy buen ver. Pues bien, ahi fui yo con mi puesto de cocaina y alcohol. Nada más verla ya me di cuenta que no se correspondía con la mujer de las fotografías y que había sido engañado vilmente pero ya daba igual, era tarde y era lo que había. Una vez que entré en su habitación me invadió un olor extremadamente fuerte y apestoso que impregnaba toda la habitación. Lo reconocí al momento. Provenía de su shishi. Pero como dije ya daba igual todo, era tarde y era lo que había. Era mi obligación cumplir como un hombre.
El caso que nos ocupa es que en un momento dado del coito se me ocurrió la fatal idea de introducirle dos dedos en su shishi.... ese fue el fatal error. El tremendo error que no olvidaré nunca.
Una semana.
Así es.
Una semana es el tiempo que me llevó desprenderme del olor en mi dedo corazón e índice de mi mano derecha. Da igual lo que le echase, Si Fairy, lejía o jabón lagarto. Eso no se iba. Y el olor de la mano se trasladaba a mi nariz y de mi nariz al cerebro.
Ese olor no lo olvidaré hasta el día en que me muera. Te lo aseguro.
JAMAS viví un episodio similar con el ojo ciego de un hombre. ¿Qué a veces huelen un poco a cosa cuando me los como? Efectivamente. Pero nada comparable con lo que puede llegar a hacer un shishi sucio. Es otra dimensión. Es terrorífico.
