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En los primeros años de la SGM los prisioneros japoneses eran muy poco frecuentes. Para los militares y civiles japoneses la rendición era una vergüenza superior a la derrota y se esperaba que los derrotados murieran en combate o se suicidaran si caían prisioneros. Los contados prisioneros fueron repudiados por la entera sociedad japonesa (incluidas sus familias) hasta bastantes años después de la SGM. Algunos no volvieron a Japón y otros se hicieron camino en Japón en empresas americanas gracias al inglés (y otros conocimiento) adquiridos en el cautiverio.
Ya se ha hablado aquí del primer prisionero, el submarinista Kazuo Sakamaki. Obstensiblemente ausente de la orla heroica.
Pocas horas después cayó el segundo prisionero. Su historia es mucho más rocambolesca. Era el piloto Shigenori Nishikaichi.
Hay un excelente relato aquí con algunos errores y faltas que me limitaré a complementar.
Nonsei SGM: El Incidente Niihau
La isla de Niihau (la más alejada de las pobladas) es propiedad particular de la misma familia hace más de cien años y difícil de visitar por las limitaciones a las que se comprometió la familia con los antiguos reyes de Hawai.
La isla es extremadamente seca y en las situaciones extremas debe ser abandonada por la corta población (unos doscientos). En 1941 carecía de electricidad, agua corriente o siquiera un muelle.
En el ataque a Pearl Harbor se indicó a los pilotos nipones, que un submarino esperaría en las cercanías de la isla a aviones que no pudieran regresar a los portaaviones. La isla era teóricamente un punto óptimo, pues se suponía casi despoblada, muy llana y con varias lagunas secas que eran excelentes puntos de aterrizaje.
Con los que no contaban los japoneses, es que en los años 20, Billy Mitchell en un viaje de inspección había sugerido que la isla podía ser una base aérea para los japoneses desde donde atacar Pearl Harbor. En los años 30 un discípulo de Mitchell convenció al propietario que (privadamente) creara una cuadricula de profundo surcos que dificultara el aterrizaje de los aviones. La cuadricula existe todavía en parte, y la vegetación (mucho mayor actualmente que en 1941) ha crecido siguiéndola en algunas zonas.
Así que Nishikaichi no encontró sitio adecuado para el aterrizaje forzoso.
Dentro de las incertezas del caso, se supone que Nishikaichi voluntariamente se dirigió a Niihau tras atacar el aeródromo de Bellows en Oahu, donde sufrió daños desde tierra (no en combate aéreo). En efecto; los depósitos de un ala (o ambas) fueron perforados y el piloto probablemente estimó que no podría regresar al Hiryu. Eso explica los posteriores intentos de comunicarse por radio (que se indican en el relato) y las luces que algunos observaron en el mar (¿señales del submarino?).
Hay fotos del avión estrellado en bastante buen estado (había varios fotógrafos aficionados en la isla). Las del artículo (y las de internet) son posteriores al incidente con el Zero quemado parcialmente por el piloto.
En cuanto al desenlace, el más probable es el que tiene menos intervención de la mujer. El que el artículo cita como más probable es una versión más reciente y no probada.
Los restos del avión están en un museo en Pearl Harbor, aunque corren peligro pues el propietario de la isla (y de los restos) no está muy de acuerdo con la descripción del incidente en el museo. El problema está en la intervención de Harada. Una asociación de derechos civiles obligó al museo a una descripción descafeinada de su comportamiento pues “ofendía” a la minoría japonesa-americana.
Otro Zero reconstruido esta pintado exactamente como el del incidente.
Por otro lado, en contra de lo que se sostiene en el artículo es improbable que el incidente tuviera influencia en el internamiento de los nipo-americanos. El incidente apenas tras*cendió y precisamente en las Hawái, donde los japoneses (directos o indirectos) eran un tercio de la población no se realizó internamiento (salvo excepciones concretas) como se hizo en masa en el continente.
Ya se ha hablado aquí del primer prisionero, el submarinista Kazuo Sakamaki. Obstensiblemente ausente de la orla heroica.
Pocas horas después cayó el segundo prisionero. Su historia es mucho más rocambolesca. Era el piloto Shigenori Nishikaichi.
Hay un excelente relato aquí con algunos errores y faltas que me limitaré a complementar.
Nonsei SGM: El Incidente Niihau
La isla de Niihau (la más alejada de las pobladas) es propiedad particular de la misma familia hace más de cien años y difícil de visitar por las limitaciones a las que se comprometió la familia con los antiguos reyes de Hawai.
La isla es extremadamente seca y en las situaciones extremas debe ser abandonada por la corta población (unos doscientos). En 1941 carecía de electricidad, agua corriente o siquiera un muelle.
En el ataque a Pearl Harbor se indicó a los pilotos nipones, que un submarino esperaría en las cercanías de la isla a aviones que no pudieran regresar a los portaaviones. La isla era teóricamente un punto óptimo, pues se suponía casi despoblada, muy llana y con varias lagunas secas que eran excelentes puntos de aterrizaje.
Con los que no contaban los japoneses, es que en los años 20, Billy Mitchell en un viaje de inspección había sugerido que la isla podía ser una base aérea para los japoneses desde donde atacar Pearl Harbor. En los años 30 un discípulo de Mitchell convenció al propietario que (privadamente) creara una cuadricula de profundo surcos que dificultara el aterrizaje de los aviones. La cuadricula existe todavía en parte, y la vegetación (mucho mayor actualmente que en 1941) ha crecido siguiéndola en algunas zonas.
Así que Nishikaichi no encontró sitio adecuado para el aterrizaje forzoso.
Dentro de las incertezas del caso, se supone que Nishikaichi voluntariamente se dirigió a Niihau tras atacar el aeródromo de Bellows en Oahu, donde sufrió daños desde tierra (no en combate aéreo). En efecto; los depósitos de un ala (o ambas) fueron perforados y el piloto probablemente estimó que no podría regresar al Hiryu. Eso explica los posteriores intentos de comunicarse por radio (que se indican en el relato) y las luces que algunos observaron en el mar (¿señales del submarino?).
Hay fotos del avión estrellado en bastante buen estado (había varios fotógrafos aficionados en la isla). Las del artículo (y las de internet) son posteriores al incidente con el Zero quemado parcialmente por el piloto.
En cuanto al desenlace, el más probable es el que tiene menos intervención de la mujer. El que el artículo cita como más probable es una versión más reciente y no probada.
Los restos del avión están en un museo en Pearl Harbor, aunque corren peligro pues el propietario de la isla (y de los restos) no está muy de acuerdo con la descripción del incidente en el museo. El problema está en la intervención de Harada. Una asociación de derechos civiles obligó al museo a una descripción descafeinada de su comportamiento pues “ofendía” a la minoría japonesa-americana.
Otro Zero reconstruido esta pintado exactamente como el del incidente.
Por otro lado, en contra de lo que se sostiene en el artículo es improbable que el incidente tuviera influencia en el internamiento de los nipo-americanos. El incidente apenas tras*cendió y precisamente en las Hawái, donde los japoneses (directos o indirectos) eran un tercio de la población no se realizó internamiento (salvo excepciones concretas) como se hizo en masa en el continente.
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