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HumorEl rebeco reaparece triunfalmente 7 años después en shurmanos donde su desviación es aceptada y vitoreada con amplias y efusivas muestras de cariño.
El tío debía manejar pasta por las fotos que ponía. Tener mucho dinero te da seguridad y puedes ser tú mismo, lo que pasa es que a veces ese tú mismo es bastante ridículo.
Hacer el ridículo es un auto-daño colateral perfectamente asumible y asumido, un mal menor que no se tiene inconveniente en contraer cuando uno se embarca en una gran "cruzada" personal llamada a legitimar y a blanquear el vicio y la desviación depravada, la suya y la de aquellos que son de su misma condición, empresa en la que lleva implicado, al parecer, desde bastante antes de tener uso de razón.
Porque la razón del "mensaje" que intenta tras*mitir, pese a que él se muestra reticente a asumir los postulados LGTBI+, en el fondo los suscribe de la cruz a la fecha. Son ellos en realidad los que fundamentan su empoderamiento en Red, y seguramente también en la vida real. Sin ese armazón "teórico" y por supuesto ideológico se sentiria absolutamente desprotegido e inoperante, de hecho esta exposición pública tan global y desvergonzada le hubiera resultado inviable hace unos pocos lustros cuando el movimiento por la "diversidad inclusiva" no estaba tan afianzado en la sociedad española. De manera que aunque pretenda engañarse a sí mismo con dudoso éxito, a juzgar por la frustración que le producen sus contradicciones internas que exhibe con indisimulado atrevimiento, a pesar de eso no engaña a los demás, a excepción de algún que otro criptogay que ha visto en este sujeto una oportunidad de oro y la excusa perfecta para salir del armario.