Todo comenzó en las minas de Astohria del Reino de Kachopo-Dûm que fueron excavadas por los señores Asturianos. El descubrimiento del paguithril sindicalista, un bien mucho más valioso que el propio carbón desató su codicia y los empujo a cavar más y más profundo bajo las Montañas Cabhrales.
Tal era su obsesión por este mineral para pillarse baja vitalicia y paguithril que al profundizar sus excavaciones hacia el oeste despertaron a un Balrog Euskaldorth que se hayaba oculto y dormido en las entrañas del Cuerno Abertxale. Tras años de lucha y la castigo en los túneles de miles de asturianos las minas fueron abandonadas y los últimos descendientes, hijos de Kachopo-Dûm y del Balrog, se dispersaron por la costa entre el Mared Cantabrithrim y francesbor.
Esa es su historia.