El imperio español del siglo XVIII

Oxi89888

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Mucho se dice sobre la España del siglo XVIII, desde declinante hasta servil a los franceses, también se ha dicho mucho sobre que los dos peores reyes de España eran de este periodo de tiempo, Carlos IV y su hijo Fernando VII, aunque generalmente se tiende a omitir que de hecho fue un siglo de renacimiento para España, opacado por la mala propaganda hecha por españoles, tanto de izquierdas como de derechas, en su afán de canibalizar a su propia nación, o por propaganda hecha por historiadores extranjeros, ingleses, franceses, etc., en su linea de emplear la historiografía como un arma política contra civilizaciones rivales, caso del Imperio Español pero también de los Bizantinos y Otomanos.

Empezando por la economía, el siglo XVIII, el siglo del Borbón español, fue una época de reformas a gran escala, inimaginables en las medievalescas cortes de los Austrias menores, se fundaron puertos, fábricas, se liberalizó el comercio con América, se diversificó la economía de los virreinatos de ultramar para no estar centradas en la explotación minera únicamente, dándole un gran impulso a la explotación de plantas exóticas conocidas, y otras por descubrir de mano de las expediciones científicas mandadas al Nuevo Mundo, en intentos de desbaratar el comercio de las especias y te con las Indias orientales.
Los gremios de la España, tan vituperados por el liberalismo peninsular, lograron recuperar la estabilidad necesaria para un buen funcionamiento de la economía local, tras dos siglos de conflictos, aunque necesarios de reformas según la visión de muchos eruditos y economistas ilustrados de la época, recordemos que en esa época los gremios al final del día eran asociaciones que protegían los intereses del pequeño productor especializado por años en su campo frente al naciente poder burgués y a campesinos y otros advenedizos que sin la formación y aprendizaje necesario, se intentaban adentrar en sectores vedados para los profesionales (en cualquier caso ambos fueron reemplazados por el gran burgués que buscaba abolir el gremialismo para su beneficio personal).
La vida del campesinado variaba, desde a perversos vida del campesino manchego y andaluz, sometido a los grandes latifundistas por temporadas, hasta el campesino gallego, asturiano, vasco y leonés muchas veces pequeño propietario.
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(Paseo de las Delicias, de Francisco Bayeu, actualmente en el Museo del Prado)

Se puede decir que la España del siglo XVIII, de mano de los Borbones y su ministros, logró una recuperación económica tal que se reflejó en el flujo de pagapensiones irlandeses, alemanes, italianos y franceses, así como en el crecimiento propio de España.
En el ámbito artístico esta fue la época de Goya y Bayeu, la época del auge de la cerámica de Talavera, la época de la creación de la La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se ornamentaron Madrid y muchas ciudades a lo largo de España y el Nuevo Mundo a gran escala de mano del patrocinio de la monarquía, las élites locales y la Iglesia. Desde el palacio real de Madrid hasta la creación de catedrales en lugares tan remotos como San Agustín, Florida, en una época en la que no existían edificios de tal magnitud fuera del Virreinato Perú y Nueva España.
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Militarmente España siguió una política de expansión bastante tímida, pusilánime y reservada, una mentalidad que le valió perder prestigio frente a británicos y franceses, aunque era una mentalidad propia de un Imperio ya consolidado que tenia más que perder a diferencia del resto de potencias, que eran reinos con posibles territorios para conquistar, España seguía siendo la mayor potencia tras*oceánica de la época y prueba de ello es que Francia tras verse incapaz de hacerse cargo de la Luisiana, se la cedió a España, para el desagrado de los colonos franceses y de los británicos. Cabe decirse que a esta mentalidad perdedora en el campo militar, arrastrada hasta hoy sin motivo alguno pues España ya perdió la casi totalidad de sus provincias originales, se vio muchas veces acompañada por la negativa de los mismos hispanoamericanos y españoles de unirse al ejercito para defender o expandir a su nación, hasta que era demasiado tarde. Fue esta mentalidad tan pasiva en comparación a la agresiva política externa de los Habsburgo y Trastámara, lo que valió la perdida de prestigio de España, aunque se debe recordar que esta mentalidad entre los Habsburgo causó la perdida casi total de la flota de 1588, un desastre de gran escala para el poder de proyección de España en el Atlántico, que quedo a merced de piratas y bucaneros, quedando la defensa de los asentamientos de América y Filipinas a la deriva.

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(El Santísima Trinidad atacado durante la Batalla de Trafalgar)

Pero no hemos de pensar que España era débil, para la época se había logrado construir una flota en condiciones de una guerra a gran escala, España contaba con unos 79 navíos de lineal, frente a los 83 de Francia y 100 de Gran Bretaña (que había visto un gran impulso como potencia por la colonización de la India), entre esos buques destacaba el Santísima Trinidad, el más grande y poderoso de su tiempo y que ponía a la flota española en una condición de superioridad frente al resto. En conjunto con esto, se contaba con unos almirantes, generales, marineros y soldados altamente capacitados, con gran vocación y experimentados: Blas de Lezo, Federico Gravina, Bernardo de Gálvez, Antonio Gutiérrez de Otero, Andrés Reggio, Rafael de Sobremonte, el Duque de Montemar e inclusive, traidores como Bolívar, San Martin y Miranda, que estudiaron en academias militares españolas y en el caso de Miranda, llegó a participar en las campañas militares en las Américas, como la de Bernardo de Gálvez en la Florida ocupada (batalla de Pensacola en 1781).

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(Carga de granaderos españoles y el batallón de la Habana durante la Batalla de Pensacola)

En resumen, la España del siglo XVIII se sitúa como una potencia pujante y con una industria creciente, aunque de la mano del nefasto Carlos IV y su ministro Godoy, sufrió una decadencia, desde dejar de darle mantenimiento a la armada y el ejercito (para el momento de la Batalla de Trafalgar, los buques de lo que era una flota dominante, estaban sin mantenimiento, a los marineros les faltaban uniformes y muchos no habían cobrado en meses), hasta descuidar la vigilancia en ultramar, sin embargo esta crisis causada por dos ineptos al poder en España, no llegó a ser tan nefasta como la de Francia, que a causa del malestar popular, perdida de territorios y la bancarrota del estado, terminó con un rey y su corte en la guillotina.
A lo largo del siglo XVIII se respiró un ambiente bastante optimista, tanto en España como ultramar, los virreinatos de ultramar visitados por Alexander von Humboldt, fueron descritos como sociedades en crecimiento en todos los ámbitos, estando Nueva España a la cabeza del continente en materia de creación artística, investigación científica, etc.

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(Ilustración de Passiflora laurifolia, por parte del sacerdote y científico español José Celestino Mutis y su equipo, durante la expedición botánica en Nueva Granada, una expedición que fracasó en su cometido original, buscar plantas alternativas que desbarataran el monopolio británico del te y clasificar plantas, pues Mutis se guardó toda su investigación y nunca la publicó, aunque legó las mejores ilustraciones de plantas hechas en el campo de la botánica).
Se necesitó de 2 reyes inútiles (de los cuales Carlos IV fue el peor), un afrancesado primer ministro inútil y traidor, y del pérfido genio militar de Napoleón y los británicos en conjunto, para hacer caer al mayor imperio del mundo e incluso con ello, España siguió dando guerra por largo tiempo, pues las genocidas guerras en América de Bolivar, San Martín, O'Higgins, etc., se extendieron por unos 30 años y se cobraron millones de vidas civiles.
 
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¿Se tiende a omitir? En los libros que he leído del periodo todos hablan de la recuperación económica y militar española de los 3 primeros Borbones hasta Carlos III. En general se acepta que el bajón final del imperio fue con las guerras napoleónicas.

Se habla de la recuperación pero se tiende a decir que España dejó de ser la potencia dominante, hablar del Imperio Español como "uno de los más fuertes" cuando era el más fuerte, pues esas valoraciones solo consideran a la España insular y no al Imperio Español como el leviatán capaz de mover grandes ejércitos y recursos en tres continentes que de hecho era. El siglo XVIII es el más subestimado entre la gente que estudia el Imperio Español cuando fue un siglo sublime.
 
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Se habla de la recuperación pero se tiende a decir que España dejó de ser la potencia dominante, hablar del Imperio Español como "uno de los más fuertes" cuando era el más fuerte, pues esas valoraciones solo consideran a la España insular y no al Imperio Español como el leviatán capaz de mover grandes ejércitos y recursos en tres continentes que de hecho era. El siglo XVIII es el más subestimado entre la gente que estudia el Imperio Español cuando fue un siglo sublime.

Más bien no, el más subestimado es el XVII y los Austrias menores.
 
Sobre la expansión militar, no estoy de acuerdo. España ya había conseguido un imperio y su gran mérito fue conservarlo hasta que se devoró a si mismo con las revueltas criollas. La expansión europea en Africa fue muy tardía y lo poco que se colonizó en el siglo XVIII fue la India por parte de ingleses y franceses, en su mayor parte, y la costa este de Estados Unidos. No sé si se nos había perdido algo en la India, la verdad. Lo que sí hizo la corona española fue intentar consolidar sus posiciones al norte del Río Grande, con una pax hispánica con apaches, navajos y comanches.
 
Una vez leí que en la paz de Utrecht no se desmembró el imperio español porque nadie quería que esos enormes territorios acabaran en manos de una potencia más fuerte que España. No sé si será verdad o no. También se suele decir que España se convirtió en una especie de semi-vasallo de Francia, que era quien realmente se aprovechaba económicamente de la existencia del imperio español.
 
La visión negativa del XVIII español es en gran parte un producto de la historiografía de época franquista, interesada en resaltar la época imperial de los Austrias y en presentar el XVIII como una época de declive y el XIX como decadencia. Los gente de izquierdas, siempre amigos de tirar cosa sobre nuestra historia, adoptaron la perspectiva pesimista del XVIII español y la aumentaron.

Pero en realidad, si comparamos a los tres monarcas borbones del siglo XVIII (Felipe V, Carlos III y Carlos IV) con los tres austrias del siglo XVII (Felipe III, Felipe IV y Carlos II), los borbones salen bastante mejor parados. Incluso el menos lustroso de los tres. Al menos los borbones dieciochescos concentraron las energías españolas en lo que importaba, que era defender el territorio de Ultramar y las comunicaciones por el Atlántico, y no en guerras continentales absurdas alejadas de los intereses de España.

Tambien hay que destacar como factor de esta visión negativa, la actitud de los ilustrados franceses, menospreciando al que era el principal y mas vital aliado de Francia en la época de la Ilustración. Manda bemoles que los enciclopedistas franceses despreciaran la aportación de España, cuando la primera enciclopedia fue obra de San Isidoro de Sevilla.

A Carlos IV se le tacha de incompetente, pero le tocó una época muy jodida, con la Revolución Francesa. Y Godoy capeó el temporal como pudo. De todos modos España no habría salido tan mal parada si no fuera por las intrigas de Fernando VII contra su padre y su estultoidad tras la liberación del yugo napoleónico. Pero eso ya es siglo XIX.

Para mi, el mas nocivo de los borbones dieciochescos fue Carlos III, que paradójicamente es visto por la historiografía como el mas brillante. Carlos III es el que reforma la administración de los territorios de Ultramar convirtiéndolas en colonias, siguiendo la tendencia franco-británica de ver las posesiones ultramarinas como factorías a explotar, en vez de como territorios del Reino. Las reformas de Carlos III apartaron de la gobernanza de los territorios de ultramar a los españoles nacidos al otro lado del charco, y los convirieron en españoles de segunda, fomentando su alienación del sentimiento de pertenencia a España.

Además, Carlos III cometió un error apoyando la independencia de EEUU. Por muchas cuentas pendientes que hubiera con Gran Bretaña, no se puede fomentar el independentismo en el continente americano cuando la mayoría de las Américas son territorio tuyo. Carlos III tendría que haber aprovechado que Gran Bretaña estaba ocupada con los rebeldes de las 13 colonias para atacar a Gran Bretaña en conjunción con Francia, y una vez conseguidos los objetivos, haber utilizado a los rebeldes como moneda de cambio para que Gran Bretaña aceptara una paz en nuestros términos a cambio de que les dejáramos machacar a los rebeldes en paz.

Una vez cometida la cagada, Carlos IV al menos tuvo planes de anticiparse a la independencia de lo que había sido convertido en colonias, proyectando emanciparlas como reinos independientes gobernados por familiares. Las turbulencias en Europa fruto de la Revolución Francesa paralizaron el proyecto.

Las Cortes de Cadiz tuvieron la lucidez de aceptar a los españoles de ultramar como españoles de pleno derecho en igualdad a los peninsulares, lo cual hubiera demorado la independencia de las colonias durante algunas generaciones y habría permitido luego establecer una "commonwealth hispana" como hicieron luego los británicos con sus posesiones.

Fernando VII sin embargo, tras ser liberado por Napoleón, se lo cargó todo antes siquiera de pisar Madrid.
 
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Es verdad, en realidad se lo debemos todo a los jovenlandeses y a los aborígenes australianos.

progenitora mia con los baizuos.

España solo se debe a si misma, desde Europa y África vinieron las influencias antiespañolas, no hay diferencia entre un cronista jovenlandés llamando a España una tierra de asnos infieles que a Erasmo de Rotterdam llamando España una tierra de alubio*s y jovenlandeses a la que no visitaría.
España vive en si misma y se proyecta al océano, a las Américas, si alguna vez España debió algo a alguien fue a los romanos pero ese pueblo dejó de existir hace milenios.
 
España una tierra de asnos infieles que a Erasmo de Rotterdam llamando España una tierra de alubio*s y jovenlandeses a la que no visitaría.

Es una cuestión de complejo de inferioridad que tienen algunos. La realidad es que Erasmo pese a ser un genio, era un tipo quemado, un cinico y malasombra.

Ahora bien, no le gustaba España igual que no le gustaban el resto de paises de Europa, era el típico intelectual vanidoso que estaba todo el dia quejándose. La cita completa es esta, el non placet es un topico sacado de contexto.

«España no me seduce [Non placet Hispania]; pues has de saber que el Cardenal de Toledo me llama allá de nuevo. Alemania, con sus estufas y sus caminos infestados de bandidos, no me dice nada tampoco. Aquí, demasiados ladridos y ninguna recompensa: aunque tuviera el mayor deseo de ello, no podría mantenerme aquí demasiado tiempo. En cuanto a Inglaterra, me asustan los motines y me horroriza la servidumbre»

Los españoles estamos dia y nocha llorando por lo que dicen otros de nosotros, parece que a los alemanes e ingleses les importa bastante menos. Luego se arrepintió de marchar a Alemania:

«¿Por qué no me habré dirigido allá, en lugar de haberme marchado a Alemania? ¡He encontrado aquí tales pestes que, si hubiese podido preverlas, antes me habría ido a vivir entre los turcos!»

Era la forma de ser que tenia, era un divo inaguantable y nada mas. Decía muchas boutades de este estilo, como que Europa debería caer en manos de los turcos.
 
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El reinado más sobrevalorado es el de Carlos III, mientras que los más infravalorados son los de Carlos II y Fernando VI. Con Carlos II se asientan las bases para la estabilicación y recuperación de la economía del reino, lográndose una de las mayores deflaciones de la historia. Carlos II no estaba mental y físicamente bien, pero era consciente de ello, y supo rodearse de toda una serie de gestores que provaron su valía, lo cual dió como resultado que durante su reinado se sentaran las bases para la recuperación que se da en el XVIII. En el caso de Fernando VI, se reconstruye la armada, y se sigue una política de neutralidad que beneficia a España, además de acabar temporalmente con las ambiciones italianas (constantes durante el reinado de Felipe V, puesto que la Farnesio estaba obsesionada con darle un trono a cada hijo).
El problema de Carlos III viene por la entrada en la Guerra de los siete años (que no se debía haber entrado, puesto que no ibamos a ganar nada), y por el apoyo a los useños (Aranda supo ver el gran error que fue aquello, una potencia con ansias de comerse buena parte del continente), y por algunas reformas monetarias, encubiertas (bajo el pretexto de la modernización monetaria) además, que supusieron reducir el contenido de metal de la moneda (devaluaciones que se hicieron en completo secreto) en 1771, 1779 y 1786.

 
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El reinado de Fernando VI está tan infravalorado, que la gente normalmente nos olvidamos de que existió.

Fernando VI prohibió la masonería e intentó exterminar a los etnianos. Debería ser uno de los mayores ídolos del Foro.
 
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