Vize
Madmaxista
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¿Dudais de lo que puede hacer el gas ? ...
Simplemente leer sobre la I guerra mundial donde batallones y divisiones fueron borradas del mapa con esas armas .
no dudo de lo que pueda hacer el gas, dudo que sea un método efectivo para la eliminación de personas en campos de concentración , con lo facil que es dejarlos morir de sed como hizo Eisenhower con los millones de soldado alemanes que se rendían.
FÁCIL PARA NOSOTROS: Argumento para rodar una película diferente (e incómoda)
- El mejor resumen que encontrarás sobre el asunto se publicó en la revista Saturday Night de septiembre de 1989, en un fascinante reportaje elaborado por el periodista James Backe con el significativo título de Los campos de la fin de Eisenhower: el último secreto sucio de la Segunda Guerra Mundial. Aquí al lado tienes la portada y al comienzo de este artículo una de las páginas de este trabajo de investigación en el que se ve el campo de Sunzig Remagen. Backe recuerda que los alemanes preferían rendirse a los occidentales que a los soviéticos porque los relatos de las brutalidades (asesinatos, violaciones, saqueos, torturas y demás) que el ejército rojo cometía a medida que progresaba hacia el Oeste asustaban al más aguerrido. Así que en los últimos meses de guerra en Europa franceses, británicos, canadienses y sobre todo norteamericanos consiguieron la fácil rendición de al menos 5,2 millones de soldados germanos. Soldados que en su inmensa mayoría no tenían nada que ver con el partido nancy, sino que habían combatido en la guerra por su país, Alemania. Sin saber qué hacer con ellos, se improvisaron inmensos campos de concentración de prisioneros que apenas eran grandes extensiones al aire libre rodeadas de alambres de púas y vigiladas por los soldados norteamericanos, en donde se amontonaban como podían los soldados alemanes sin tiendas de campaña, sin barracones, sin espacio físico ni para pasear, sin letrinas, sin distribución periódica de comida e incluso de agua y en los que pronto apareció el mayor malo "civil" de la guerra: el tifus.
Mac Namara toma aire, se cerciora de que le escucho con atención y continúa:
- El inmenso problema logístico que se les planteó a los militares aliados, en medio de una tierra devastada por la guerra, con el tras*porte colapsado y los recursos limitados al mínimo les hizo entender en parte el estado en el que ellos mismos se encontraron los propios campos de concentración alemanes. Mira esta foto a la izquierda de uno de los campos estadounidenses, recién constituido. Sin embargo, lo peor de todo no fue esta urgencia, sino que por orden personal de Eisenhower los campos bajo control norteamericano se convirtieron en un auténtico "matadero" de soldados alemanes. Backe recuerda significativas declaraciones de Ike como las que hizo al embajador británico en Washington en el sentido de la necesidad de "exterminar" a los mandos alemanes o a su mujer Marnie a la que dijo textualmente: "Dios, cómo repruebo a los alemanes". Por eso no extraña que Eisenhower se negara a aplicar a los militares germanos los derechos de prisioneros de guerra que les correspondía según la Convención de Ginebra, y más habiendo terminado la guerra, y se inventó una nueva categoría: el estatus DEF, siglas en inglés de Fuerzas Enemigas Desarmadas.
- ¿Quieres decir que Eisenhower creó sus propios gulags en el Occidente de Europa?
- Aún peor. Después de todo las condiciones en los campos rusos eran terribles pero tenían techo y abrigo y se les alimentaba, aunque mal, pero en los campos norteamericanos (ojo, no en los británicos ni en los franceses) los alemanes fueron cuidadosa y milimétricamente pobres, sed y enfermedad. Backe da cifras contundentes sobre las provisiones disponibles y cómo se cursaron instrucciones para no facilitarlas a los prisioneros. Entre otros testimonios, recoge el de dos coroneles del Cuerpo Médico del ejército norteamericano, James Mason y Charles Beasley, que escribieron en un informe publicado en 1950 acerca de "la visión más terrible" con prisioneros literalmente muertos de sed cuando el Rhin bajaba a rebosar, apenas a 150 metros del campo. Otro informe oficial del mismo Cuerpo Médico denunciaba un índice de mortandad 80 veces más alto respecto a lo normal en los campos norteamericanos. Contempla esta brutal imagen de prisioneros alemanes de uno de ellos y dime si se diferencian mucho de las que has visto tantas veces respecto a los KZ en Polonia. La inmensa mayoría de soldados alemanes que lograron sobrevivir a esta bárbara forma de "gestionar la paz" por parte de Eisenhower fueron aquéllos que estaban internados en campos que, para su fortuna, pasaron al control del ejército británico o el francés. Un capitán galo llamado Julien que asumió la dirección del de Dietersheims, hasta entonces organizado por los estadounidenses, publicó un informe dantesco en el que hablaba de un terreno "fangoso" y "habitado por esqueletos vivientes". Julien, que había luchado con los alemanes con el Tercer Regimiento de Tiradores Escogidos Argelinos, comentó que "es exactamente igual a las fotografías de Buchenwald y Dachau".