El diario Le Parisien , el más leído en la capital francesa, dedicó ayer la portada, el editorial y una entrevista de dos páginas a De Villiers. En ella, el exmilitar se mostró preocupado por el rumbo de la nación, que ve sacudida por seis crisis simultáneas: política, sanitaria, de seguridad, económica, financiera y geoestratégica. Por su talante, quizás es la primera la que más de preocupa porque nace de una “crisis de autoridad”.
De Villiers piensa que Francia está en “un punto de inflexión” peligroso y que, históricamente, solo se ha reformado de modo explosivo. “Mi temor es la guerra civil –declaró el exgeneral–. Cuando se decapita a un maestro delante de una escuela o se asesina a tres personas que han ido a rezar a una iglesia, eso me inquieta”.
"Mi temor es la guerra civil. Cuando se decapita a un maestro delante de una escuela o se asesina a tres personas que han ido a rezar a un iglesia, eso me inquieta"
De Villiers, que estuvo destinado en Kosovo y en Afganistán, abandonó el uniforme, de modo abrupto, en julio del 2017, pocos días después de recibir una durísima reprimenda de Emmanuel Macron. El recién elegido presidente no le perdonó que hubiera criticado el recorte en el presupuesto de defensa. De Villiers no soportó la humillación y se fue. Se ha dedicado a la actividad empresarial y ha escrito varios libros.
Miembro de una familia muy conservadora –su hermano Philippe, propietario del gran parque temático Puy du Fou, fue un político cercano a la derecha más nacionalista–, De Villiers asegura que no le atrae la política de partidos ni está haciendo campaña, si bien quiere contribuir al debate nacional y aportar su experiencia. “Es obvio que suscito un cierto número de esperanzas”, confesó, enigmático, a Le Parisien .
Durante la revuelta de los 'chalecos amarillos', se mencionó su nombre como alternativa a Macron en 2022
El temor a una guerra civil puede parecer exagerado, pero París se despertó ayer, de nuevo, con el espectáculo de vehículos calcinados en sus calles y comercios destrozados en los graves disturbios de la víspera. La tentación de colocar a un general en el Elíseo, como figura de orden y antagónica a Macron, no es una simple idea de lunáticos. De Villiers se mantiene visible y no cierra la puerta.
Este mismo año a gropos de chechenos y argelinos no les quedó mas remedio que liarse a tiros y a machetazos
Aquí se ve a jovenlandeses armados hasta los dientes
El exjefe del ejército teme una guerra civil en Francia
¿Puede ser Francia el primer estado fallido por el multiculturalismo?
De Villiers piensa que Francia está en “un punto de inflexión” peligroso y que, históricamente, solo se ha reformado de modo explosivo. “Mi temor es la guerra civil –declaró el exgeneral–. Cuando se decapita a un maestro delante de una escuela o se asesina a tres personas que han ido a rezar a una iglesia, eso me inquieta”.
"Mi temor es la guerra civil. Cuando se decapita a un maestro delante de una escuela o se asesina a tres personas que han ido a rezar a un iglesia, eso me inquieta"
De Villiers, que estuvo destinado en Kosovo y en Afganistán, abandonó el uniforme, de modo abrupto, en julio del 2017, pocos días después de recibir una durísima reprimenda de Emmanuel Macron. El recién elegido presidente no le perdonó que hubiera criticado el recorte en el presupuesto de defensa. De Villiers no soportó la humillación y se fue. Se ha dedicado a la actividad empresarial y ha escrito varios libros.
Miembro de una familia muy conservadora –su hermano Philippe, propietario del gran parque temático Puy du Fou, fue un político cercano a la derecha más nacionalista–, De Villiers asegura que no le atrae la política de partidos ni está haciendo campaña, si bien quiere contribuir al debate nacional y aportar su experiencia. “Es obvio que suscito un cierto número de esperanzas”, confesó, enigmático, a Le Parisien .
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El temor a una guerra civil puede parecer exagerado, pero París se despertó ayer, de nuevo, con el espectáculo de vehículos calcinados en sus calles y comercios destrozados en los graves disturbios de la víspera. La tentación de colocar a un general en el Elíseo, como figura de orden y antagónica a Macron, no es una simple idea de lunáticos. De Villiers se mantiene visible y no cierra la puerta.
Este mismo año a gropos de chechenos y argelinos no les quedó mas remedio que liarse a tiros y a machetazos
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