EL el bichito fue el final de una época....donde la inocencia nos la robaron un 11 S y la llegada a la Luna

Cuando estábamos en la época dura de las restricciones por sesgo de banderillación (octubre 2021 - febrero 2022) lo dije mil y una veces a todos los que preguntaban preocupados porque estaban a punto de ceder ante la enorme presión social: quien resiste, vence.

Esto aplica a todos los ámbitos de la vida, y por eso uno nunca debe rendirse, por muy inalcanzable que parezca la empresa a realizar: torres más grandes han caído. Por eso, sigan difundiendo el bien, sigan apegados a los instintos más nobles y tradicionales del ser humano, no dejen nunca de luchar; y serán recompensados no sólo aquí sino también en el Reino de los Cielos.
 
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Suscribo punto por punto tu mensaje.

De todas las cosas que más me han estropeado en esa época en el 2020 de la que yo le hablo, más que las mentiras, los estúpidos aplausos a las 20h00 mientras todo el personal sanitario hacía un tiktok más elaborado que el anterior, los horarios escalonados según la edad pero libres para los perros, el tener que instalarse una aplicación para mantenerte dentro de un 1 km, que la misma ciencia nos vendiera la moto que este bichito se comportaba diferente a los demás y que respetaba horarios y que se metían, que nos pusieran mascarilla en verano y después cada vez que salías a la calle estando a 100 metros de la persona más cercana... son tantas las cosas absurdas y que atentaban al sentido común, no de cualquier despierto, sino de cualquier ser que se considere pensante y ver que NADIE pero ABSOLUTAMENTE NADIE le ha importado ser partícipe de toda esta tormenta de cosa y, aún más, se han sentido fuertes para señalar y atacar a quien le parecía disidente, que para mí se ha vuelto TOTALMENTE IMPOSIBLE confiar en otro ser humano jamás.

Es más, hoy por hoy ni creo en la gente, ni en la Justicia, ni en el Gobierno, ni en los médicos ni en nada que tenga que ver con tratar con otra persona.

Lo que he visto ha sido algo que me ha cambiado profundamente la forma en la que tenía de ver a la gente. Pensaba que entre toda la morralla que existe en el día a día, alguna persona valdría la pena y pensaría por sí mismo ante lo que estaba pasando.

Pues no. Decepción profunda es lo que he sacado de esta esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Es un profundo abismo el que tengo dentro y que me hace imposible empatizar o amar a alguien.

Es imposible olvidar todo lo que se dijo, se hizo y se consintió en nombre de sentirse superiores a sus iguales, porque por todas partes les decían que eran buenas personas si hacían lo que les decían.

Para mí es una pesadilla de la que nunca podré escapar.
Subscribo tu subscripción. Todo en mi línea. Muy bien expresado.
Mi caída y decepción empezó mucho antes. En 2004. 11-M. El día del atentado rabia y furor por los asesinatos que suponía de ETA en un desesperado y fianal salida de escena. Hora a hora vi los movimientos políticos, el hijomio de Gabilondo, el estulto de zapatero, el engréído de Aznar etc, etc.
Cuando se chatarrearon los trenes, al día siguiente. Luego el juicio. ¡ Nadie dice nada! A nadie le importan 192 muertos. Antes votaba de vez en cuando. Casi al azar. Desde entonces no voto nunca y los españoles todos o casi todos me parecen personas sin dignidad, borregos manipulables y que pueden hacer con ellos todo lo que los de arriba quieran.
Todo muy desmoralizador.
Mi
 
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