Maxinquaye
Madmaxista
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La fusión mediática entre antena 3 y la sexta, ha dejado descompensada la balanza mediática e informativa, ya que ha situado del lado de la izquierda toda la programación informativa.
Para entender bien todo este embrollo mediático que tenemos en España debemos remontarnos a 1989,ese verano, el gobierno de Felipe González estaba trabajando para elaborar una ley que permitiera a operadoras privadas emitir en abierto para España. Fue el verano en que se concedieron las primeras licencias para la televisión privada.
En un principio la ley estaba pensaba solo para dar licencia de emisión a tres canales, pero para entonces, ya estaban constituidas, al menos, seis operadoras privadas que reclamarían sendas licencias de emisión para sus canales. Después de descartar las propuestas de Canal16 del Grupo 16 perteneciente a Diario16 y de Canal C, un canal de 25 empresarios catalanes, quedaban en liza cuatro canales: Antena3, cuyos accionistas mayoritarios eran el Grupo Godó y el diario ABC, Telecinco, una apuesta personal del entonces magnate Silvio Berlusconi, que contaría con el accionariado de la ONCE, dirigida por Don Manuel Durán y el Grupo Editorial Anaya,Canal+ del Grupo PRISA dirigido por Jesús Polanco y apoyado por Canal+ Francia y varios grupos bancarios, como el Santander de Emilio Botín, aunque, a diferencia de los otrso tres, Canal+ se presentaba como un canal de pago. El cuarto operador, UNivisión, vendría de la mano del magnate Rupert Murdoch y defendido por Don Antonio Asensio, presidente del Grupo Zeta.
El gobierno de González debía concederle la licencia solo a tres canales y descartar uno. Se barajó la posibilidad de descartar al Canal+ de Polanco, pero este usó todo su poder e influencia para evitarlo, incluso llegando a afirmar en privado "No hay huevones de negarme a mi, una licencia, no hay huevones".
La portavoz del gobierno, Doña Rosa Conde, intentó negociar con Telecinco, que incluyesen en su candidatura, la propuesta de Univisión del señor Asensio, aunque para ello los accionistas tuvieran que renunciar a gran parte de sus acciones para concederselas al Grupo Zeta. Berlusconi, muy molesto por esta injerencia del gobierno, se negó en rotundo.
De esta manera, finalmente, el gobierno concedería licencias para tres canales: Telecinco, Antena3 y Canal+, excluyendo a Univisión.
La polémica ya entonces, no se hizo esperar y ABC publicó una protesta formal por la cesión de Gonzalez a las presiones de Polanco, que dejarían a Univisión fuera de concurso. A esta denuncia se sumó El Mundo de Pedro J. Ramírez y dió pié al recurso presentado por el Grupo Editorial Zeta para impugnar las concesiones, no solo a Canal+ sino también a Telecinco, por considerar que la ONCE no debía haberse presentado dado su carácter de organización pública y por lo tanto, dependiente del estado. Dicha impugnación no llegaría a tiempo y la concesión se consumo, dando a pie al nacimiento de Telecinco, Antena3 y Canal+. Como ya se puede apreciar desde aquí, ya se empezó con mal pie.
La televisión en la era Aznar (2000)
En noviembre del año 2000, Jose María Aznar concedería dos licencias para las primeras operadoras en emitir dos canales en señal digital terrestre a VEO TV y a Net TV, descartando al Grupo Godó, la COPE y PRISA, que protestaría desde editoriales en El País, criticando la decisión de este gobierno de conceder licencias a operadoras que eran dueñas de periódicos como El Mundo y ABC. Jesús Polanco decidió entonces, potenciar su presencia en la televisión analógica, lanzando Localia, una red de emisoras locales que emitían una programación similar con desconexiones locales.
Por otra parte la complejidad de la tecnología de la televisión digital terrestre, todavía no desarrollada en su amplitud, provocaría algún que otro problema a las operadoras VEO TV y Net TV que no lograrían emitir con normalidad hasta siete años después.
La televisión en la era de Zapatero
Cuatro y La sexta: nace el duopolio (2005)
En julio de 2005, el gobierno de Zapatero, concedió a PRISA de Polanco licencia para emitir su canal analógico en abierto. Canal+ se convertía así en Cuatro, del grupo Sogecable (Sogecuatro). El Grupo PRISA había obtenido mucho dinero gracias a Canal+, pero ante el inminente apagón analógico, Polanco buscaba estar bien situado cuando se produjese la avalancha de peticiones de licencias que se iba a producir, y de paso, seguir ganando dinero con la publicidad. Pero ese no sería el úncio favor que el gobierno de Zapatero le daría a Polanco, ya que arreglaron la ley, para que PRISA no tuviera que devolver los postes de la ya extinta Antena3 radio, lo que se conoció como "el antenicidio". Esto supuso que la mitad de las emisoras de radio de España estuvieran controladas por el Grupo PRISA, a parte de controlar ya una parte sustancial del mercado digital. El primero monopolio ya se estaba gestando.
Pese a todo, Cuatro empezó a dar pérdidas y no consiguió los resultados en audiencia que el Grupo PRISA esperaba, dando pié a la preparación de la primera gran fusión entre cadenas que vendría: Cuatro+Telecinco.
La Sexta
Noviembre de 2005, el gobierno de Zapatero, concede una nueva licencia analógica a un nuevo canal de televisión: La Sexta. Faltaban todavía unos años para que llegase lo que se denominó como "apagón analógico", no obstante, los empresarios del audiovisual buscaban situarse en el mercado antes de que esto sucediese y tuvieran que competir con la enorme demanda de ofertas digitales que se avecinaba. Zapatero, después de que concediese la primera licencia analógica en años a Cuatro, decidió conceder una nueva a La Sexta, en detrimento de las candidaturas de Don Blas Herrero que proponía Kiss Tv y de la de Pedro J Ramírez, cuyo canal sería Veo Televisión.
El accionariado de La Sexta estaba controlado por dos de las productoras audiovisuales más poderosas de España: Globomedia, de Emilio Aragon y Jose Miguel Contreras y MediaPro, de Jaume Roures y Tacho Benet. También figuraba en su accionariado El Terrat, de Andreu Buenafuente y el conglomerado mexicano de televisión, Televisa, de Don Emilio Azcárraga.
El acontecimiento provocó las iras de las demás cadenas: Telecinco dejaría de consumir productos de Globomedia, al convertirse en su principal competidor y Cuatro, del Grupo PRISA, veía amenazado su imperio y monopolio. Juan Luis Cebrián cargó duramente contra el gobierno de Zapatero, al que acusó de estar viendose con "brujos visitadores". Esa alusión hacia referencia al Consejero Delegado de Globomedia, Don Jose Miguel Contreras y Antonio García Ferreras, Director de informativos de La Sexta y antiguo Director de Informativos de La Ser. Ambos eran amigos de Don Miguel Barroso, Secretario de Estado de Comunicación, que dejaría su cargo por incompatibilidades y que fuera antigo accionista de PRISA y por tanto, nexo y enlace del gobierno de Zapatero con Polanco a la hora de crear Cuatro. Esta trinidad eran los artífices, junto con Jaume Roures, de la creación de La Sexta. Los comentarios y especulaciones sobre el origen de la fortuna de Jaume Roures, como socio capitalista de La Sexta, empezaron a salir a la luz cuando MediaPro adquirió los derechos de emisión de la liga de fútbol y los de Fórmula1, empezando así la andadura del segundo monopolio mediático después de PRISA.
Primer intento de fusión: Cuatro y La Sexta (2009)
La llegada de la crisis afectó a los ingresos por publicidad de las cuatro principales operadores de televisión españolas. El gobierno de Jose Luís Rodríguez Zapatero suprimió la publicidad de TVE1 para poder mantener a los cuatro canales privados de televisión. Después autorizó la posibilidad de que algunas de las cuatro operadoras pudieran optar a la fusión, para salvarse así de la quiebra económica. La primera fusión que se propuso fué la de los dos operadores más recientes: Cuatro y La Sexta.
Las reuniones entre los directivos de La Sexta y Cuatro fracasaron estrepitosamente debido a la tensión y animadversión que existían entre las dos cadenas. Pero fué Cebrián una vez más, quien se encargaría de denunciar que en La Sexta manejaban información privilegiada sobre el mercado de las telecomunicaciones, supuestamente proporcionadas por miembros del gobierno.
Primera gran fusión: Cuatro y Telecinco (2010)
A finales de 2009 se anunció que Mediaset, el grupo mediático de Berlusconi, propietario de Telecinco y cuyo representante en España era el señor Paolo Vasile, se hacía con el control de Cuatro, la cadena del Grupo PRISA. El señor Cebrián y el señor Polanco se convierten así en consejeros de la sociedad, aunque sin poder ejecutivo, ya que Mediaset posee el 78% del accionariado de la nueva entidad, frente al 22% restante de PRISA. Berlusconi se hacía así, con el control de los informativos de Cuatro, los cuales habían sido hostiles a su figura durante mucho tiempo. La adquisición completa de Cuatro por parte de Telecinco se produjo a finales del año 2010.
Segunda gran fusión: Antena Tres y La Sexta (2012)
El Grupo Antena3, encabezada por Don Jose Manuel Lara, anunció a finales de 2012 que adquiría el control de La Sexta, después de haber estado llevando unas negociaciones con sus principales accionistas. La Sexta pasaría a controlar el 7% de las acciones de la nueva entidad AtresMedia, desapareciendo así la operadora de Jose Miguel Contreras y Emilio Aragón, antiguas poseedoras de la cadena.
AtresMedia se convertía así en el primer operador televisivo de referencia, en un panorama de mercado y oferta televisiva ya bastante perjudicado y deteriorado.
La televisión en la era de Rajoy
Cierre de canales (2014)
Desde el año 2000 funcionaban en España cinco operadores privados de televisión: los tres que nacieron como analógicos en el 89 (Antena3, Telecinco y los canales de PRISA) y dos que nacieron directamente digitales: Net TV del Grupo Vocento y VEO del Grupo Unidad Editorial. El gobierno de Zapatero, en compensación por el apagón analógico, autorizó a cada operador la emisión de hasta cuatro señales de emisión cada uno sin necesidad de concurso público para autorizarlas. Los grupos AtresMedia y Mediaset llegaron a acumular hasta ocho señales de televisión, aprovechando la ausencia de PRISA y La Sexta como operadores televisivos. En total sumaban 22 canales digitales privados, mas los públicos.
Un grupo de abogados percibieron en aquella medida, una oportunidad de hacer negocio para las principales operadoras que convertía aquellas operaciones en algo ilegal. Presentaron una demanda ante el Tribunal Supremo en el que se pidió el cierre de 17 de los nuevos canales. La primera sentencia anuló de golpe ocho de los 17 nuevos canales, de los cuales se elevarían a nueve tras la decisión final del Consejo de Ministros del gobierno de Rajoy y obligó al resto a pagar una millonada a los demandantes para que no se hiciese efectiva la segunda demanda que pedía el cierre de los nueve restantes.
El gobierno lanza nuevas licencias de emisión (2015)
A mediados de 2015 el gobierno cierra el concurso de seis nuevas señales de emisión, tres en HD y tres en señal standart, al que se presentaron hasta doce operadores, de los cuales tres fueron descartados por cuestiones legales, quedando nueve operadores aspirando a seis licencias de emisión.
AtresMedia y Mediaset conseguirían una cada uno. Los cuatro restantes serían adjudicados a 13tv, KissFM del señor Blas Herrero, una demanda casi histórica, la productora Secuoya del señor Verdonés y la última para RealMadridTv. Los grandes perjudicados por estas adjudicaciones fueron El Corte Inglés y los grupos PRISA y Vocento.
Volviendo al presente y retomando el principio de la cuestión, los monopolios mediáticos afectan gravemente a la pluralidad de la información y dicen mucho del nivel al que se ha llegado en la actualidad. Si tomamos como referencia el discurso que dió Don Luis Herrero en el parlamento europeo podemos ver como se adelantó al desastre:
"[...] O defendemos todos la pluralidad informativa o muy pronto la estrategia de información de la Unión Europea no se debatirá en este parlamento, la decidirán cuatro señores, en un restaurante de lujo con capacidad para imponernos el pensamiento único a cuatrocientoscincuenta millones de europeos".
Otros medios también se anticiparon al desastre, habida cuenta de las experiencias con los sucesivos gobiernos y los cambios en estrategia informativa:
EDITORIAL - Rajoy consolida la dictadura del duopolio mediático - Libertad Digital
Para entender bien todo este embrollo mediático que tenemos en España debemos remontarnos a 1989,ese verano, el gobierno de Felipe González estaba trabajando para elaborar una ley que permitiera a operadoras privadas emitir en abierto para España. Fue el verano en que se concedieron las primeras licencias para la televisión privada.
En un principio la ley estaba pensaba solo para dar licencia de emisión a tres canales, pero para entonces, ya estaban constituidas, al menos, seis operadoras privadas que reclamarían sendas licencias de emisión para sus canales. Después de descartar las propuestas de Canal16 del Grupo 16 perteneciente a Diario16 y de Canal C, un canal de 25 empresarios catalanes, quedaban en liza cuatro canales: Antena3, cuyos accionistas mayoritarios eran el Grupo Godó y el diario ABC, Telecinco, una apuesta personal del entonces magnate Silvio Berlusconi, que contaría con el accionariado de la ONCE, dirigida por Don Manuel Durán y el Grupo Editorial Anaya,Canal+ del Grupo PRISA dirigido por Jesús Polanco y apoyado por Canal+ Francia y varios grupos bancarios, como el Santander de Emilio Botín, aunque, a diferencia de los otrso tres, Canal+ se presentaba como un canal de pago. El cuarto operador, UNivisión, vendría de la mano del magnate Rupert Murdoch y defendido por Don Antonio Asensio, presidente del Grupo Zeta.
El gobierno de González debía concederle la licencia solo a tres canales y descartar uno. Se barajó la posibilidad de descartar al Canal+ de Polanco, pero este usó todo su poder e influencia para evitarlo, incluso llegando a afirmar en privado "No hay huevones de negarme a mi, una licencia, no hay huevones".
La portavoz del gobierno, Doña Rosa Conde, intentó negociar con Telecinco, que incluyesen en su candidatura, la propuesta de Univisión del señor Asensio, aunque para ello los accionistas tuvieran que renunciar a gran parte de sus acciones para concederselas al Grupo Zeta. Berlusconi, muy molesto por esta injerencia del gobierno, se negó en rotundo.
De esta manera, finalmente, el gobierno concedería licencias para tres canales: Telecinco, Antena3 y Canal+, excluyendo a Univisión.
La polémica ya entonces, no se hizo esperar y ABC publicó una protesta formal por la cesión de Gonzalez a las presiones de Polanco, que dejarían a Univisión fuera de concurso. A esta denuncia se sumó El Mundo de Pedro J. Ramírez y dió pié al recurso presentado por el Grupo Editorial Zeta para impugnar las concesiones, no solo a Canal+ sino también a Telecinco, por considerar que la ONCE no debía haberse presentado dado su carácter de organización pública y por lo tanto, dependiente del estado. Dicha impugnación no llegaría a tiempo y la concesión se consumo, dando a pie al nacimiento de Telecinco, Antena3 y Canal+. Como ya se puede apreciar desde aquí, ya se empezó con mal pie.
La televisión en la era Aznar (2000)
En noviembre del año 2000, Jose María Aznar concedería dos licencias para las primeras operadoras en emitir dos canales en señal digital terrestre a VEO TV y a Net TV, descartando al Grupo Godó, la COPE y PRISA, que protestaría desde editoriales en El País, criticando la decisión de este gobierno de conceder licencias a operadoras que eran dueñas de periódicos como El Mundo y ABC. Jesús Polanco decidió entonces, potenciar su presencia en la televisión analógica, lanzando Localia, una red de emisoras locales que emitían una programación similar con desconexiones locales.
Por otra parte la complejidad de la tecnología de la televisión digital terrestre, todavía no desarrollada en su amplitud, provocaría algún que otro problema a las operadoras VEO TV y Net TV que no lograrían emitir con normalidad hasta siete años después.
La televisión en la era de Zapatero
Cuatro y La sexta: nace el duopolio (2005)
En julio de 2005, el gobierno de Zapatero, concedió a PRISA de Polanco licencia para emitir su canal analógico en abierto. Canal+ se convertía así en Cuatro, del grupo Sogecable (Sogecuatro). El Grupo PRISA había obtenido mucho dinero gracias a Canal+, pero ante el inminente apagón analógico, Polanco buscaba estar bien situado cuando se produjese la avalancha de peticiones de licencias que se iba a producir, y de paso, seguir ganando dinero con la publicidad. Pero ese no sería el úncio favor que el gobierno de Zapatero le daría a Polanco, ya que arreglaron la ley, para que PRISA no tuviera que devolver los postes de la ya extinta Antena3 radio, lo que se conoció como "el antenicidio". Esto supuso que la mitad de las emisoras de radio de España estuvieran controladas por el Grupo PRISA, a parte de controlar ya una parte sustancial del mercado digital. El primero monopolio ya se estaba gestando.
Pese a todo, Cuatro empezó a dar pérdidas y no consiguió los resultados en audiencia que el Grupo PRISA esperaba, dando pié a la preparación de la primera gran fusión entre cadenas que vendría: Cuatro+Telecinco.
La Sexta
Noviembre de 2005, el gobierno de Zapatero, concede una nueva licencia analógica a un nuevo canal de televisión: La Sexta. Faltaban todavía unos años para que llegase lo que se denominó como "apagón analógico", no obstante, los empresarios del audiovisual buscaban situarse en el mercado antes de que esto sucediese y tuvieran que competir con la enorme demanda de ofertas digitales que se avecinaba. Zapatero, después de que concediese la primera licencia analógica en años a Cuatro, decidió conceder una nueva a La Sexta, en detrimento de las candidaturas de Don Blas Herrero que proponía Kiss Tv y de la de Pedro J Ramírez, cuyo canal sería Veo Televisión.
El accionariado de La Sexta estaba controlado por dos de las productoras audiovisuales más poderosas de España: Globomedia, de Emilio Aragon y Jose Miguel Contreras y MediaPro, de Jaume Roures y Tacho Benet. También figuraba en su accionariado El Terrat, de Andreu Buenafuente y el conglomerado mexicano de televisión, Televisa, de Don Emilio Azcárraga.
El acontecimiento provocó las iras de las demás cadenas: Telecinco dejaría de consumir productos de Globomedia, al convertirse en su principal competidor y Cuatro, del Grupo PRISA, veía amenazado su imperio y monopolio. Juan Luis Cebrián cargó duramente contra el gobierno de Zapatero, al que acusó de estar viendose con "brujos visitadores". Esa alusión hacia referencia al Consejero Delegado de Globomedia, Don Jose Miguel Contreras y Antonio García Ferreras, Director de informativos de La Sexta y antiguo Director de Informativos de La Ser. Ambos eran amigos de Don Miguel Barroso, Secretario de Estado de Comunicación, que dejaría su cargo por incompatibilidades y que fuera antigo accionista de PRISA y por tanto, nexo y enlace del gobierno de Zapatero con Polanco a la hora de crear Cuatro. Esta trinidad eran los artífices, junto con Jaume Roures, de la creación de La Sexta. Los comentarios y especulaciones sobre el origen de la fortuna de Jaume Roures, como socio capitalista de La Sexta, empezaron a salir a la luz cuando MediaPro adquirió los derechos de emisión de la liga de fútbol y los de Fórmula1, empezando así la andadura del segundo monopolio mediático después de PRISA.
Primer intento de fusión: Cuatro y La Sexta (2009)
La llegada de la crisis afectó a los ingresos por publicidad de las cuatro principales operadores de televisión españolas. El gobierno de Jose Luís Rodríguez Zapatero suprimió la publicidad de TVE1 para poder mantener a los cuatro canales privados de televisión. Después autorizó la posibilidad de que algunas de las cuatro operadoras pudieran optar a la fusión, para salvarse así de la quiebra económica. La primera fusión que se propuso fué la de los dos operadores más recientes: Cuatro y La Sexta.
Las reuniones entre los directivos de La Sexta y Cuatro fracasaron estrepitosamente debido a la tensión y animadversión que existían entre las dos cadenas. Pero fué Cebrián una vez más, quien se encargaría de denunciar que en La Sexta manejaban información privilegiada sobre el mercado de las telecomunicaciones, supuestamente proporcionadas por miembros del gobierno.
Primera gran fusión: Cuatro y Telecinco (2010)
A finales de 2009 se anunció que Mediaset, el grupo mediático de Berlusconi, propietario de Telecinco y cuyo representante en España era el señor Paolo Vasile, se hacía con el control de Cuatro, la cadena del Grupo PRISA. El señor Cebrián y el señor Polanco se convierten así en consejeros de la sociedad, aunque sin poder ejecutivo, ya que Mediaset posee el 78% del accionariado de la nueva entidad, frente al 22% restante de PRISA. Berlusconi se hacía así, con el control de los informativos de Cuatro, los cuales habían sido hostiles a su figura durante mucho tiempo. La adquisición completa de Cuatro por parte de Telecinco se produjo a finales del año 2010.
Segunda gran fusión: Antena Tres y La Sexta (2012)
El Grupo Antena3, encabezada por Don Jose Manuel Lara, anunció a finales de 2012 que adquiría el control de La Sexta, después de haber estado llevando unas negociaciones con sus principales accionistas. La Sexta pasaría a controlar el 7% de las acciones de la nueva entidad AtresMedia, desapareciendo así la operadora de Jose Miguel Contreras y Emilio Aragón, antiguas poseedoras de la cadena.
AtresMedia se convertía así en el primer operador televisivo de referencia, en un panorama de mercado y oferta televisiva ya bastante perjudicado y deteriorado.
La televisión en la era de Rajoy
Cierre de canales (2014)
Desde el año 2000 funcionaban en España cinco operadores privados de televisión: los tres que nacieron como analógicos en el 89 (Antena3, Telecinco y los canales de PRISA) y dos que nacieron directamente digitales: Net TV del Grupo Vocento y VEO del Grupo Unidad Editorial. El gobierno de Zapatero, en compensación por el apagón analógico, autorizó a cada operador la emisión de hasta cuatro señales de emisión cada uno sin necesidad de concurso público para autorizarlas. Los grupos AtresMedia y Mediaset llegaron a acumular hasta ocho señales de televisión, aprovechando la ausencia de PRISA y La Sexta como operadores televisivos. En total sumaban 22 canales digitales privados, mas los públicos.
Un grupo de abogados percibieron en aquella medida, una oportunidad de hacer negocio para las principales operadoras que convertía aquellas operaciones en algo ilegal. Presentaron una demanda ante el Tribunal Supremo en el que se pidió el cierre de 17 de los nuevos canales. La primera sentencia anuló de golpe ocho de los 17 nuevos canales, de los cuales se elevarían a nueve tras la decisión final del Consejo de Ministros del gobierno de Rajoy y obligó al resto a pagar una millonada a los demandantes para que no se hiciese efectiva la segunda demanda que pedía el cierre de los nueve restantes.
El gobierno lanza nuevas licencias de emisión (2015)
A mediados de 2015 el gobierno cierra el concurso de seis nuevas señales de emisión, tres en HD y tres en señal standart, al que se presentaron hasta doce operadores, de los cuales tres fueron descartados por cuestiones legales, quedando nueve operadores aspirando a seis licencias de emisión.
AtresMedia y Mediaset conseguirían una cada uno. Los cuatro restantes serían adjudicados a 13tv, KissFM del señor Blas Herrero, una demanda casi histórica, la productora Secuoya del señor Verdonés y la última para RealMadridTv. Los grandes perjudicados por estas adjudicaciones fueron El Corte Inglés y los grupos PRISA y Vocento.
Volviendo al presente y retomando el principio de la cuestión, los monopolios mediáticos afectan gravemente a la pluralidad de la información y dicen mucho del nivel al que se ha llegado en la actualidad. Si tomamos como referencia el discurso que dió Don Luis Herrero en el parlamento europeo podemos ver como se adelantó al desastre:
"[...] O defendemos todos la pluralidad informativa o muy pronto la estrategia de información de la Unión Europea no se debatirá en este parlamento, la decidirán cuatro señores, en un restaurante de lujo con capacidad para imponernos el pensamiento único a cuatrocientoscincuenta millones de europeos".
Otros medios también se anticiparon al desastre, habida cuenta de las experiencias con los sucesivos gobiernos y los cambios en estrategia informativa:
EDITORIAL - Rajoy consolida la dictadura del duopolio mediático - Libertad Digital