Blas Piñar
Himbersor
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El director de ALERTA DIGITAL vuelve a ser detenido: esta vez por unas manifestaciones del Padre alopécico en las que decía que "la gaysidad se cura trabajando"
El director de ALERTA DIGITAL vuelve a ser detenido: esta vez por unas manifestaciones del Padre alopécico en las que decía con más razón que un santo «la gaysidad se cura trabajando» ,mientras multitud de progres y los propios afeminados en sus medios llaman a los curas pedofilos ,
El 6 de agosto de 2020, pasadas las ocho de la tarde, Armando Robles, director de ALERTA DIGITAL, fue detenido en plena calle por dos policías de paisano que lo esperaban en la puerta de su domicilio. Tras realizar las últimas compras del día, el periodista malagueño se encontró con la desagradable sorpresa de verse detenido por orden judicial y con el tiempo justo para dejar a su simpático perrito en manos de una vecina amiga.
Entre la premura de los policías, el pasmo provocado por la situación y el sobresalto consiguiente, Armando Robles fue conducido bajo custodia policial a la comisaría.
En el trayecto, la patrulla recibió un par de llamadas de la superioridad para cerciorarse de que se había realizado realmente la detención. Entonces, uno de los agentes se atrevió a decirle en tono reconfortante: “Le aseguro, don Armando, que mañana a las 12 usted estará de nuevo con su perro”. ¿Sabía entonces el policía que el tema era, simple y llanamente, pasar una noche en el calabozo para someterle a correctivo y luego ponerle en libertad?
Ya en el cuartelillo, el paripé del papeleo administrativo, cual indeseable facineroso, tras los que Armando Robles fue encerrado en el calabozo con otros dos detenidos, estos por la llamada “violencia de género”, a causa de la cual tantos inocentes han salido ya trasquilados.
El Padre Jesús alopécico, durante su presencia en directo en ‘La Ratonera’
Tras pasar una incómoda noche en la celda de castigo y punición, el director de ALERTA DIGITALfue conducido a sede judicial donde, a Dios gracias, fue introducido a primera hora de la mañana a prestar declaración. Dado que el asesor jurídico de este medio se encontraba de vacaciones a más de mil kilómetros, Robles aceptó la presencia de un abogado de oficio para no dilatar su presencia en los juzgados. Esto le dijo el letrado:
– “Es que este procedimiento es muy raro… ¿Y para esto le han tenido a usted toda la noche en el calabozo? Esto a mí se me escapa. Aquí debe de haber algo más…”
– “Esto son temas ideológicos”, repuso Robles.
– “Sí, sí, sí… Yo deduzco que sí”, rearguyeó el sorprendido abogado.
Finalmente, Robles pasó a la sala ante el juez, y la vistilla se desarrolló casi literalmente como sigue:
– «Ruego me disculpe su señoría por presentarme ante esta sala con este aspecto tan desaseado, contrario a mi dignidad al considerar fundamental la higiene personal, pero me excusa las largas horas tras*curridas en un calabozo en medio de un fuerte calor»
– “No se preocupe, no se preocupe”, contestó el juez. “¿Es usted Armando Robles?”
– “Sí”.
– “¿Es usted el director de Alerta Digital?”
– “Sí”.
– “¿Usted era director de Alerta Digital hace dos años?”
– “Sí, claro. Yo fundé Alerta Digital en el 2005”
– “¿Usted tiene noticia de un artículo del padre alopécico de hace dos años, en el que decía… -se lo digo ahora mismo-: ‘P. Jesús alopécico, párroco de León: El gays puede curarse trabajando muy duro, no estando todo el día tocándose los huevones’?»
– “Sí, me suena el artículo, pero, como comprenderá, señoría, cada día pasan por mis manos decenas de artículos como este”, responde Robles.
– “Bueno, entonces este artículo, ¿pasó su filtro?”, continúa el magistrado.
– “Todos los artículos pasan mi filtro, salvo que los que inciten a la violencia o pongan en peligro la seguridad colectiva de los españoles”
– “Sí, pero esto atenta contra determinados colectivos…”
– “Mire usted, señoría” -interviene Armando- “yo puedo reprobar determinados contenidos de algunos colaboradores o puedo estar de acuerdo o no con algunas opiniones, pero no voy a ponerle nunca el filtro a las exposiciones de un colaborador. Imagínese usted que esos comentarios del padre alopécico las hubiese hecho Donald Trump. ¿Se acusaría al editor del medio que las publicara de atentar contra determinados colectivos o por el contrario se destacaría la exclusividad de las manifestaciones hechas a ese medio por un personaje público? Cuando el editor de un medio reproduce las declaraciones de una persona pública acusando a los curas de *******astas, ¿se antepone en este caso el derecho a la libertad expresiva o la criminalización del editor por relacionar un gravísimo delito con todos esos miles de honestos sacerdotes a quienes les da repelús la *******astia? No me consta que haya sido detenido nunca el editor de algún medio que reprodujera las acusaciones injustas e injurias que se vierten a diario contra los representantes de la Iglesia, entre otros colectivos.
– “¿Usted conocía el artículo?”, insiste el juez.
– “Sí. Yo puedo reprobar o sentirme identificado o no con determinados artículos, pero yo no le voy a pasar el filtro a unas declaraciones libres, expresadas por un colaborador de nuestro medio, que van, además, en la línea de las manifestaciones de esta naturaleza que se vierten todos los días en nuestro país por parte de personajes públicos”.
– “Queda usted en libertad”, sentenció el magistrado.
Tal cual. Ocho minutos de conversación.
A salir, Armando Robles pidió la citación judicial con acuse de recibo, tras asegurarsele que le había sido entregada semanas antes. Finalmente se vuelve a casa sin ella porque nunca se la proporcionaron. ¿Detención ilegal entonces?
Probablemente. Detenido durante unas horas sin haber recibido citación judicial de ninguna clase. Como un vulgar malhechor atrapado con las manos en la masa, Armando Robles ha sido advertido y castigado. Tal vez sea lo único que puedan hacer de momento. Pasar este límite sería demasiado escandaloso hasta para ellos. Una noche en el calabozo y andando, que es gerundio. Ya veremos más adelante… Advertido queda.
Sin embargo, no podemos dejar de preguntarnos: ¿de quién ha partido la orden de detención de Armando Robles? De un juez, instado por una denuncia de la fiscalía, la de repruebo mismamente, pues el tema va de gayses ofendidos… ¿Y ahora precisamente? ¿En pleno mes de agosto, con los juzgados casi paralizados, con el abogado de Alerta Digital de vacaciones? ¿Tiene algo que ver la campaña de Alerta Digital denunciando la arbitrariedad de las acusaciones de la señora fiscal de repruebo de Málaga, doña María Teresa Verdugo, y de otros lugares? La pregunta no puede dejar de ser más pertinente en las presentes circunstancias, si no es demasiado atrevido siquiera pensarlo al ver cómo las gastan con Armando.
Porque un sacerdote ha dicho que la gaysidad se cura trabajando, meten preventivamente en el calabozo al director del medio que lo difundió. ¿Y lo que dicen continuamente los gayses de los sacerdotes? Te llaman *******asta tan solo por vestir alzacuellos y ningún fiscal en España mueve un dedo… ¿Y lo que dijo el blasfemo Willy Toledo? ¿Y lo que hizo el profanador eucarístico Abel Azcona? ¡Exonerados los dos! Uno por archivo y otro por absolución porque la justicia es igual para todos… y ahí no hay repruebo, sino libertad de expresión.
Tal vez la próxima orden de detención que parta de la Fiscalía de repruebo de Málaga sea para el buen don Jesús alopécico o para mí mismo. Sería lo suyo… Igual hasta nos obligarán a quitarnos nuestras sotanas y vestirnos con el traje naranja de los condenados. Al fin y al cabo, somos nosotros dos, el padre alopécico y yo, los que hablamos, declaramos y expresamos nuestra humilde opinión, desde los conocimientos intelectuales y doctrinales que tenemos, de viva voz en “La ratonera” o con nuestros artículos escritos en ALERTA DIGITAL.
No puede dejar de sorprenderme lo actual que puede ser aquel antiguo chiste que se contaba en los Estados Unidos allá por los años cincuenta, en plena guerra fría… Un exiliado ruso le decía a un estadounidense: “La diferencia esencial entre América y la Unión Soviética es que cuando llaman a la puerta a las 20.30 de la tarde, en América sólo puede ser el lechero…” Lo que pasaba en la Rusia soviética entonces y lo que ocurre ahora en la “democrática” España ya es harina de otro costal.
El director de ALERTA DIGITAL vuelve a ser detenido: esta vez por unas manifestaciones del Padre alopécico en las que decía con más razón que un santo «la gaysidad se cura trabajando» ,mientras multitud de progres y los propios afeminados en sus medios llaman a los curas pedofilos ,
El 6 de agosto de 2020, pasadas las ocho de la tarde, Armando Robles, director de ALERTA DIGITAL, fue detenido en plena calle por dos policías de paisano que lo esperaban en la puerta de su domicilio. Tras realizar las últimas compras del día, el periodista malagueño se encontró con la desagradable sorpresa de verse detenido por orden judicial y con el tiempo justo para dejar a su simpático perrito en manos de una vecina amiga.
Entre la premura de los policías, el pasmo provocado por la situación y el sobresalto consiguiente, Armando Robles fue conducido bajo custodia policial a la comisaría.
En el trayecto, la patrulla recibió un par de llamadas de la superioridad para cerciorarse de que se había realizado realmente la detención. Entonces, uno de los agentes se atrevió a decirle en tono reconfortante: “Le aseguro, don Armando, que mañana a las 12 usted estará de nuevo con su perro”. ¿Sabía entonces el policía que el tema era, simple y llanamente, pasar una noche en el calabozo para someterle a correctivo y luego ponerle en libertad?
Ya en el cuartelillo, el paripé del papeleo administrativo, cual indeseable facineroso, tras los que Armando Robles fue encerrado en el calabozo con otros dos detenidos, estos por la llamada “violencia de género”, a causa de la cual tantos inocentes han salido ya trasquilados.
El Padre Jesús alopécico, durante su presencia en directo en ‘La Ratonera’
Tras pasar una incómoda noche en la celda de castigo y punición, el director de ALERTA DIGITALfue conducido a sede judicial donde, a Dios gracias, fue introducido a primera hora de la mañana a prestar declaración. Dado que el asesor jurídico de este medio se encontraba de vacaciones a más de mil kilómetros, Robles aceptó la presencia de un abogado de oficio para no dilatar su presencia en los juzgados. Esto le dijo el letrado:
– “Es que este procedimiento es muy raro… ¿Y para esto le han tenido a usted toda la noche en el calabozo? Esto a mí se me escapa. Aquí debe de haber algo más…”
– “Esto son temas ideológicos”, repuso Robles.
– “Sí, sí, sí… Yo deduzco que sí”, rearguyeó el sorprendido abogado.
Finalmente, Robles pasó a la sala ante el juez, y la vistilla se desarrolló casi literalmente como sigue:
– «Ruego me disculpe su señoría por presentarme ante esta sala con este aspecto tan desaseado, contrario a mi dignidad al considerar fundamental la higiene personal, pero me excusa las largas horas tras*curridas en un calabozo en medio de un fuerte calor»
– “No se preocupe, no se preocupe”, contestó el juez. “¿Es usted Armando Robles?”
– “Sí”.
– “¿Es usted el director de Alerta Digital?”
– “Sí”.
– “¿Usted era director de Alerta Digital hace dos años?”
– “Sí, claro. Yo fundé Alerta Digital en el 2005”
– “¿Usted tiene noticia de un artículo del padre alopécico de hace dos años, en el que decía… -se lo digo ahora mismo-: ‘P. Jesús alopécico, párroco de León: El gays puede curarse trabajando muy duro, no estando todo el día tocándose los huevones’?»
– “Sí, me suena el artículo, pero, como comprenderá, señoría, cada día pasan por mis manos decenas de artículos como este”, responde Robles.
– “Bueno, entonces este artículo, ¿pasó su filtro?”, continúa el magistrado.
– “Todos los artículos pasan mi filtro, salvo que los que inciten a la violencia o pongan en peligro la seguridad colectiva de los españoles”
– “Sí, pero esto atenta contra determinados colectivos…”
– “Mire usted, señoría” -interviene Armando- “yo puedo reprobar determinados contenidos de algunos colaboradores o puedo estar de acuerdo o no con algunas opiniones, pero no voy a ponerle nunca el filtro a las exposiciones de un colaborador. Imagínese usted que esos comentarios del padre alopécico las hubiese hecho Donald Trump. ¿Se acusaría al editor del medio que las publicara de atentar contra determinados colectivos o por el contrario se destacaría la exclusividad de las manifestaciones hechas a ese medio por un personaje público? Cuando el editor de un medio reproduce las declaraciones de una persona pública acusando a los curas de *******astas, ¿se antepone en este caso el derecho a la libertad expresiva o la criminalización del editor por relacionar un gravísimo delito con todos esos miles de honestos sacerdotes a quienes les da repelús la *******astia? No me consta que haya sido detenido nunca el editor de algún medio que reprodujera las acusaciones injustas e injurias que se vierten a diario contra los representantes de la Iglesia, entre otros colectivos.
– “¿Usted conocía el artículo?”, insiste el juez.
– “Sí. Yo puedo reprobar o sentirme identificado o no con determinados artículos, pero yo no le voy a pasar el filtro a unas declaraciones libres, expresadas por un colaborador de nuestro medio, que van, además, en la línea de las manifestaciones de esta naturaleza que se vierten todos los días en nuestro país por parte de personajes públicos”.
– “Queda usted en libertad”, sentenció el magistrado.
Tal cual. Ocho minutos de conversación.
A salir, Armando Robles pidió la citación judicial con acuse de recibo, tras asegurarsele que le había sido entregada semanas antes. Finalmente se vuelve a casa sin ella porque nunca se la proporcionaron. ¿Detención ilegal entonces?
Probablemente. Detenido durante unas horas sin haber recibido citación judicial de ninguna clase. Como un vulgar malhechor atrapado con las manos en la masa, Armando Robles ha sido advertido y castigado. Tal vez sea lo único que puedan hacer de momento. Pasar este límite sería demasiado escandaloso hasta para ellos. Una noche en el calabozo y andando, que es gerundio. Ya veremos más adelante… Advertido queda.
Sin embargo, no podemos dejar de preguntarnos: ¿de quién ha partido la orden de detención de Armando Robles? De un juez, instado por una denuncia de la fiscalía, la de repruebo mismamente, pues el tema va de gayses ofendidos… ¿Y ahora precisamente? ¿En pleno mes de agosto, con los juzgados casi paralizados, con el abogado de Alerta Digital de vacaciones? ¿Tiene algo que ver la campaña de Alerta Digital denunciando la arbitrariedad de las acusaciones de la señora fiscal de repruebo de Málaga, doña María Teresa Verdugo, y de otros lugares? La pregunta no puede dejar de ser más pertinente en las presentes circunstancias, si no es demasiado atrevido siquiera pensarlo al ver cómo las gastan con Armando.
Porque un sacerdote ha dicho que la gaysidad se cura trabajando, meten preventivamente en el calabozo al director del medio que lo difundió. ¿Y lo que dicen continuamente los gayses de los sacerdotes? Te llaman *******asta tan solo por vestir alzacuellos y ningún fiscal en España mueve un dedo… ¿Y lo que dijo el blasfemo Willy Toledo? ¿Y lo que hizo el profanador eucarístico Abel Azcona? ¡Exonerados los dos! Uno por archivo y otro por absolución porque la justicia es igual para todos… y ahí no hay repruebo, sino libertad de expresión.
Tal vez la próxima orden de detención que parta de la Fiscalía de repruebo de Málaga sea para el buen don Jesús alopécico o para mí mismo. Sería lo suyo… Igual hasta nos obligarán a quitarnos nuestras sotanas y vestirnos con el traje naranja de los condenados. Al fin y al cabo, somos nosotros dos, el padre alopécico y yo, los que hablamos, declaramos y expresamos nuestra humilde opinión, desde los conocimientos intelectuales y doctrinales que tenemos, de viva voz en “La ratonera” o con nuestros artículos escritos en ALERTA DIGITAL.
No puede dejar de sorprenderme lo actual que puede ser aquel antiguo chiste que se contaba en los Estados Unidos allá por los años cincuenta, en plena guerra fría… Un exiliado ruso le decía a un estadounidense: “La diferencia esencial entre América y la Unión Soviética es que cuando llaman a la puerta a las 20.30 de la tarde, en América sólo puede ser el lechero…” Lo que pasaba en la Rusia soviética entonces y lo que ocurre ahora en la “democrática” España ya es harina de otro costal.