Delaney20
Madmaxista
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(Abro aquí el hilo, por la relación que pueda tener con la situación económica y política de EEUU, y del Occidente industrializado en general. Si algún moderador lo ve coveniente, que lo mueva a temas calientes.)
Sir John Glubb fue un autor y profesor británico, quien fue condecorado por su servicio en los Royal Engineers en la Primera Guerra Mundial , y fue comandante de la Legión Árabe Jordania desde 1939 hasta 1956. Brillante erudito, profundizó en sus conocimientos de la historia clásica y árabe con sus contactos con el mundo académico local durante su estancia en Jordania. Su famoso y sucinto ensayo, The Fate of Empires and the Search for Survival (1978), analiza el ciclo vital de los imperios desde sus orígenes hasta su eventual caída. En su día, provocó cierto revuelo por el parecido en la trayectoria de EEUU, hoy las similitudes son incluso más.
Glubb observa un patrón inquietante que emerge cuando se trata de la durabilidad de los imperios humanos: Desde el Imperio Asirio ( 859-612 aC) , el Imperio Árabe ( 634-880 dC) , al Imperio Británico (1700 - 1950) , cada uno parecía perdurar aproximadamente 10 generaciones , o alrededor de 250 años . Glubb postula que cada imperio pasa por seis fases predecibles:
Glubb observa que todos los imperios a través de la historia pasan por las mismas etapas, que duran aproximadamente el mismo tiempo: diez generaciones; más o menos unos 250 años. Esta duración parece estar motivada por el comportamiento humano, sorprendentemente uniforme entre culturas y, también sorprendentemene, independientemente de las tecnologías disponibles en la época (de tras*porte, comunicaciónes y bélica). La seis etapas del ciclo vital de los imperios a veces se solapan momentaneamente.
Fase 1: Ascenso/conquista. En la primera fase del gran imperio, las naciones pequeñas, aunque vistas como insignificantes por sus vecinos, arrancan a dominar grandes extensiones de territorio. Esta explosión inicial se caracteriza por exhibiciones extraordinarias de energía y coraje, sus gentes, acostumbrados a las dificultades, son pobres, duros, emprendedores y, sobre todo, agresivos, y poco les disuade en su deseo de gobernar. Las gentes de los imperios decadentes o Estados de menor importancia que subyugan son acomodadas y ricas, pero están trabados en su actitud tímida y defensiva. Esto le da la ventaja a la nación emergente, cuyos miembros pueden ser audaces y agresivos en su actitud; tienen poco que perder salvo sus vidas. Pero no es sólo una ventaja militar la que ésta nación emergente, ésta nación conquistadora disfruta; sino que, porque tienen hambre, porque no están obligados por una tradición establecida, sino por un enfoque intenso hacia su objetivo, la nación ascendente exhibe un gran dinamismo en todo el espectro de las actividades humanas: la ciencia, la tecnología, su gobierno, su cultura. Nada engendra más éxito que el éxito mismo, y la confianza auto-alimentada de la nación emergente, les lleva a creer que tienen el propósito de dominar y gobernar para siempre, tal vez incluso elegidos por su dios (o dioses), para dominar sobre los hombres.
Es interesante notar que es aquí, en el principio, donde se siembran las semillas de la destrucción imperial, ya que cada país, a raiz de su ascenso, atribuye su buena fortuna a su superioridad hereditaria y natural. Habiéndose convertido en dominante, esta nación se ve como naturalmente mejor que los que conquistan o aquellos extranjeros que trabajan como esclavos o soldados. Sin embargo, es esta arrogancia lo que se convierte en el catalizador de la propia destrucción de la sociedad. La cultura no se protege a sí misma contra la diversidad que vendrá, y que arruinará la población que construyó la nación.
Fase II: Expansión comercial. Los comerciantes y el conjunto de las personas se benefician de la paz, la seguridad y la racionalización de los procesos burocráticos que un gran imperio asegura . La tras*ición de la ascensión/conquista al comercio, se caracteriza por un cambio en las actitudes, en la que el estatus por la gloria militar y el honor, da paso a un énfasis en el aumento de la fortuna. Sin embargo, como el recuerdo de dónde vienen aún está fresco, la gente y la cultura es todavía dura.
Fase III: Luxos. La abundancia de riqueza y comodidad comienzan a dañar las cualidades que hicieron la nación exitosa. Por ejemplo, la búsqueda del éxito individual reemplaza la del honor y la aventura como los objetivos de los mejores y los más brillantes de entre los jóvenes. Poco a poco, esta perseccución del oro, desplaza la perseccución del deber. Por otra parte, la educación sufre un cambio similar en sus prioridades; así, las instituciones educativas se centran en la producción, no de patriotas valientes, sino en acuñar a los que gobernarán hacia los altos salarios. Esta fase representa el apogeo de una sociedad, es todo cuesta abajo desde aquí, ya que las personas tras*icionan de forma individual "... del espíritu de servicio al egoísmo", y la nación en su conjunto, cambia de la agresividad ofensiva, a actitudes defensivas, interesados no en la adquisición de más riqueza, sino en asegurar lo que se tiene.
Este cambio en las actitudes nacionales hacia un mayor pesimismo y pragmatismo durante esta fase se refleja en la postura de la política exterior de la nación:
Esta diversa masa políglota está poblado por pagapensiones, que a menudo no se logran asimilar plenamente, lo que lleva a problemas de lealtad intragrupo/extragrupo, y una falta de disposición general a sacrificarse por el país anfitrión, cuando la ola de prosperidad da paso a tiempos de recesión. Grubb señala:
Fase IV: Intelectualismo. El principio del fin. El pueblo, carente ya de mentalidad marcial y con vidas no visitadas con frecuencia por las privaciones, se vuelven indiferentes a la adquisición de riqueza y bienestar, viéndose a si mismos como intelectuales. Este período se caracteriza por la proliferación de instituciones de enseñanza y una rápida expansión de la base de los conocimientos. El Intelectualismo lleva a la discusión, el debate y al argumento, y así, la cultura pierde su homogeneidad. Las divisiones políticas internas entre ideologías se osifican y se vuelven insalvables. Con muchos capitanes que compiten por el control del timón, la nave del Estado comienza a ir a la deriva:
Por otra parte, un imperio, en esta etapa, aunque no amplía ya su territorio, todavía gusta verse más inteligente que sus vecinos y sigue patrocinando la expansión cultural de su imperio. Pero el motivo de esta expansión no es es militar (lo cual sería malvado), sino que es para el bienestar de los demás, lo que se considera "bueno", y, así "justificado", el imperio continúa ampliando su influencia. Este cambio en la motivación es clave ... cuando la cabeza (la razón) llega a dominar al corazón (la pasión), el gran imperio quiere "ayudar" a los menos "afortunados" a compartir su prosperidad. Glubb, sin embargo, tiene una mala opinión de este cambio:
Fase V: Decadencia.
Otra característica del declive que se observa, es la degeneración y una laxitud generalizada de la disciplina durante estas épocas. Un materialismo creciente, la retirada de la jovenlandesalidad, el advenimiento del feminismo, y la aparición e influencia de las mujeres en la vida pública son todas características de una civilización en decadencia. La indiferencia hacia la religión aparece también entre la cultura y, como Glubb atribuye a la religión (expansivamente definida, incluyendo la fé del propio imperio en un destino especial para si mismo) la fuerza motivadora del deseo de expandirse, conquistar, subyugar o extinguir, así el espíritu de servicio, la heroica abnegación por la causa, también desaparece.
Una tercera característica es una cuyas bases se sentaron en la Edad del Intelectualismo ... la Edad de la Decadencia se asocia con la filantropía, la generosidad y la compasión por otras razas y naciones. La cultura asume una actitud condescendiente de "nobleza obliga" hacia los menos afortunados, la idea de que siempre serán ricos empuja al Estado imperial a gastar pródigamente, y a conferir privilegios, derechos y beneficios a todos los recién llegados. Los derechos de ciudadanía, una vez signo de estatus, un bien preciado, se degradadan, ya que el Estado los otorga con largueza... en algunos casos, los vende para obtener ingresos... de nuevo para conferir los beneficios y la prosperidad a todos. La asistencia estatal a los pobres es igualmente generosa. Al menos hasta que se derrumba la economía.
¿Cuáles son las causas de la decadencia? Glubb enumera estas cuatro:
Tras la publicación del ensayo (1978), muchos argumentaron que los EEUU seguían un patrón diferente y que escaparían a este proceso. Su respuesta fue:
Recientemente, se le ha redescubierto en el mundo anglosajón, por la precisión con la que encaja su descripción de la decadencia de los imperios, con el discurrir de la historia americana, especialmente los últimos 50 años. Si nos atenemos al ciclo vital observado por Glubb para otros imperios, el estadounidense habría de caer alrededor de 2025. Desde luego, varias de las fases ocurridas en otros procesos de declive de una potencia en la historia, así lo paercen sugerir.
John Bagot Glubb - Wikipedia, the free encyclopedia
Article Review: The Fate of Empires - The Spearhead
http://people.uncw.edu/kozloffm/glubb.pdf <---- El ensayo, en pdf.
Su necrológica en El País (murió en 1986).
Ha muerto el militar inglés 'Glubb Pacha', ex jefe de la Legión Árabe en Jordania | Edición impresa | EL PAÍS
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Edit1: En éste post hay la traducción de varios párrafos del ensayo.
Enlace --> http://www.burbuja.info/inmobiliaria/10346353-post27.html <--
Edit2: ACLARACION:
El porqué de las fechas, de la elección de esas potencias historicas (y no otras) y del uso de la palabra imperio, y su significado para el caso particular del ensayo, explicado en el Spoiler:
.
"Hasta las estadísticas más simples demuestran la rotación constante de una nación tras otra a intervalos regulares"
John Bagot Glubb
John Bagot Glubb
Sir John Glubb fue un autor y profesor británico, quien fue condecorado por su servicio en los Royal Engineers en la Primera Guerra Mundial , y fue comandante de la Legión Árabe Jordania desde 1939 hasta 1956. Brillante erudito, profundizó en sus conocimientos de la historia clásica y árabe con sus contactos con el mundo académico local durante su estancia en Jordania. Su famoso y sucinto ensayo, The Fate of Empires and the Search for Survival (1978), analiza el ciclo vital de los imperios desde sus orígenes hasta su eventual caída. En su día, provocó cierto revuelo por el parecido en la trayectoria de EEUU, hoy las similitudes son incluso más.
Glubb observa un patrón inquietante que emerge cuando se trata de la durabilidad de los imperios humanos: Desde el Imperio Asirio ( 859-612 aC) , el Imperio Árabe ( 634-880 dC) , al Imperio Británico (1700 - 1950) , cada uno parecía perdurar aproximadamente 10 generaciones , o alrededor de 250 años . Glubb postula que cada imperio pasa por seis fases predecibles:
- Ascenso/conquista
- Comercio
- Abundancia
- Intelectualidad
- Decadencia
- Caída
Glubb observa que todos los imperios a través de la historia pasan por las mismas etapas, que duran aproximadamente el mismo tiempo: diez generaciones; más o menos unos 250 años. Esta duración parece estar motivada por el comportamiento humano, sorprendentemente uniforme entre culturas y, también sorprendentemene, independientemente de las tecnologías disponibles en la época (de tras*porte, comunicaciónes y bélica). La seis etapas del ciclo vital de los imperios a veces se solapan momentaneamente.
Fase 1: Ascenso/conquista. En la primera fase del gran imperio, las naciones pequeñas, aunque vistas como insignificantes por sus vecinos, arrancan a dominar grandes extensiones de territorio. Esta explosión inicial se caracteriza por exhibiciones extraordinarias de energía y coraje, sus gentes, acostumbrados a las dificultades, son pobres, duros, emprendedores y, sobre todo, agresivos, y poco les disuade en su deseo de gobernar. Las gentes de los imperios decadentes o Estados de menor importancia que subyugan son acomodadas y ricas, pero están trabados en su actitud tímida y defensiva. Esto le da la ventaja a la nación emergente, cuyos miembros pueden ser audaces y agresivos en su actitud; tienen poco que perder salvo sus vidas. Pero no es sólo una ventaja militar la que ésta nación emergente, ésta nación conquistadora disfruta; sino que, porque tienen hambre, porque no están obligados por una tradición establecida, sino por un enfoque intenso hacia su objetivo, la nación ascendente exhibe un gran dinamismo en todo el espectro de las actividades humanas: la ciencia, la tecnología, su gobierno, su cultura. Nada engendra más éxito que el éxito mismo, y la confianza auto-alimentada de la nación emergente, les lleva a creer que tienen el propósito de dominar y gobernar para siempre, tal vez incluso elegidos por su dios (o dioses), para dominar sobre los hombres.
Es interesante notar que es aquí, en el principio, donde se siembran las semillas de la destrucción imperial, ya que cada país, a raiz de su ascenso, atribuye su buena fortuna a su superioridad hereditaria y natural. Habiéndose convertido en dominante, esta nación se ve como naturalmente mejor que los que conquistan o aquellos extranjeros que trabajan como esclavos o soldados. Sin embargo, es esta arrogancia lo que se convierte en el catalizador de la propia destrucción de la sociedad. La cultura no se protege a sí misma contra la diversidad que vendrá, y que arruinará la población que construyó la nación.
Fase II: Expansión comercial. Los comerciantes y el conjunto de las personas se benefician de la paz, la seguridad y la racionalización de los procesos burocráticos que un gran imperio asegura . La tras*ición de la ascensión/conquista al comercio, se caracteriza por un cambio en las actitudes, en la que el estatus por la gloria militar y el honor, da paso a un énfasis en el aumento de la fortuna. Sin embargo, como el recuerdo de dónde vienen aún está fresco, la gente y la cultura es todavía dura.
La era del comercio también se caracteriza por la exploración de nuevas formas de riqueza, y la obtención de la riqueza es el catalizador para la tras*ición a la "Edad de la abundancia".La primera mitad de la "Edad de Comercio" es particularmente espléndida ... virtudes como la valentía, el patriotismo y la devoción al deber están todavía en boga. Los niños deben ... ser viriles, [y] las escuelas de niños son intencionalmente exigentes.
Fase III: Luxos. La abundancia de riqueza y comodidad comienzan a dañar las cualidades que hicieron la nación exitosa. Por ejemplo, la búsqueda del éxito individual reemplaza la del honor y la aventura como los objetivos de los mejores y los más brillantes de entre los jóvenes. Poco a poco, esta perseccución del oro, desplaza la perseccución del deber. Por otra parte, la educación sufre un cambio similar en sus prioridades; así, las instituciones educativas se centran en la producción, no de patriotas valientes, sino en acuñar a los que gobernarán hacia los altos salarios. Esta fase representa el apogeo de una sociedad, es todo cuesta abajo desde aquí, ya que las personas tras*icionan de forma individual "... del espíritu de servicio al egoísmo", y la nación en su conjunto, cambia de la agresividad ofensiva, a actitudes defensivas, interesados no en la adquisición de más riqueza, sino en asegurar lo que se tiene.
Este cambio en las actitudes nacionales hacia un mayor pesimismo y pragmatismo durante esta fase se refleja en la postura de la política exterior de la nación:
Varias argucias psicológicos se utilizan para intentar considerar este cambio como noble, en vez de fistro:... habiendo un mayor abastecimiento de dinero que de coraje, se emplean, en lugar de armas, subsidios para comprar a los enemigos.
Además, durante esta fase, la prosperidad y la riqueza también traen una afluencia de extranjeros a los centros urbanos del imperio. Los romanos nativos se quejaron de la multiplicidad de gentes del Oriente Medio y norteaafricanos en Roma, al igual que los habitantes de Bagdad, a su vez sufrieron una enorme afluencia de persas, turcos, árabes, armenios, egipcios, jovenlandeses, y griegos. Hoy en día, Londres es conocida en algunos círculos como "Londonistán", New York hace mucho tiempo dejó de ser habitada principalmente por anglos, y el propio Washington DC cuenta con una amplia población internacional (solo hay que llamar a un taxi en esa zona para convencerse de ello). El resultado de esta migración es que la población que creó el imperio, es relegada a las zonas de influencia, las fronteras y las zonas rurales, mientras que los extranjeros llegan a dominar las ciudades y, finalmente, la política de todo el reino. Así vemos que en realidad, en verdad, no hay nada nuevo bajo el sol, ya que esta "diversidad" se repite una y otra vez en la historia, y la solidaridad y el compañerismo que surgen con la homogeneidad étnica y cultural (las cualidades que construyeron el imperio en el primer lugar) primera se erosionan, y luego desaparecen por completo.La disposición militar ... es denunciada como primitiva e inmoral. Los pueblos civilizados son demasiado orgullosos para luchar. La conquista ... se considera algo inmoral. Los imperios son malos. "No es que tengamos miedo de pelear", suelen decir, "sino que debemos considerarlo inmoral ". Las naciones que se proclaman poco dispuestos a luchar, están expuestos a ser conquistadas por pueblos en la etapa del militarismo
Esta diversa masa políglota está poblado por pagapensiones, que a menudo no se logran asimilar plenamente, lo que lleva a problemas de lealtad intragrupo/extragrupo, y una falta de disposición general a sacrificarse por el país anfitrión, cuando la ola de prosperidad da paso a tiempos de recesión. Grubb señala:
Esta falta de coherencia cultural se combina con el mencionado cambio en los valores de la lucha por la racionalización, y, finalmente, un sentimiento de superioridad jovenlandesal, que sienta las bases para la las luchas internas que son características de la etapa siguiente, la "Edad del intelecto".Cuando se establece el declive, es extraordinario cómo la memoria de guerras antiguas, quizá de siglos antes, revive de repente, y los movimientos locales o provinciales parecen exigir la secesión o la independencia
Fase IV: Intelectualismo. El principio del fin. El pueblo, carente ya de mentalidad marcial y con vidas no visitadas con frecuencia por las privaciones, se vuelven indiferentes a la adquisición de riqueza y bienestar, viéndose a si mismos como intelectuales. Este período se caracteriza por la proliferación de instituciones de enseñanza y una rápida expansión de la base de los conocimientos. El Intelectualismo lleva a la discusión, el debate y al argumento, y así, la cultura pierde su homogeneidad. Las divisiones políticas internas entre ideologías se osifican y se vuelven insalvables. Con muchos capitanes que compiten por el control del timón, la nave del Estado comienza a ir a la deriva:
Es importante señalar aquí que el imperio sigue siendo fuerte en este momento y está situado en una especie de edad de oro. Pero el brillo exterior oscurece una pudrición interior, ya que el imperio sangra desde dentro. En esencia, el imperio está viviendo en tiempo prestado, ya no produciendo, conquistando, ampliándose; en su lugar, se alimenta de la grasa almacenada en su propia grandeza pasada. Viéndose aún a sí mismos excepcionales, la nación se relaja y disfruta de los frutos de su trabajo, ésta voluptuosidad latente resulta en más y más tiempo dedicado al ocio.Así los asuntos públicos van derivando de mal a peor, en medio de una cacofonía incesante de argumentos ... en medio de una babel de chácharas, el barco se desplaza hacia a las rocas. Las diferencias internas no se reconcilian ... las rivalidades internas se agudizan, y la nación se vuelve más débil.
Por otra parte, un imperio, en esta etapa, aunque no amplía ya su territorio, todavía gusta verse más inteligente que sus vecinos y sigue patrocinando la expansión cultural de su imperio. Pero el motivo de esta expansión no es es militar (lo cual sería malvado), sino que es para el bienestar de los demás, lo que se considera "bueno", y, así "justificado", el imperio continúa ampliando su influencia. Este cambio en la motivación es clave ... cuando la cabeza (la razón) llega a dominar al corazón (la pasión), el gran imperio quiere "ayudar" a los menos "afortunados" a compartir su prosperidad. Glubb, sin embargo, tiene una mala opinión de este cambio:
Esta idea lleva al imperio a sobre-extenderse a si mismo, ya que literalmente no hay límite a los problemas por resolver en un esfuerzo por mejorar el bienestar de los extranjeros. Así, agotado, el descuidado, oxidado andamiaje socio-cultural y económico que soporta el edificio del Estado comienza a descomponerse. El centro, el nucleo, no se sostiene.Tal vez el subproducto más peligroso de la Edad del intelecto es el crecimiento inconsciente de la idea de que el cerebro humano puede resolver todos los problemas del mundo
Fase V: Decadencia.
Un imperio en decadencia está marcada por varias características. La primera entre ellas es un fuerte sentimiento predominante (y autocumplido) de pesimismo entre la gente, con frecuencia acompañado de frivolidad, donde las personas cambian las esperanza y la orientación hacia el futuro, por un enfoque en el presente ... una acitud de tipo "vamos a comer beber y ser felices, porque mañana estaremos muertos". Carpe diem. Grubb también hace notar que los héroes de un imperio cambian en las civilizaciones en declive ,en consonancia con este enfoque hacia la frivolidad ... el actor, el cantante, y el atleta (todos ellos relacionados con el entretenimiento) reemplazan al general, estadista o genio literario, como modelos a seguir para los jóvenes.La decadencia es una enfermedad jovenlandesal y espiritual, no física, resultado de un período demasiado largo de riqueza y poder. Los ciudadanos de una nación así ya no hacen un esfuerzo para salvarse a sí mismos, porque no están convencidos de que nada en la vida merezca la pena salvarse.
Otra característica del declive que se observa, es la degeneración y una laxitud generalizada de la disciplina durante estas épocas. Un materialismo creciente, la retirada de la jovenlandesalidad, el advenimiento del feminismo, y la aparición e influencia de las mujeres en la vida pública son todas características de una civilización en decadencia. La indiferencia hacia la religión aparece también entre la cultura y, como Glubb atribuye a la religión (expansivamente definida, incluyendo la fé del propio imperio en un destino especial para si mismo) la fuerza motivadora del deseo de expandirse, conquistar, subyugar o extinguir, así el espíritu de servicio, la heroica abnegación por la causa, también desaparece.
Una tercera característica es una cuyas bases se sentaron en la Edad del Intelectualismo ... la Edad de la Decadencia se asocia con la filantropía, la generosidad y la compasión por otras razas y naciones. La cultura asume una actitud condescendiente de "nobleza obliga" hacia los menos afortunados, la idea de que siempre serán ricos empuja al Estado imperial a gastar pródigamente, y a conferir privilegios, derechos y beneficios a todos los recién llegados. Los derechos de ciudadanía, una vez signo de estatus, un bien preciado, se degradadan, ya que el Estado los otorga con largueza... en algunos casos, los vende para obtener ingresos... de nuevo para conferir los beneficios y la prosperidad a todos. La asistencia estatal a los pobres es igualmente generosa. Al menos hasta que se derrumba la economía.
¿Cuáles son las causas de la decadencia? Glubb enumera estas cuatro:
- Un período demasiado largo de riqueza y poder.
- El egoísmo.
- El amor desenfrenado al dinero.
- La pérdida de un sentido del deber.
Tras la publicación del ensayo (1978), muchos argumentaron que los EEUU seguían un patrón diferente y que escaparían a este proceso. Su respuesta fue:
Glubb falleció en 1986, y, en el apogeo de EEUU como potencia en la decadencia de la URSS y sobre todo tras la caída de ésta, con el estatus de potencia unipolar mundial, casi nadie dio importancia a sus escritos.Los Estados Unidos surgieron súbitamente como una nueva nación, y su período de ascenso fue empleado como pioneros en la conquista de un vasto continente, en lugar de un antiguo imperio. Sin embargo, la historia de la vida posterior de los Estados Unidos ha seguido la tónica habitual ... los períodos de los pioneros, del comercio, de la abundancia, de la intelectualidad y de la decadencia.
Recientemente, se le ha redescubierto en el mundo anglosajón, por la precisión con la que encaja su descripción de la decadencia de los imperios, con el discurrir de la historia americana, especialmente los últimos 50 años. Si nos atenemos al ciclo vital observado por Glubb para otros imperios, el estadounidense habría de caer alrededor de 2025. Desde luego, varias de las fases ocurridas en otros procesos de declive de una potencia en la historia, así lo paercen sugerir.
John Bagot Glubb - Wikipedia, the free encyclopedia
Article Review: The Fate of Empires - The Spearhead
http://people.uncw.edu/kozloffm/glubb.pdf <---- El ensayo, en pdf.
Su necrológica en El País (murió en 1986).
Ha muerto el militar inglés 'Glubb Pacha', ex jefe de la Legión Árabe en Jordania | Edición impresa | EL PAÍS
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Edit1: En éste post hay la traducción de varios párrafos del ensayo.
Enlace --> http://www.burbuja.info/inmobiliaria/10346353-post27.html <--
Unos párrafos que he entresacado, traducidos. Los que sepais inglés y os interese el tema, son solo 26 páginas. Aunque hay cosas muy interesantes referidas a las primeras fases de los imperios, voy a resaltar fragmentos extraídos del ensayo de Glubb sobre las dos últimas fases: Intelectualismo y decadencia, pues en el caso que nos atañe (USA), ambas se solapan en éste periodo del imperio. Primero, el intelectualismo:
Hasta aquí, los párrafos referidos al intelectualismo, a continuación, los de la fase de decadencia."En un ámbito amplio de lo nacional, la supervivencia de una nación depende básicamente de la lealtad y la abnegación de sus ciudadanos. La impresión de que cualquier situación puede ser salvada por la inteligencia y el ingenio intelectual, sin necesidad de generosidad o auto-sacrificio, sólo puede conducir al colapso."
"...el intelectualismo lleva al argumento, el debate y la dicusión, como es típico de las naciones occidentales en la actualidad. Los debates en asambleas electas o comités locales, en artículos de prensa o en entrevistas de televisión: charla interminable e incesante. Los hombres son interminablemente diferentes entre sí, y las discusiones intelectuales rara vez conducen a un acuerdo. Así, la deriva de los asuntos públicos va de mal en peor, en medio de una cacofonía incesante de argumentos. Pero esta constante entrega a la discusión parece destruir el poder de la acción. En medio de una Babel de charla sin fin, el barco se desplaza hacia las rocas."
"Fiel al curso normal seguido por las naciones en decadencia, las diferencias internas no se reconcilian en un intento de salvar a la nación. Por el contrario, las rivalidades internas se vuelven más agudas, según la nación se vuelve más débil."
"Cuando se establece el declive, es extraordinario cómo la memoria de guerras antiguas, quizá de siglos antes, revive de repente, y los movimientos locales o provinciales parecen exigir la secesión o la independencia."
"A medida que la nación declina en poder y riqueza un pesimismo universalizado invade poco a poco al pueblo, y él mismo acelera la caída ... La frivolidad es compañera frecuente del pesimismo ... El parecido entre las naciones en declive en este sentido es verdaderamente sorprendente ... La multitud romana, como hemos visto, exigió pan gratuito y juegos públicos ...Los espectáculos de gladiadores, las carreras de carros y los eventos atléticos eran su pasión. En el Imperio Bizantino, las rivalidades de los Verdes y los Azules en el hipódromo alcanzaron la importancia de una gran crisis de Estado ... Los héroes de las naciones en declive son siempre los mismos: el atleta, el cantante o el actor."
"Las obras de los historiadores contemporáneos de Bagdad a principios del siglo X, siguen estando disponibles. Ellos lamentaron profundamente la degeneración de los tiempos en que vivían, en particular la indiferencia hacia la religión, el creciente materialismo y la laxitud de la jovenlandesal sensual. Lamentaron también la corrupción de los funcionarios del gobierno y el hecho de que los políticos siempre parecían amasar grandes fortunas, mientras estaban en el poder.En varias ocasiones, los historiadores comentaron amargamente sobre la extraordinaria influencia adquirida por los cantantes populares sobre los más jóvenes, lo que termina resultando en una disminución de la jovenlandesal sensual. Los cantantes "pop" de Bagdad acompañaban sus canciones eróticas con el laúd, un instrumento parecido a la guitarra moderna. En la segunda mitad del siglo X, en consecuencia, se fue poniendo cada vez más en uso un lenguaje sensual más obsceno, algo que no hubiera sido tolerado en edades más tempranas."
"Un aumento de la influencia de las mujeres en la vida pública a menudo se ha asociado con el declive de las naciones. Los romanos del final del imperio se lamentaban de que, a pesar de que Roma dominaba el mundo, las mujeres gobernaban Roma. En el siglo X, se observó una tendencia similar en el imperio árabe; las mujeres exigieron la admisión a las profesiones hasta ahora monopolizadas por los hombres. "¿Qué es lo que tienen la profesión de escribano, recaudador de impuestos o predicador, que ver con las mujeres?" - escribió el historiador contemporáneo, Ibn Bessam - "Estas ocupaciones siempre se han limitado sólo a los hombres". Muchas mujeres practicaron la abogacía, mientras que otras obtuvieron puestos como profesoras universitarias. Hubo cierta agitación cuando se solicitó la entrada de mujeres como jueces, que, no obstante, pareció no tener éxito. Poco después de este período, el gobierno y el orden público se derrumbaron, y los invasores extranjeros invadieron el país. El consiguiente aumento de la confusión y la violencia hizo insegura para las mujeres el moverse sin escolta por la calle, con el resultado de que el movimiento feminista, se derrumbó". Los desórdenes tras la toma militar en 861, y la pérdida del imperio, habían hecho estragos en la economía. En ese momento, se podría haber esperado que todo el mundo redoblara sus esfuerzos para salvar al país de la bancarrota, pero no ocurrió nada de eso. En cambio, en este momento de disminución del comercio y austeridad financiera, las gentes de Bagdad introdujeron la semana de cinco días laborables y dos festivos."
"Cuando leí por primera vez estas descripciones contemporáneas del Bagdad del siglo X, apenas podía creer lo que veía... El parecido en todos los detalles era impresionante:la desintegración del imperio, el abandono de la jovenlandesal sensual, los cantantes 'pop' con sus guitarras, la entrada de las mujeres en las profesiones, la semana laboral de cinco días. ¡No me atrevería a aventurar una explicación! Hay tantos misterios en la vida humana que están más allá de nuestra comprensión."
"Las gentes de las grandes naciones del pasado parecen normalmente haber imaginado que su preeminencia duraría para siempre. Roma parecía a sus ciudadanos estar destinada para siempre a ser la dueña del mundo. Los califas abasíes de Bagdad declararon que Dios les había designado para gobernar la humanidad hasta el día del juicio. Hace setenta años, muchas personas en el Reino Unido creían que el imperio duraría para siempre (escrito en 1978)... Que sentimientos como estos pudieran expresarse públicamente sin evocar burla muestra que, en todas las edades, el surgimiento y declive de las grandes naciones han pasado desapercibida. Hasta las estadísticas más simples demuestran la rotación constante de una nación tras otra a intervalos regulares."
"No hemos extraído de la historia la obvia conclusión de que el éxito material, es el resultado del coraje, la perseverancia y el trabajo duro: una conclusión sin embargo obvia, observando los meteóricas ascensos en la historia de nuestros propios antepasados. Esta confianza autoinducida de su propia superioridad, parece ir mano a mano con el lujo que resulta de la riqueza, socavando el carácter de la raza dominante."
"Cuando el estado de bienestar se introdujo por primera vez en Gran Bretaña, fue aclamado como una nueva cota máxima en la historia del desarrollo humano. La historia, sin embargo, parece sugerir que la edad de la decadencia de una gran nación es a menudo un período que muestra una tendencia a la filantropía y solidaridad con otras razas...Los derechos de ciudadanía son entonces generosamente otorgados a todas las razas, incluso aquellas antes subyugadas, y la igualdad de la humanidad es proclamada. El Imperio Romano pasó por esta fase, la ciudadanía se aplicó por igual a todos los pueblos, y gentes de distitas provincias no originalmente romanas se convirtieron en senadores y emperadores. El Imperio Árabe de Bagdad fue igualmente, tal vez incluso más, generoso. Durante la Edad de las conquistas, árabes de pura raza constituían una clase dominante, pero en el siglo IX el imperio era ya completamente cosmopolita. La asistencia del Estado a los jóvenes y los pobres era igual de generosa. Los estudiantes universitarios recibían subvenciones del gobierno para cubrir sus gastos mientras recibían la educación superior. El Estado ofreció asimismo atención médica gratuita a los pobres. El primer hospital público gratuito fue abierto en Bagdad durante el reinado de Harun al-Rashid (786-809), y bajo su hijo, Mamun, se levantaron hospitales públicos gratuitos en todo el mundo árabe, desde España hasta lo que hoy es Pakistán. La impresión de que siempre serían ricos automáticamente provocó que el imperio en decadencia gastara pródigamente en su propia generosidad y benevolencia, hasta el momento en que la economía se derrumbó, las universidades se cierraron y los hospitales cayeron en la ruina. Tal vez sea erróneo imaginar el Estado del bienestar como el apogeo del logro humano. Puede resultar ser meramente un hito más que aparece con regularidad en el ciclo vital de un imperio envejecido y decrépito"."
"Tampoco es la decadencia algo físico. Los ciudadanos de los países en declive se describen a veces como demasiado emasculados físicamente para poder soportar dificultades o hacer grandes esfuerzos. Esto no parece ser una imagen real. Los ciudadanos de las grandes naciones en decadencia suelen ser físicamente más grandes y más fuertes que las de sus invasores bárbaros...La decadencia es una enfermedad jovenlandesal y espiritual, resultante de un período demasiado largo de riqueza y poder, produciendo cinismo, declive de la religión, pesimismo y frivolidad. Los ciudadanos de una nación así ya no hacen un esfuerzo para salvarse a sí mismos, porque no están convencidos de que nada en la vida merezca la pena ser salvado"
Edit2: ACLARACION:
El porqué de las fechas, de la elección de esas potencias historicas (y no otras) y del uso de la palabra imperio, y su significado para el caso particular del ensayo, explicado en el Spoiler:
Respecto a porqué nombra a esas potencias y no otras, y al alcance de la palabra Imperio en el ensayo:
Traduzco al propio Glubb:
Fijémonos que en dos de las sociedades de ese tipo que el autor estudia en el ensayo (Roma y la Grecia post-Alejandro), Egipto, era una simple provincia. No habla de potencias. Habla exclusivamente de Superpotencias. Que controlaban o influían decisivamente sobre otros Estados o pueblos. Supremacía internacional. No habla de que sea la única definición de Imperio, sino que es ese tipo de sociedad el que estudia, y le llama Imperio en el ensayo. Le podría haber llamado "Patata", realmente el nombbre no es lo importante.
El ensayo habla de pueblos que se convirtieron en superpotencias internacionales controlando, conquistando y/o absorviendo otros pueblos, no de potencias regionales o locales (Egipto, Japón, China, Incas), independientemente de su importancia cultural.
Respecto a las fechas:
El mismo aclara en el preámbulo del ensayo que no pretende una exactitud "matemática" con las fechas, porque los procesos de auge y caída son procesos graduales; sino resaltar el similar proceso de alrededor de 10 generaciones (o 250 años aprox.), y las similitudes de dichos procesos en el auge/caída de ese tipo de sociedades. Es algo que deja bien claro, que las fechas concretas pueden resultar arbitrarias o discutibles, pero lo que no varía es el ciclo de aproximademante 250 años, o 10 generaciones. Década arriba o abajo, no altera la idea central que pretende extraer.
En las páginas 2 y 3 del ensayo (donde está la tabla), se explica todo ello (incluído el porqué de la división de Roma)
Traduzco al propio Glubb:
In this essay, the term ‘empire’ is used to signify a great power, often called today a superpower
En éste ensayo, el término 'Imperio' es usado para denominar a una gran potencia, a menudo llamada hoy superpotencia.
Fijémonos que en dos de las sociedades de ese tipo que el autor estudia en el ensayo (Roma y la Grecia post-Alejandro), Egipto, era una simple provincia. No habla de potencias. Habla exclusivamente de Superpotencias. Que controlaban o influían decisivamente sobre otros Estados o pueblos. Supremacía internacional. No habla de que sea la única definición de Imperio, sino que es ese tipo de sociedad el que estudia, y le llama Imperio en el ensayo. Le podría haber llamado "Patata", realmente el nombbre no es lo importante.
El ensayo habla de pueblos que se convirtieron en superpotencias internacionales controlando, conquistando y/o absorviendo otros pueblos, no de potencias regionales o locales (Egipto, Japón, China, Incas), independientemente de su importancia cultural.
Respecto a las fechas:
El mismo aclara en el preámbulo del ensayo que no pretende una exactitud "matemática" con las fechas, porque los procesos de auge y caída son procesos graduales; sino resaltar el similar proceso de alrededor de 10 generaciones (o 250 años aprox.), y las similitudes de dichos procesos en el auge/caída de ese tipo de sociedades. Es algo que deja bien claro, que las fechas concretas pueden resultar arbitrarias o discutibles, pero lo que no varía es el ciclo de aproximademante 250 años, o 10 generaciones. Década arriba o abajo, no altera la idea central que pretende extraer.
En las páginas 2 y 3 del ensayo (donde está la tabla), se explica todo ello (incluído el porqué de la división de Roma)
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