Antropoman
Lonchafinista
- Desde
- 24 Jun 2024
- Mensajes
- 228
- Reputación
- 477
A principios del siglo XVII franceses y británicos se lanzan de lleno a colonizar Norteamérica. Ya lo habían intentado en otras ocasiones durante el siglo anterior, que habían aprovechado para explorar bien el continente, a espaldas de los españoles; quienes tras el Tratado de Tordesillas, habían dejado claro que no querían otros competidores allí.
En el caso de los británicos, no será hasta 1607 que inicien la construcción del que sería el primer asentamiento permanente en el continente, y la simiente de muchos otros que proliferarán en los años posteriores.
La conocida como tierra de Virginia, llamada así en honor a la reina Elisabeth I, quien ostentaba ese "título" entre los súbditos ingleses, será el lugar elegido para edificar Jamestown. El poblado es llamado así en honor a Jacobo VI de Escocia y primero de Inglaterra, el primer monarca al que podemos considerar británico, pues pudo reinar sobre el conjunto de Islas Británicas.
Los comienzos no serían fáciles. Más allá del peligroso viaje, el clima intempestivo y la escasez de alimentos, los colonos tendrían que hacer frente a infinidad de tribus amerindias, muchas de ellas muy belicosas, así como a fieras y otros peligros.
El oro, las gemas o la plata no abundaban tanto como los viajeros se imaginaban antes de embarcarse rumbo a la puesta de sol.
En el caso de los británicos, no será hasta 1607 que inicien la construcción del que sería el primer asentamiento permanente en el continente, y la simiente de muchos otros que proliferarán en los años posteriores.
La conocida como tierra de Virginia, llamada así en honor a la reina Elisabeth I, quien ostentaba ese "título" entre los súbditos ingleses, será el lugar elegido para edificar Jamestown. El poblado es llamado así en honor a Jacobo VI de Escocia y primero de Inglaterra, el primer monarca al que podemos considerar británico, pues pudo reinar sobre el conjunto de Islas Británicas.
Los comienzos no serían fáciles. Más allá del peligroso viaje, el clima intempestivo y la escasez de alimentos, los colonos tendrían que hacer frente a infinidad de tribus amerindias, muchas de ellas muy belicosas, así como a fieras y otros peligros.
El oro, las gemas o la plata no abundaban tanto como los viajeros se imaginaban antes de embarcarse rumbo a la puesta de sol.