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El creciente negocio del veganismo: "Jamás podría comer con un cadáver en la mesa"
Comelechugas: débiles de cosa productos de la superabundacia dando lecciones jovenlandesales al resto. Suicidaros, dejad de sufrir y dejad de hacer sufrir al resto.
Hay que tener cuidado con esta gente. Son fanáticos y, si algún día se convierten en mayoría o consiguen poder para presionar al gobierno, nos obligarán por ley a comer la misma cosa que ellos.
Lo peor de todo es que mucha gente se convierte en sus compañeros de viajes, y apoyan sus objetivos parciales: prohibir los toros y la caza, restricciones a la industria carnica que encarecen el producto, perrofilia desbocada....
Muchos besugos hasta votan a la secta vegana y animalista del PACMA como partido refugio de voto protesta.
Así se van dando pasos hacia el objetivo final, una sociedad mansa y enferma que no se reproduzca (los veganos son infertiles, las mujeres pierden la regla, y los hombres la libido). Por supuesto, las élites encantadas, ellos comerán chuleton de buey mientras las masas se alimentan de soylent green vegano a base de soja, gluten y azúcar.