Ese golpe ha sido omitido por Carmen alopécico en su ley de manipulación histórica
Así fue el golpe de Estado de 1934 contra la 2ª República que el PSOE no quiere condenar
ElentirSáb 19·9·2020 · 7:00 14
El PSOE pretende reescribir la historia bajo el reclamo de la "memoria democrática", pero ese partido tiene un pasado con episodios abiertamente antidemocráticos.
Cuatro documentos que muestran la retórica golpista del PSOE en la Segunda República
España 1933: cuando la ultraizquierda descarriló tres trenes tras una victoria electoral derechista
La nueva ley socialista condena el golpe de 1936 pero no el de 1934
En el resumen del anteproyecto de ley anunciado por la vicepresidencia del Carmen alopécico se indica que ese texto incluirá "el repudio y condena del golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y la posterior dictadura". La dirigente del PSOE ha hecho bien en concretar a qué golpe de Estado se refiere, pues el del 18 de julio no fue el único que se produjo durante la Segunda República. De hecho, el mayor golpe de Estado anterior a la Guerra Civil lo protagonizó el propio PSOE en octubre de 1934.
El número 7.726 de "El Socialista", periódico oficial del PSOE, publicado el 9 de noviembre de 1933, unos días antes de las elecciones en las que ganó la derecha. El periódico recoge un discurso del presidente del PSOE, Francisco Largo Caballero, amenazando con una revolución violenta y afirmando: "Estamos en plena guerra civil".
Las violentas amenazas del PSOE contra las primeras elecciones con voto femenino
En noviembre de 1933 se convocaron en España las primeras elecciones en las que las mujeres pudieron ejercer su derecho a votar. Unos días antes de las elecciones, y ante la probable victoria de la derecha, el presidente del PSOE, Francisco Largo Caballero, había amenazado: "haremos la revolución violentamente", y añadió: "Estamos en plena guerra civil", unas amenazas golpistas que fueron publicadas por el número 7.726 de "El Socialista", el periódico oficial del PSOE. En ese mismo discurso, Largo Caballero empieza a mostrar el desapego de los socialistas por la República ante la previsible derrota electoral de la izquierda: "Tenemos que luchar como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee, no una bandera tricolor de una República burguesa, sino le bandera roja de la Revolución socialista".
La derecha ganó las elecciones y la izquierda contestó con una ola de atentados
A pesar de las amenazas, la derecha ganó los comicios con el 40,57% de los votos, obteniendo un total de 197 escaños, frente a los 100 de la izquierda (21,68% de los votos) y los 138 de los partidos republicanos de centro (15,26%). La izquierda manifestó su rechazo al resultado electoral sin ningún disimulo e incluso con graves episodios de violencia. Los anarquistas cometieron una serie de atentados terroristas que incluyeron ataques contra tres trenes, que se saldaron con 23 personas asesinadas en La Coruña, La Rioja y Zaragoza. En los meses siguientes, el PSOE y el resto de la izquieda desató una ola de amenazas para impedir que la derecha vencedora en las elecciones accediese al poder.
El expreso 702 Barcelona-Sevilla tras su descarrilamiento en el barranco del Puig (Valencia) en la noche del 9 al 10 de diciembre de 1933, a causa de un atentado anarquista (Foto: diario Ahora).
El PSOE cumplió sus amenazas y encabezó un sangriento golpe de Estado
Como parte de esa campaña de coacción, el 25 de septiembre de 1934 el periódico oficial del PSOE anunció sin disimulo una "bendita" guerra ante las previsiones de que la CEDA accediese al Gobierno. El 3 de octubre varios ministros de derechas se incorporaron por fin al Gobierno, y la izquierda no dudó en cumplir sus amenazas: el 5 de octubre el PSOE encabezaba una rebelión armada en Asturias con el apoyo del Partido Comunista de España (PCE, a las órdenes de la Internacional Comunista controlada por el dictador Stalin desde Moscú) y los anarquistas de la CNT.
El golpe del PSOE fue brutal y sangriento: los golpistas asesinaron a 33 sacerdotes y religiosos y a 300 militares y miembros de las fuerzas del orden, y además destruyeron 17 iglesias, 40 edificios religiosos y docenas de fábricas, puentes, casas y edificios públicos. A pesar de la gravedad de los hechos, los golpistas no pasaron ni un año y medio en prisión, pues una de las primeras cosas que hizo la izquierda tras llegar al poder en febrero de 1936 fue conceder una amnistía a los implicados.
Un golpe que ensalza sin rodeos un documento de la web del PSOE
El PSOE nunca se ha retractado por su participación en ese golpe de Estado ni ha pedido perdón por los crímenes cometidos en él. Al contrario: se ha dedicado a ensalzarlo. Un ejemplo de ello es un documento publicado en la web del PSOE que justifica abiertamente aquel golpe de 1934, afirmando que la entrada de ministros de la CEDA en el Gobierno significaba "una infiltración criptofascista en el poder".
Golpistas armados con fusiles de asalto durante el golpe de Estado encabezado por el PSOE en octubre de 1934.
El documento, publicado con motivo del centenario de la agrupación socialista de Oviedo, elogia sin rodeos a los golpistas, destacando "el bravo heroísmo de las fuerzas proletarias luchando por sus ideales". ¿Asesinar a religiosos y a militares y destruir iglesias y fábricas es lo que el PSOE entiende por "heroísmo"? Imaginemos por un momento cómo reaccionaría la izquierda si cualquier partido del Parlamento dijese algo así sobre el 18 de julio. Pues el PSOE lo dice sobre otro sangriento golpe contra la República, que casualmente no condena en su ley de manipulación de la historia. ¿Y éste es el partido que dice abanderar la "memoria democrática"?
---
Foto principal: militares y guardias civiles mostrando los fusiles incautados a los golpistas tras sofocar el golpe de Estado de 1934 en Asturias, encabezado por el PSOE.