El año de los tiros o la colonización inglesa de España

aguatico de pescaico

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Fueron los soldados del Regimiento de Pavia, pero no se sabe a ciencia cierta quien dio la orden. 12.000 personas en huelga congregadas en manifestación en una plaza del pueblo de Minas de Riotinto en ambiente festivo reclamando el fin de la contaminación, mejoras en las condiciones de trabajo y que se permitiera al suelo volver a producir las plantas que dotan al ser humano de sustento. Con el testimonio de centenares de personas que presenciaron el hecho, podemos afirmar que los manifestantes no profirieron ni un grito subversivo, no salió de ellos una provocación ni un acto que molestase a la tropa ni a las autoridades.

Pero dispararon contra todo bicho viviente. Fue una escabechina. No se sabe el número exacto de muertos. Se llevaron muchos cadáveres en tren al embarcadero de Huelva y fueron arrojados al Océano Atlántico, otros enterrados en fosas. Fueron cientos muy probablemente. Hubo muchas casas que no volvieron a abrir en el pueblo, sus habitantes habían perecido.
China tiene que mirar al Río Tinto - Rankia




En el siglo XIX, tras las enésimas quiebras de España, el gobierno decidía malvender las joyas de la corona nacionales. Entre ellas, la más rica de todas las minas en el mundo por aquel entonces: Las famosas Minas de Rio tinto y Tharsis, en Huelva.


Se podrían verter ríos de tinta sobre los años de ocupación inglesa en Huelva.


1888 todavía se recuerda como el año de los tiros:

El 4 de febrero de 1888 los agricultores, mineros y vecinos de la cuenca minera se congregaron en la plaza del antiguo pueblo de Ríotinto, en las faldas de las Cortas, para protestar por los efectos de los humos sulfurosos que producían las teleras, aquellas calcinaciones de mineral al aire libre que eliminaban toda forma de vida vegetal y afectaba a la salud de las personas y animales.
La Compañía y las autoridades locales se asustaron ante la avalancha de gente y pidieron ayuda al gobernador civil de Huelva, quien se presentó en la localidad con soldados del Regimiento de Pavía dispuesto a reprimir la pacífica manifestación ¿Cuantos fueron los muertos?

No se sabe. La opacidad con la que se trató la masacre en 1888 ha impedido que los investigadores pongan un número redondo a las víctimas de aquellas descargas indiscriminadas de los soldados en la Plaza de la Constitución. Para La Compañía , la Rio Tinto Co Ltd., solo hubo 13 muertos (el informe remitido decía killed=asesinados), en una relación listada enviada a la matriz londinense, con nombre, edad, procedencia y estado civil. Sin embargo, se habla de que hubo cientos de muertos, que se hicieron desaparecer enterrándolos en los guanoles, en profundas galerías y hasta en el mar. Hubo casas que nunca más abrieron sus puertas porque sus habitantes no aparecieron, pudieran estar muertos o haber huido de la zona ante la dimensión de la tragedia y las consecuencias que pudiera tener para ellos.

Tras las descargas de fusilería los muertos quedaron en la Plaza y nadie pudo acercarse a auxiliarlos y recogerlos. Desde el primer momento se trató de que no se conociese el alcance de la masacre. El gobernador civil de Huelva, Agustín Bravo y Joven, negó que hubiera dado la orden de disparar. ¿Quién la dio? Dos días después de los sucesos envió un telegrama a Madrid: ” 13 cadáveres identificados y sepultados. 12 heridos reconocidos: Ningún extranjero, mujer o niño ha sido lesionado”. Falso, hubo mujeres y niños entre los muertos, y si no hubo reclamaciones sobre familiares desaparecidos fue por temor a las represalias. El propio gobernador A pesar de que aquel escandaloso suceso incomodó a las autoridades españolas, poco se hizo frente al inmenso poder acumulado en los 15 años que la Rio Tinto Limited Company llevaba en Huelva. Había creado un gran emporio industrial que atraía a gente de toda España, construyó un ferrocarril de 83 kilómetros hasta la capital, creó un muelle y dragó una zona de la ría onubense para que pudieran entrar los grandes cargueros de mineral donde antes apenas navegaban barquitos de pescadores, y tras*formó con su enorme actividad la vida de toda la provincia.

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Nadie era capaz de oponerse a “La Compañía”, la empresa británica que había comprado el suelo y subsuelo de las minas , y los campos y pueblos que la rodeaban. “Una compañía extranjera monopoliza en Ríotinto la vida entera de la región. La Compañía es dueña absoluta de la tierra, del subsuelo, del aire, de las cumbres, y de las vidas y las haciendas”, así lo describía aún en 1932 la voz de Concha Espina recogida en el radiodocumental “Ríotinto, la memoria de las entrañas de la tierra”.

Nunca en la historia de España se había producido una gran manifestación en la que los agricultores, mineros y vecinos de las localidades de la cuenca minera, y aun de otros pueblos de la provincia, coincidieran para pedir el fin de las teleras, un método que estaba ya prohibido en el Reino Unido cuando la RTCL se instaló en España, pero que buscando la máxima rentabilidad impuso en nuestras minas. Los mineros protestaban tanto por los efectos de los humos como por mejoras laborales ante la insalubridad del trabajo, mientras que los agricultores atacaban los efectos de la contaminación producida por la industria frente a la defensa de la propia tierra. Aunque cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, bien podría haberse elegido el 4 de febrero en recuerdo de aquellos sucesos. El día fue elegido por la ONU justamente cien años después (1973) de que los británicos iniciasen la explotación de las minas de la cuenca del río Tinto.

Nadie hablaba entonces del medio ambiente, nadie sabía lo que era eso. Solo sabían que los efectos de los humos sulfurosos que salían de aquellas piras donde se calcinaba el mineral al aire libre no permitían la existencia de vegetación, y las personas y animales enfermaban. Pero además, cuando se extendía “la manta” los obreros no podían trabajar y no cobraban de La Compañía, lo que agravaba la situación ante unos jornales de miseria. Sostiene el historiador Juan Manuel Pérez López, en un artículo publicado en la revista Nervae, que “el año de los tiros marca un antes y un después en la historiografía de la cuenca minera” y descubría qué fue del líder que encabezó aquellas manifestaciones, el agitador Maximiliano Tornet, quien llegó a la zona en 1883, tras ser expulsado de Cuba por sedicioso.

Ningún estudioso de la tragedia sabía lo que había sido de él. Aquel sábado de febrero estaba negociando con la alcaldía de Ríotinto el fin de las teleras cuando en el Salón del Ayuntamiento sonaron las descargas de fusilería. La gente huyó despavorida, algunos heridos fueron rematados con la bayoneta, y el suelo de la principal Plaza de Ríotinto se tiñó de sangre. Tornet salió al balcón y vio la masacre, huyó y nunca más se supo de él. Algunos lo ubicaban entre los secretos enterramientos de aquellos días y otros decían que había pasado a Portugal. Su destino real, Argentina, donde moriría. El misterio acaba de quedar al descubierto gracias a las posibilidades de Internet.
...

El alcalde de Ríotinto, capataz empleado de La Compañía, contestaba que aunque los humos no son agradables y ocasionaban algún perjuicio a la agricultura del distrito, el Ayuntamiento no tenía autoridad para decidir nada y la posible solución debía ser tomada por el Gobierno. Mientras, el Pleno del Ayuntamiento de Nerva, del 11 de octubre de 1887, sostenía que paralizar las actividades supondría la ruina inmediata para las poblaciones mineras. Incluso unos días antes de la gran manifestación el consistorio nervense señalaba que no había tenido ninguna queja y que cuatro de cada cinco vecinos dependían de la mina, por lo que rechazaba las demandas de los manifestantes. Es más, tras los sangrientos sucesos, el Ayuntamiento de Nerva se opuso reiteradamente al Decreto aprobado por el Gobierno el 29 de febrero prohibiendo las calcinaciones, aunque daba un plazo de tres años que no se cumplió; a los dos años el Decreto fue derogado. Se abrió un debate entre el mundo industrial del progreso que representaba la minería y el viejo mundo rural que representaban los agricultores. Las teleras necesitaban además gran cantidad de madera para su combustión, lo que añadió el problema de la deforestación abusiva que padeció la provincia.

La Compañía amenazó con despedir a 1.300 obreros si se prohibían las calcinaciones, lo que no ocurrió hasta 1907, poco antes de la llegada de Walter Browning (el llamado Virrey de Huelva) como director general. A pesar de su mal recuerdo, por sus métodos expeditivos, él fue quien contrató al agrónomo danés Kai Hase para reforestar toda la zona, iniciando la silvicultura extensiva en Huelva. La empresa no estaba dispuesta a terminar con las teleras y alegaba que por sus “circunstancias especialísimas no se puede poner en duda el derecho adquirido”. Ni más ni menos recordaba que las minas no son una concesión o un arrendamiento y se remite al contrato de compra-venta por el que se adueñó de las tierras, lo que -según ella- legalizaba la calcinación de 2 millones de toneladas al año (1887) que diariamente lanzaban a la atmósfera hasta 600 toneladas de gases tóxicos. La gente no solo enfermaba sino que por ello podía perder su trabajo. Poco parecía que le importase la vida y salud de las personas, por lo que ante la presión ciudadana recordó el carácter semicolonial de aquellas propiedades, de las que los banqueros Rothchilds se habían convertido en los principales accionistas.


---------- Post added 17-may-2014 at 14:53 ----------

Gran reportaje:

reportaje
 
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Ya en aquella época, en Huelva se decía:

"¿Y qué es la Compañía?, ¿eh, qué es la
jodida Compañía? ... Te lo diré yo: un fantasma, un maldito fantasma
Por eso nos puede. Porque no hay oídos a los que hablarle, ni ojos
a los que mirar. No tiene un corazón al que llamar con los nudillos.
Ni siquiera un rostro al que darle la bofetada ...


Perfecta descripcion de lo que eran los inicios de la primera globalización e iba a ser la última fase del capitalismo, la segunda globalización, la que nos devora en la actualidad.

La Restauración borbónica estaba dispuesta a vender todo el país a los capitales extranjeros, abriendo los brazos al expolio de par en par. RioTinto fué el Gran Gibraltar económico.

Con dividendos anuales que rondaban al final del siglo XIX el 37-40%. La colonia de RioTinto como forma de dominación socio-laboral, de los recursos y política. Los ingleses, como en un "Elisium" decimonónico vivían en sus barrios de Buenavista, cercados, vigilados por sus mercenarios, donde estaba estrictamente vetada la entrada de ningún nativo (español).

En Jerez de la Frontera lo británico ha estado siempre presente en la propia calle, y aún hoy lo sigue estando: carteles y nombres sobre los muros de las bodegas, las etiquetas de las botellas, la denominación de los tipos de vino (cream, pale cream), la propia cultura ecuestre, la anglofilia estética de los señoritos, algún que otro vocablo de uso habitual, incluso una traducción admitida del nombre de su vino -sherry-.

Pero en Huelva fué bien distinto. En Riotinto se trataba de una compra global de una mina al Estado, en Jerez de una penetración múltiple de iniciativas empresariales diversas. En Riotinto se derivó una presencia "encapsulada" (casi un appartheid) de los británicos en la comarca, en Jerez
se fundieron con diversas familias pudientes locales.
 
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Pues eso han hecho siempre las potencias coloniales, España incluida, en los sitios a los que llegaban.
 
En su apogeo a comienzos de siglo, del puerto de Huelva partía casi la mitad de la pirita mundial, aportando Rio Tinto una tercera parte del total, llegando a genenar el 44% de la producción mundial de piritas hacia 1912.

La clave del éxito apabullante de la companía Río Tinto en esos años fue su activo intervencionismo sobre el poder político español, con el fin de salvaguardar a la sociedad de cualquier iniciativa legislativa inconveniente.

Los Rothschild se habían destapado como maestros en este empeño en otros negocios en España. Así que desde la apertura de su Agencia en España, en 1835, los Rothschild tuvieron cuidado en ir reclutando entre la clase política español a personajes emblemáticos, con el indisimulado fin de influir sobre el Gobierno y demás instituciones del Estado en provecho propio y de sus empresas.

Como norma, estas clientelas políticas se repartían en los consejos de administración de estas empresas (PUERTA GIRATORIA :tragatochos:), muy especialmente en la ferroviaria MZA, en la que encontramos una interminable lista de ministros de fomento, hacienda y hasta cuatro presidentes del Consejo de Ministros (Alejando Mon, Eduardo Dato, García Prieto y Bugallal). En Peñarroya Ltd. pesaron los Figueroa, Gonzalo y Alvaro, Conde de Romanones, que eran además accionistas de la firma desde 1912, así como José Canalejas Casas y sus dos hijos, Luis y José Canalejas Méndez.


Valiéndose de la débil legislación liberal y la desidia de los distintos gobiernos, acabarán asumiendo el control de los recursos económicos a través de distintas actuaciones como, instauración de un paternalismo industrial, control de las instituciones sociales, acaparamiento del poder político También introdujeron un sistema de control del mercado de trabajo a través de la creación de una Oficina de Registro de Personal consu pertinente gestión documental apoyada en redes de información social, censurando duramentela actividad politica o sindical de sus trabajadores, con la creación de listas negras.

Tras tres décadas de apabullante éxito empresarial se produce un claro punto de inflexión en el devenir de la Río Tinto Co. en España, que podemos situar en 1920. Ese año confluyen para la empresa una serie de elementos muy negativos, como son la saturación del mercado mundial de cobre y piritas, que hundió los precios, el extraordinario aumento de la conflictividad en la mina, que tiene su cenit en la gran huelga de 1920 y una serie de desencuentros con el gobierno español, que conectan claramente con el creciente nacionalismo económico que surge de la gestión de Francesc Cambó y se va incrementando a lo largo de la dictadura de Primo de Rivera y la República, además de la mala imagen que había cimentado la Río Tinto Co. a todos los niveles, aumentados por la queja de las élites españolas por la xenofobia de la empresa, que apenas aportaba nada a la economía española y no integraba un solo técnico o gestor del país. Todo lo cual obligó a Río Tinto a reconsiderar sus estrategias en España y, finalmente, diseñar su huida del país.
...
Décadas después, Henry Kissinger, directivo de la multinacional Freeport McMoRan, propietaria de Atlantic Copper, y secretario de estado en la época del presidente Nixon, desembarcó en Huelva para adquirir las Minas de Riotinto y la Fundición de Cobre situada en la ría de Huelva.

Cerró las primeras y dejó en la ruina a la Cuenca Minera, al traer el concentrado de cobre desde su mina de Indonesia. De esta manera, dedicó la histórica Mina de Riotinto a mero vertedero de sus residuos.

...los camiones de Kissinger “tras*portaban 40000 toneladas al año de ácidos débiles para vertirlos de una forma que en su país nunca le habrían tolerado”. En el año 1994, José Manuel Cantó, doctor en Geología y funcionario de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, denunció que la Junta no estaba tomando medidas contra las empresas que vertían miles de toneladas de ácidos débiles en depósitos mineros inadecuados. Tras su denuncia, la Junta lo suspendió de empleo y sueldo durante cuatro años, pero se inició un proceso judicial que terminó por darle la razón.

Sin embargo, tras haber sido condenada por delito ecológico, la empresa obtuvo premios de gestión ambiental. En febrero de 2003, la Revista Andalucía ECONÓMICA le otorga, por unanimidad, el Premio Gestión Medioambiental. Además, en 2004, recibe el “Premio Doñana” a la Empresa Sostenible. El jurado destaca “su gran compromiso medioambiental y social, que se ha traducido en importantes inversiones en medio ambiente y en la extensión de un modelo de sostenibilidad que sirve de referencia para la empresa industrial en Andalucía”.

En 2010 se dicta otra sentencia, por los Juzgados de Huelva, obligando a Atlantic Copper a presentar un plan de neutralización de los ácidos débiles vertidos al embalse presa nº 1 de la antigua mina de Riotinto y el vaciado del mismo, pues se había almacenado un gran volumen de aguas ácidas muy agresivas, en condiciones de originar indefinidamente vertidos a la red de drenaje”

La contaminación en Huelva abarca distintos ámbitos: desde los vertidos directos a la Ría procedentes de distintas industrias del Polo Químico de la avenida Francisco Montenegro, como las continuas fugas de hidrocarburos de CEPSA, los depósitos de residuos de Atlantic Copper en las minas de Riotinto y en Aznalcóllar o los realizados en plena marisma de la ría de Huelva por Fertiberia y Foret. Se trata de las conocidas como balsas de fosfoyesos. Estas balsas han recibido, además de los propios fosfoyesos, otros residuos peligrosos: distintos metales pesados, ácidos débiles, arsénicos, cadmio radioactivo, etc. Además, existen emisiones de gases tóxicos al aire. Entre ellos destaca el arsénico, PM10 y PMD5, procedentes de Atlantic Copper. Todo esto supone un cóctel químico muy peligroso para los habitantes de la Ría de Huelva y su medioambiente.

---------- Post added 20-may-2014 at 02:18 ----------





Y así hasta la actualidad. El saqueo, la contaminación, la corrupción política, el bipartidismo parasitario, los lobbys empresariales, etc... la situación 150 años despues en poco ha cambiado:

La catástrofe medioambiental de Huelva desde el franquismo hasta nuestros días: Crónica de una perversión subvencionada con fondos públicos.
 
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¿Y cómo se acabó con la memoria de los hechos acontecidos en la masacre de 1888?

Con otro acto de barbarie. Para bajar la conflictividad creciente, asegurar el desarraigo y el olvido de la población, en 1916 se decidió desalojar y volar la antigua localidad de Rio Tinto, para extraer el minera que pudiera haber en su subsuelo. Un pueblo milenario borrado de la faz de la Tierra:


La plaza antes de ser volada:

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El 15 de septiembre de 1916 la suntuosa Iglesia y testigo de los hechos lamentables del 4 de febrero de 1888, era destruida pos la voladura que pondría fin a tantos años de culto en el viejo pueblo de La Mina.

El nuevo poblado, construido en el Valle, se repobló con gentes trabajadoras llegadas de toda España y de la vecina Portugal.

Igualmente, así quedó volada la memoria para siempre, enterrada bajo los residuos contaminantes, la codicia y la represión.
 
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Vi una web impactante hace tiempo, era una de los primeros blogs sobre Riotinto. Ahora hay muchos, y las imágenes son de primera mano, como las de un tal Pizarro, fotógrafo, viajero y divulgador.


Ri%CC%81o_Tinto_Puente_Puebla_Condado.jpg


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RUTA DEL RÃO TINTO (BERROCAL- LA PALMA DEL CONDADO (03/03/12)). ~ Locandares. Amigos del Senderismo.



Berrocal, Riotinto

... "el barrio inglés de Bellavista compuesto por mansiones de la época victoriana, el museo dispone de una casa reconstruida y decorada según esa época y que puede ser visitada junto con la Iglesia presbiteriana.

... en Riotinto se jugó el primer partido de futbol en España en 1.874, por aquí entró también el golf -todavía existe el club Bellavista- o el tenis, todo el pueblo de Riotinto fue creado por al empresa, puesto que el antiguo núcleo desapareció con la expansión de la mina.

... se conserva la mina a cielo abierto más grande de Europa, la Corta Atalaya con casi 400 mts de profundidad.
... los monumentos megalíticos, los encontraremos en toda la comarca pero son especialmente importante los dólmenes de El Pozuelo,



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La Comarca y el legado británico | Berrocal Rural

Almería, Jaén, Huelva, Andalucía minera y crucificada.

---------- Post added 25-jul-2015 at 08:11 ----------

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En su apogeo a comienzos de siglo, del puerto de Huelva partía casi la mitad de la pirita mundial, aportando Rio Tinto una tercera parte del total, llegando a genenar el 44% de la producción mundial de piritas hacia 1912.

La clave del éxito apabullante de la companía Río Tinto en esos años fue su activo intervencionismo sobre el poder político español, con el fin de salvaguardar a la sociedad de cualquier iniciativa legislativa inconveniente.

Los Rothschild se habían destapado como maestros en este empeño en otros negocios en España. Así que desde la apertura de su Agencia en España, en 1835, los Rothschild tuvieron cuidado en ir reclutando entre la clase política español a personajes emblemáticos, con el indisimulado fin de influir sobre el Gobierno y demás instituciones del Estado en provecho propio y de sus empresas.

Como norma, estas clientelas políticas se repartían en los consejos de administración de estas empresas (PUERTA GIRATORIA :tragatochos:), muy especialmente en la ferroviaria MZA, en la que encontramos una interminable lista de ministros de fomento, hacienda y hasta cuatro presidentes del Consejo de Ministros (Alejando Mon, Eduardo Dato, García Prieto y Bugallal). En Peñarroya Ltd. pesaron los Figueroa, Gonzalo y Alvaro, Conde de Romanones, que eran además accionistas de la firma desde 1912, así como José Canalejas Casas y sus dos hijos, Luis y José Canalejas Méndez.


Valiéndose de la débil legislación liberal y la desidia de los distintos gobiernos, acabarán asumiendo el control de los recursos económicos a través de distintas actuaciones como, instauración de un paternalismo industrial, control de las instituciones sociales, acaparamiento del poder político También introdujeron un sistema de control del mercado de trabajo a través de la creación de una Oficina de Registro de Personal consu pertinente gestión documental apoyada en redes de información social, censurando duramentela actividad politica o sindical de sus trabajadores, con la creación de listas negras.

Tras tres décadas de apabullante éxito empresarial se produce un claro punto de inflexión en el devenir de la Río Tinto Co. en España, que podemos situar en 1920. Ese año confluyen para la empresa una serie de elementos muy negativos, como son la saturación del mercado mundial de cobre y piritas, que hundió los precios, el extraordinario aumento de la conflictividad en la mina, que tiene su cenit en la gran huelga de 1920 y una serie de desencuentros con el gobierno español, que conectan claramente con el creciente nacionalismo económico que surge de la gestión de Francesc Cambó y se va incrementando a lo largo de la dictadura de Primo de Rivera y la República, además de la mala imagen que había cimentado la Río Tinto Co. a todos los niveles, aumentados por la queja de las élites españolas por la xenofobia de la empresa, que apenas aportaba nada a la economía española y no integraba un solo técnico o gestor del país. Todo lo cual obligó a Río Tinto a reconsiderar sus estrategias en España y, finalmente, diseñar su huida del país.
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---------- Post added 20-may-2014 at 02:18 ----------





Y así hasta la actualidad. El saqueo, la contaminación, la corrupción política, el bipartidismo parasitario, los lobbys empresariales, etc... la situación 150 años despues en poco ha cambiado:

La catástrofe medioambiental de Huelva desde el franquismo hasta nuestros días: Crónica de una perversión subvencionada con fondos públicos.

Y pensar que la clase política española que le ponía el ojo ciego a los Rostchild no permitió que un empresario extremeño construyera una refinería de petróleo porque precisaba un oleoducto que pasaba a 15 km de Doñana y podía ser potencialmente contaminante. País de canallas.
 
Las minas de Riotinto fueran vendidas a los Rothschild en 1873, es decir, durante la Primera República.

La matanza de manifestantes tuvo lugar siendo Presidente del Gobierno el liberal Práxedes Mateo Sagasta, alias "Hermano Paz", quien fue Gran Maestre del Gran Oriente de España.
 
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