Eso es imposible. La grasa es nuestro seguro de vida, nuestra libreta de ahorros, es el último recurso para obtener energía por nuestro metabolismo, antes la saca de donde sea.
Cuando estamos en reposo la energía sale del glucógeno, no de la grasa, ésta sólo se quema después de media hora aproximadamente haciendo ejercicio intenso o activando el metabolismo. Precisamente ayunar o hacer dietas aumenta los niveles de grasa porque nuestro cerebro cree que hemos entrado en una situación de falta de alimentos y responde guardando lo poco que comemos, ralentizando el metabolismo dando así pie a debilitar nuestro organismo y favorecer las enfermedades.
Como ya he dicho muchas veces, el metabolismo funciona a largo plazo, las consecuencias de nuestras equivocaciones muchas veces aparecen cuando ya no tienen remedio.
Lo que dices es correcto, pero no es toda la historia.
En estado natural la supervivencia de un animal pasa por dos estrategias: resistir (pasiva) o desplazarse/luchar (activa).
Si eres sedentario y estás todo el día comiendo estás preparando al cuerpo para la estrategia pasiva. Te estás comportando como el animal que hiberna y tiene que aprovechar el verano para comer todo lo posible, porque durante los meses invernales no va a probar bocado. En ese caso lo mejor es acumular reservas en forma de grasa, que almacena mucha más energía por gramo que el glucógeno.
El problema, por supuesto, es que, en nuestro estilo de vida actual, ese invierno nunca llega.
En cambio, si haces ejercicio intenso regularmente y, aparte, mediante el ayuno, creas el simulacro de una situación en la que no hay comida continuamente disponible, estás preparando al cuerpo para la estrategia activa. En ella las reservas se acumulan preferentemente como glucógeno, que es el combustible que usan los músculos y el cerebro, que son los que se supone que vas a usar para escapar de las dificultades.
En la estrategia pasiva, en reposo se prioriza el consumo de glucógeno y el almacenamiento de grasa. Como el glucógeno se agota rápidamente en seguida se siente hambre y se vuelve a comer, retroalimentando el ciclo. En la estrategia activa es al revés: cuando estás en reposo consumes proporcionalmente más grasa, porque el cuerpo "atesora" el glucógeno que piensa que va a necesitar para escapar, luchar, etc. Incluso la gente delgada tiene suficiente grasa para que el cuerpo no tenga la necesidad de comer continuamente, así que se produce una retroalimentación en sentido contrario.
Al menos, ésta es la composición de lugar que yo me hago para planificar mis comidas y entrenamientos, y de momento me va bien. No te puedo decir que me base en estudios o artículos científicos concretos, es como yo pienso que funciona el asunto a partir de la experiencia y de leer cosas aquí y allá.