maria urizar
Madmaxista
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Y CLARO QUE LAS CELULAS TIENEN CAPACIDAD DE RECUPERCIÓN EL PROBLEMA ESTA CUANDO UNA SÓLO SE REPARA MAL, y cuando mayor exposición a la radiación más posibilidades de que vaya mal, con todas sus consecuencias:
Aspectos generales de protección radiológica en medicina nuclear
Las radiaciones ionizantes (rayos X; radiación gamma, alfa, beta, neutrones) son un tipo de radiación con energía suficiente capaz de arrancar electrones de los átomos quedando como resultado un electrón (carga negativa) y un ion cargado positivamente (ionización). Este proceso de ionización puede ser de forma directa (el producido por partículas cargadas: alfa y beta) y su blanco principal lo constituye el núcleo de la célula y específicamente, el ADN; o indirecta (el producido por partículas sin carga: neutrones y por radiación electromagnética: Rayos X y fotones) y su efecto nocivo parte de la absorción de energía por el medio en que se encuentran las moléculas, provocando la ionización del agua la cual da lugar a la aparición de radicales libres y otros agentes altamente oxidantes que atacan al ADN provocando cambios químicos en las moléculas(2,3). De ahí que el efecto biológico de las radiaciones ionizantes son la consecuencia de la ionización de los átomos que conforman las biomoléculas, produciendo cambios químicos que alteran o erradican las funciones que ellas desempeñan(4).
Es importante destacar que los daños al ADN de la célula o a otra molécula blanco pueden ser irreversibles o reversibles. Si el daño es irreversible, la célula muere; pero si es reversible, pueden ocurrir dos cosas: una, que los mecanismos de reparación biológica logren que la célula sea viable y continúe ejerciendo su función; y dos, que la célula no se repare correctamente y ocurran cambios bioquímicos que provoquen la mutación de la célula generando desórdenes hereditarios o la aparición de un cáncer. Los daños biológicos se agrupan en dos categorías generales: estocásticos o probabilísticos y no estocásticos o deterministas(5).
Aspectos generales de protección radiológica en medicina nuclear
Las radiaciones ionizantes (rayos X; radiación gamma, alfa, beta, neutrones) son un tipo de radiación con energía suficiente capaz de arrancar electrones de los átomos quedando como resultado un electrón (carga negativa) y un ion cargado positivamente (ionización). Este proceso de ionización puede ser de forma directa (el producido por partículas cargadas: alfa y beta) y su blanco principal lo constituye el núcleo de la célula y específicamente, el ADN; o indirecta (el producido por partículas sin carga: neutrones y por radiación electromagnética: Rayos X y fotones) y su efecto nocivo parte de la absorción de energía por el medio en que se encuentran las moléculas, provocando la ionización del agua la cual da lugar a la aparición de radicales libres y otros agentes altamente oxidantes que atacan al ADN provocando cambios químicos en las moléculas(2,3). De ahí que el efecto biológico de las radiaciones ionizantes son la consecuencia de la ionización de los átomos que conforman las biomoléculas, produciendo cambios químicos que alteran o erradican las funciones que ellas desempeñan(4).
Es importante destacar que los daños al ADN de la célula o a otra molécula blanco pueden ser irreversibles o reversibles. Si el daño es irreversible, la célula muere; pero si es reversible, pueden ocurrir dos cosas: una, que los mecanismos de reparación biológica logren que la célula sea viable y continúe ejerciendo su función; y dos, que la célula no se repare correctamente y ocurran cambios bioquímicos que provoquen la mutación de la célula generando desórdenes hereditarios o la aparición de un cáncer. Los daños biológicos se agrupan en dos categorías generales: estocásticos o probabilísticos y no estocásticos o deterministas(5).
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