Kalanders
Jolly Roger
La historia indicaba que el ex primer ministro británico Winston Churchill y el líder francés Charles de Gaulle eran fuertes aliados. Pero el martes por la noche se revelaron archivos confidenciales sobre el intento anglo-norteamericano de eliminar políticamente a quien es, para muchos, la figura francesa más importante del siglo XX.El 21 de mayo de 1943 Churchill envió desde Washington dos telegramas secretos a su gabinete de guerra, bajo la firma de Britman. El premier británico consultó a su vice, Clement Attlee, y a su canciller, Anthony Eden, sobre las cuestiones estratégicas que había abordado en sus conversaciones con el presidente estadounidense, Franklin Delano Roosevelt.En ese momento De Gaulle se encontraba exiliado en Londres y convertido en líder de Francia Libre. Era también el jefe político de la resistencia a los nazis, que controlaban el gobierno títere de Vichy.Pero tanto Churchill como Roosevelt no le tenían ninguna simpatía. Este lo llamaba la Novia. Y Churchill se quejó en uno de los telegramas: No ha luchado desde que abandonó Francia.Debo advertirles solemnemente sobre una severa situación que se está desarrollando, afirmó Churchill en sus telegramas, en los que explicaba que quería eliminar como fuerza política al arrogante y obstinado francés.Según escribió John Lichfield en el matutino The Independent, esta sangrienta oferta podría haber tras*formado la historia de la posguerra europea, casi certeramente para peor.Tanto los telegramas de Britman como las firmes y pro gaullistas respuestas de Attlee y Eden, se mantuvieron en secreto por 57 años y finalmente fueron abiertas el martes.Pido a mis colegas que consideren urgentemente si no debemos eliminar ahora a De Gaulle como fuerza política, sugirió en su primer telegrama Churchill.Dijo además que estaba preparado para defender esta política en el Parlamento y demostrarle al mundo que el movimiento de no rendición en Francia, alrededor del cual se construyó la leyenda de De Gaulle, no tiene ninguna identidad con este hombre vanidoso y maligno. El odia a Inglaterra y ha dejado una estela de anglofobia detrás de él, en todas partes.Churchill urgió a su gabinete a frenar la ayuda financiera a Francia Libre a menos que el movimiento acordara remover a De Gaulle como líder.En la segunda misiva, el mismo día, Churchill acusó a De Gaulle de tener tendencias fascistas, aunque coquetea con los comunistas, e hizo alusión a documentos acusatorios aportados por Roosevelt, incluyendo actividades ilegales del movimiento Francia Libre en Estados Unidos.En otros documentos diplomáticos intercambiados entre Londres y Washington se revelaron detalles de la conspiración de ambas naciones para librarse de De Gaulle.Después de dos días, Attlee convocó a una reunión de emergencia del gabinete de guerra en la noche del 23 de mayo. Las respuestas a Churchill fueron concluyentes. Los telegramas enviados a Washington señalaron que, pese a que De Gaulle podía ser un hombre difícil, contaba con la lealtad de muchos franceses determinados a enfrentar a los alemanes.Para Attlee y Eden, si De Gaulle llegaba a ser eliminado políticamente, se convertiría en un mártir nacional; nos encontraríamos acusados de interferir inapropiadamente en los asuntos internos de Francia.En realidad, Churchill y Roosevelt estaban furiosos con De Gaulle por su papel en Argelia, ya que consideraban que el general francés no había ayudado allí a la causa aliada.Los líderes de Estados Unidos y Gran Bretaña querían al general Henri Giraud -quien se encontraba en Argelia, colonia francesa invadida por los norteamericanos en ese entonces- al frente de las fuerzas de liberación francesas. De Gaulle se negaba a cooperar con Giraud, temiendo la actitud de los norteamericanos para con Francia una vez concluida la Guerra Mundial.
Churchill y Roosevelt quisieron librarse del general De Gaulle
La guerra secreta en Francia
por Daniele Ganser
Si existe en Francia un secreto bien guardado es sin dudas el de la sangrienta guerra que los servicios secretos anglosajones libraron a lo largo de 60 años en París por el control de la vida política de la nación. Al revelar las peripecias de este enfrentamiento histórico, el historiador suizo Daniele Ganser subraya el papel del general Charles de Gaulle y sus seguidores en el proyecto nacional francés. Inicialmente respaldado por la CIA para regresar al poder, Charles de Gaulle llega después con sus ex compañeros de armas comunistas de la Resistencia a un consenso sobre la cuestión de la descolonización y acaba expulsando a la OTAN del territorio francés. Todo ello dará lugar a un conflicto interno en el seno de las estructuras secretas del Estado francés, conflicto que no ha terminado aún.
El Plan Bleu
Paix et Liberté
La Rosa de los Vientos
Operación Demagnetize
Operación Résurrection
El golpe de Estado de los generales
La Organización del Ejército Secreto (OAS)
La ruptura con la OTAN
El Servicio de Acción Cívica, guardia pretoriana del gaullismo
Una limpieza anunciada que nunca ha llegado a concretarse
Fuente: La guerra secreta en Francia | Los ejércitos secretos de la OTAN (VII)
Churchill y Roosevelt quisieron librarse del general De Gaulle
La guerra secreta en Francia
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Si existe en Francia un secreto bien guardado es sin dudas el de la sangrienta guerra que los servicios secretos anglosajones libraron a lo largo de 60 años en París por el control de la vida política de la nación. Al revelar las peripecias de este enfrentamiento histórico, el historiador suizo Daniele Ganser subraya el papel del general Charles de Gaulle y sus seguidores en el proyecto nacional francés. Inicialmente respaldado por la CIA para regresar al poder, Charles de Gaulle llega después con sus ex compañeros de armas comunistas de la Resistencia a un consenso sobre la cuestión de la descolonización y acaba expulsando a la OTAN del territorio francés. Todo ello dará lugar a un conflicto interno en el seno de las estructuras secretas del Estado francés, conflicto que no ha terminado aún.
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Fuente: La guerra secreta en Francia | Los ejércitos secretos de la OTAN (VII)