otilio
Madmaxista
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El fin de semana pasado no pude dejar de pensar en algunos de vosotros y en cuanta razón teneis algunas veces. Me fui a comer a un restaurante no muy lleno, en una mesa no muy alejada había un grupo que, no porque no sea habitual, me llamó la atención, 4 chicos, 3 chicas y dos bebes, la distribución de la mesa, obvia, en un extremo los chicos, en medio ellas y en el otro extremo los bebes. Ellos manteniendo conversaciones trascendentales de esas que las mujeres no saben mantener, de hecho, estaban tan abstraídos con temas de tan vital importancia ( les oi mencionar a Fernando Alonso en varias ocasiones) que no oían llorar a los bebes. Ellas, por el contrario, mantenían conversaciones a todas luces intrascendentes, además se veía que no eran capaces de mantener ningún tipo de concentración y, en vez de conversar de temas importantes, se distraían constantemente con los llantos de los bebes y supongo que para no tener que seguir conversando, intentaban calmarlos de formas variadas. Lo que más me sorprende es que luego cuando hay separaciones, los jueces, que no tienen ni idea, en vez de dar las custodias a los padres de conversaciones trascendentales que seguro que quieren mucho más a sus hijos y son capaces de cuidarlos con más esmero se las dan a esos seres inferiores que no saben mantener conversaciones trascendentales.