VIZCONDADO DE SOLA
El vizcondado de Sola fue creado en 1023 entre el de Bearne, surgido hacia el 820 como súbdito de Gascuña, y el de Labort, instituido por el rey
Sancho III el Mayor el mismo año.
Sancho VI Guillermo, duque de Gascuña, inviste a
Guillermo “Fort” (Guillén “
Azkar” en euskera) nuevo vizconde de Sola. Guillermo era un señor bigurdano y vizconde de Lavedán (cuando la Bigorra todavía era vascoparlante).
Este noble erigió un pequeño castro -inicialmente construido de tierra y madera, protegido por una empalizada y un foso- edificado, a su vez, sobre el emplazamiento de un antiguo
oppidum en una colina que domina el valle de río Saisón; lo que le valió el favor de su señor el duque, quien con este nombramiento añadió en torno a 785 kilómetros cuadrados más a sus dominios. El aislamiento de aquel enclave en el corazón de la cadena pirenaica contribuyó a la constitución de este señorío que gozó de una autonomía y de una alodialidad de facto, aunque sujeto a constantes amenazas por la codicia de los vizcondes de Dax y Bearne.
Según la tradición, Guillermo Fort sería apodado “
Mauvais Lion” o
“Malus Leo” (fiero león). En esta época comienzan a crearse los apellidos de la nobleza en base a sus apelativos guerreros, y éste dará lugar al linaje de los
Mauleón. Sus descendientes le sucedieron al frente del vizcondado durante poco más de dos siglos, dependiendo de su modesto pero estratégico castillo. La posición geográfica de aquel pequeño reducto conocido anteriormente como valle o tierra de
Subola, entre Navarra y Aquitania, les obligaba a mantener una política pendular entre ambos poderes. También debían confiarse a los reyes de Pamplona para repeler al vizconde de Bearne.
vista aérea del castillo-fortaleza de Mauleón
Raimundo Guillermo, apodado “
Salamace”, sucedió a Guillermo Fort hacia 1040. En 1058, harto de las incursiones que
Céntulo IV Gastón, vizconde de Bearne y Olorón, lanza contra su territorio, ataca el feudo del bearnés siendo éste asesinado en una emboscada por tropas suletinas. Al comprobar que, en represalia, los bearneses se disponían para invadir Sola y que no podría resistir, “
Salamace” resolvió refugiarse en sus dominios de Lavedán. Raimundo Guillermo se dirigió a su primo
Esteban de Lavedán, obispo de Olorón, en busca de protección y apoyo. Aprovechando la coyuntura, éste puso por condición que el vizconde, el clero y los habitantes de Sola, que pertenecían a la jurisdicción del obispado de Dax, fuesen devueltos a su diócesis de origen.
abadía-monasterio de San Sabino en Lavedán
En 1078 Raimundo Guillermo firmó un tratado con
Céntulo V Gastón, hijo del fallecido Céntulo IV, y juró con los caballeros suletinos ayudar al nuevo vizconde de Bearne y Olorón contra todos aquellos que le hicieran la guerra “
menos contra el rey de Pamplona y el duque de Gascuña”, lo que indica ya una relación de vasallaje entre el vizconde suletino y
Sancho Ramírez, rey de Pamplona y Aragón.
Sin embargo esta paz no sería duradera. Un año después de la fin de “
Salamace”, en 1086,
Guillermo VIII Geoffroy, duque de Aquitania y Gascuña, cedió a Céntulo V sus derechos de soberano sobre Sola, mientras el rey seguía siendo decano del castillo de Mauleón. El bearnés conminó al nuevo vizconde,
Guillermo Fort II, a acudir a rendirle pleitesía en Navarrenx. Ante su negativa, Céntulo V invadió Sola y concedió el fuero de Olorón a los habitantes de Montori. A la fin de Céntulo, en 1090, Guillermo selló una alianza con el vizconde de Dax con la finalidad de reconquistar sus posesiones. Se desató una cruenta lucha que duró hasta 1105, cuando el vizconde suletino recobró sus bienes.
Para evitar estos ataques del Bearne y de cualquier otro señor de Aquitania,
Gassión (o Garción), hijo de Guillermo Fort II, se puso al servicio de
Alfonso I el Batallador, rey de Pamplona y Aragón, a quien rindió homenaje en Morlás junto con el conde de Bigorra en 1122. Le apoyó con sus hombres en la reconquista de territorios a los almorávides en Aragón. El rey le premió con la tenencia y rentas del señorío de Belorado, en Burgos, -haciendo de él un ricohombre- y le ayudó a fortificar su castillo. En 1125 se erige, sobre el anterior, la fortaleza de piedra calcárea conocida como castillo de Mauleón, que dará nombre a la villa que se crea a sus pies.
puerta de entrada al castillo-fortaleza de Mauleón
Gassión de Mauleón fue el padre de
Auger (
Oger u Oier), quinto vizconde de Sola, que le sucedió y dejó, a su fin, el vizcondado a su hija
Navarra, sexta vizcondesa de Sola y esposa de
Auger de Miramont, vizconde de Tursán, quien había participado en la reconquista de Zaragoza de 1118 y murió durante el sitio de Calatayud en 1120. Es en esa época cuando Sola pasará a soberanía inglesa.
El ducado de Aquitania se había formado con los territorios vascones que conservaron sus instituciones. Tras el enlace entre
Leonor de Aquitania y
Enrique de Plantagenet, en 1152, el ducado pasó a formar parte de la corona inglesa, que se volvió muy poderosa. En sus primeros tiempos, la administración inglesa respetó las instituciones locales y los vizcondes siguieron gobernando Sola como antes de ella.
Bernardo Sancho, séptimo vizconde de Sola, sucedió a su tía,
Navarra, hacia 1170 y falleció en 1178.
Raimundo Guillermo II, tío lejano de ésta, le sucedió como octavo vizconde de Sola.
A pesar de la ocupación formal por parte de Inglaterra y Aquitania, en Sola no hubo una presencia constante de funcionarios ingleses, donde tuvieron una influencia limitada, y el vasco y el gascón continuaron siendo las lenguas predominantes. Aunque la región estaba vinculada políticamente a Aquitania, el vizcondado preservó su propia estructura política y militar. Es a partir de este momento cuando vemos cómo se estrechan aún más los lazos con Navarra, para contrapesar, sin duda, la influencia inglesa.
mapa del Imperio Angevino
Aunque Sola pasó formalmente a estar bajo el control del
Imperio Angevino, el pequeño vizcondado siguió contando con un ejército propio y rendía vasallaje tanto al rey de Inglaterra (titular de Aquitania) como al de Navarra. Sorteando esta compleja dualidad de lealtades, Sola continuó asistiendo regularmente a las Cortes navarras, lo que subraya su vínculo, tanto político como cultural, con aquel reino. En 1196
Raimundo Guillermo II acude a la Corte de Olite para solicitar el arbitraje de
Sancho el Fuerte en el conflicto que mantenía con
Gastón VI, vizconde de Bearne; enfeudado como estaba su rival al reino de Aragón.
En 1203, el noveno vizconde de Sola,
Raimundo Guillermo III, fue testigo en el homenaje que
Viviano II de Gramont, uno de los señores más poderosos en Labort y Baja Navarra, rindió al rey Sancho el Fuerte por el castillo de dicho lugar, en reconocimiento de su soberanía. Este juramento simbolizaba la importancia de las relaciones interregionales en una época de constantes conflictos y alianzas, en la que los señores de Sola buscaban preservar su independencia mientras mantenían relaciones diplomáticas con potencias más grandes.
El año siguiente, en 1204,
Alfonso VIII, rey de Castilla, invadió Sola y Labort reivindicando los derechos de su mujer sobre Gascuña. En efecto, éste había casado con
Leonor Plantagenet, hija de
Enrique II. Una alianza entre el rey navarro y
Juan sin Tierra, rey de Inglaterra, obligó a Alfonso VIII a poner fin a su empresa y Sola continuó bajo dominio inglés.
Tras la fin del rey Sancho el Fuerte, en 1234, el décimo vizconde de Sola,
Raimundo Guillermo IV, juró lealtad a
Teobaldo I de Navarra. El juramento incluía una excepción notable: su lealtad no se aplicaría si el duque de Aquitania, que ya ocupaba Sola, entraba en conflicto con Navarra. Esto reflejaba la precaria situación política del vizcondado, que trataba desesperadamente de subsistir entre ambas potencias. Raimundo Guillermo IV también empeñó mediante homenaje su castillo como garantía de un préstamo concedido por Teobaldo I.
En 1244,
Raimundo Guillermo V renovó el homenaje que su padre le había hecho a Teobaldo añadiendo otra cláusula. El suletino se comprometía a servirle contra toda clase de enemigos -especialmente contra el vizcondado de Bearne y el señor de Gramont-, salvo los de las tierras que el rey inglés poseía en Gascuña. Pero si el citado rey invadía el reino de Navarra, también contra él se comprometía a luchar como leal vasallo del rey navarro. Este nuevo pacto evidencia cómo los vizcondes de Sola maniobraban para salvaguardar sus intereses territoriales y políticos manteniéndose fieles a Navarra.
En 1252, Raimundo Guillermo V, junto con el vizconde de Bearne, se rebeló contra el control angevino para sustraer Gascuña de la dominación inglesa, dejando de acudir a la asamblea de feudatarios. Sin embargo, la rebelión fracasó cuando
Enrique III de Inglaterra envió a su cuñado
Simón de Monfort, conde de Leicester, al frente de tropas aquitanas que invadieron Sola y asaltaron Mauleón por sorpresa. Asediado en su castillo, Raimundo Guillermo V es hecho prisionero por Monfort, que lo libera a cambio de comprometerse a sufragar un rescate de 10.000 sueldos morlanes, de los cuales sólo pagó 4.000.
La paz no fue duradera, pues el
príncipe Eduardo de Inglaterra, interesado en la posición estratégica del castillo de Mauleón, vuelve a atacar Sola los años 1255 y 1256, siendo en ambas ocasiones rechazado por el vizconde. En 1257 Sola fue invadida de nuevo por una armada inglesa capitaneada por el senescal de Aquitania,
Etienne de Longue-Épée o Longespée (larga espada) apoyado por tropas del labortano
señor de Sault (Zaldúa). Raimundo Guillermo V luchó con denuedo hasta morir en combate en la villa de Arúe (Arüe, en suletino). Su viuda e hijos organizaron la defensa del castillo, donde una de las barbacanas había caído en poder enemigo.
Oger III, hijo del caído vizconde, y su progenitora doña Marquesa resistieron sitiados en la torre del homenaje hasta que
Gastón VII, vizconde de Bearne, acudió para arbitrar la paz entre ellos.
En 1258 el castillo de Mauleón estaba bajo control bearnés y Oger III retomó las armas. A pesar de la alianza con el príncipe Eduardo de los señores suletinos de Ozeráin y Domezáin, consigue derrotarles, venciendo después y expulsando de Sola al senescal Longue-Épée. En 1261 el príncipe inglés volvió a sitiar el castillo. Oger sólo accedió a ceder sus derechos sobre Sola -tras la intercesión papal y por orden de los reyes de Navarra y de Francia- a cambio de la concesión de señoríos en Laharie, Saas, Angoumé y Maransín (tierras todas ellas de las Landas), manteniendo el título de vizconde de Sola. El castillo de Mauleón pasó a manos del rey de Inglaterra y el vizcondado quedó en adelante sometido al gobierno del senescal de Gascuña, representado por el capitán o castellano de Mauleón.
escudo de Sola emblema de los Mauleón
Tras su derrocamiento, Oger III partió para servir al rey de Navarra. En 1274 tomó como armas el “
escudo de gules con el león de oro”, tomando del león de Vasconia o Gascuña. En 1295 aprovechó la reanudación de la guerra entre el rey francés
Felipe el Hermoso y
Eduardo I de Inglaterra para reconquistar el castillo de Mauleón. En efecto, el vizconde de Sola se puso del lado de Felipe IV, éste también rey de Navarra desde su matrimonio con la heredera del reino y estando el vizconde, desde 1261, al servicio de los reyes de Navarra. En 1299 Oger III fundó la villa fortificada de Tardets (Atharratze en euskera). En 1307, tras la paz franco-inglesa de 1303 que devolvió Aquitania a los ingleses, se vio obligado a obedecer a
Luis le Hutin (el obstinado), rey de Navarra e hijo heredero del rey de Francia, devolviendo el castillo de Mauleón a un capitán al servicio del rey inglés a cambio de la fortaleza y señorío de Rada y Traibuenas y las villas de Mélida, Aráiz, Berbinzana, Cahes, Azteráin, Zabalza y los bosques de Bidarray y Lacunza.
villa de Tardets - Atharratze
En 1307 Oger de Mauleón se retiró definitivamente a Navarra en lugar de someterse al rey de Inglaterra. No cabe aquí seguir las posteriores andanzas del citado vizconde que acabó sus días (1318) en la Corte de Olite, donde fue nombrado alférez regio y señor de Rada.
A pesar de este cambio significativo,
Carlos de Beaumont, hijo ilegítimo del infante
Luis de Navarra -primer conde de Beaumont-, castellano de San Juan Pie del Puerto, fue también castellano de Bayona y Mauleón. El poder de los Beaumont sobre Sola duró hasta 1449. Aquel año, los conflictos entre las facciones nobiliarias beamontesas y agramontesas fueron aprovechados por
Gastón IV de Foix, vizconde de Bearne, para apoderarse de Mauleón en nombre del rey de Francia; aunque la corona francesa no consolidó su control efectivo sobre el territorio hasta 1478. Tras conquistar Sola, Gaston IV continuó su campaña hacia Bayona.
Incluso tras la conquista de Navarra, parte de Sola se mantuvo integrada en la Baja Navarra hasta su anexión forzosa a Francia en 1620, lo que marcó el fin definitivo del dominio navarro sobre la región.