En algún sitio leí que parte del éxito de las tropas de Hitler se debía a que eran capaces de desplazarse, a pata, unas distancias tremendas. Día y noche sin parar, cargados, con heridas, con frío... otro par de anfetaminas y arreando. Nuestros legionarios lo hacían a pelo. (Hace poco salía Abascal con la camiseta
)