Queridos camaradas, españoles todos:
Nos encontramos nuevamente al finalizar un año más de lucha y resistencia. Es momento de hacer un balance de nuestros logros y desafíos, y fortalecer nuestra convicción de que un mundo mejor es posible.
Durante este año, hemos presenciado cómo la desigualdad y la explotación se han perpetuado en nuestra sociedad. El capitalismo, un sistema que privilegia a unos pocos en detrimento de las grandes mayorías, continúa generando sufrimiento y marginación. Sin embargo, nuestra determinación y solidaridad nos han permitido alzar nuestras voces contra la injusticia y trabajar juntos para construir un futuro más justo y equitativo.
A pesar de los obstáculos, hemos logrado avances significativos en defensa de los derechos laborales, de la educación y la salud gratuita, así como en la lucha contra la opresión y el machismo que impregna nuestra sociedad. Nuestros esfuerzos han sido fructíferos gracias al compromiso de cada uno de ustedes, unidos en una causa común.
Mirando hacia el próximo año, es fundamental mantener la firmeza en nuestras convicciones y tomar conciencia de que sólo a través de la organización y la lucha colectiva podremos alcanzar la verdadera emancipación. Es momento de redoblar nuestros esfuerzos para construir una sociedad socialista, en la que todos y todas tengamos acceso a una vida digna, con igualdad de oportunidades y derechos.
En este nuevo ciclo que se avecina, debemos seguir defendiendo nuestro proyecto de tras*formación social, brindando apoyo mutuo y solidaridad entre compañeros y compañeras. Cada uno de nosotros tiene un rol fundamental para construir el futuro que anhelamos. Juntos, seguiremos impulsando la redistribución de la riqueza y la eliminación de la explotación, caminando hacia un horizonte de justicia y bienestar para todos.
En nombre del movimiento progresista, les deseo una feliz despedida de año, en compañía de sus seres queridos y llenos de esperanza por los desafíos que enfrentaremos en el futuro. Sigamos adelante, con convicción y coraje, porque nuestra lucha es justa y nuestra victoria es inevitable.
¡Hasta la victoria siempre!
Un fraternal abrazo,
P.S.