Solían ser por lo que ahora se llama "alarma social".
No es que Franco ni nadie de las alturas del régimen tuviera especial interés en perseguir a los protestantes pero a nivel de calle podía haber algún tipo influyente a nivel local (algún alcalde, algún cura cabrón, por ejemplo, aunque otros eran todo lo contrario) que azuzara un linchamiento, o simple pánico marujil potenciado por la rumorología del estilo "los judíos beben sangre de niños" al que la pasma pensaba que no debía resistirse y que era mejor arrestar a un con poca gracia que tenía al vecindario en contra que arriesgarse a un desorden público en el que además ese con poca gracia podía sufrir serio daño físico.
Como pasa en el R78 al que yo prefiero llamar el Régimen del 11-M de 2004, el cuerpo represivo más peligroso y dañino del franquismo eran las marujas.
Esto digamos en los años 1940, 1950. Pero voy a contar una anécdota personal muy posterior que encontraréis muy significativa.
Almería, 1981. Yo había llegado en octubre y, como siempre, el último para elegir colegio y había acabado en la clase de 8º del Colegio Nacional Santiago, en el popular barrio del Zapillo.
Éramos nada más que 13 alumnos (yo había llegado en otras ciudades a estar en clases de casi 50) nunca supe por qué. Tal vez porque era un colegio de reciente creación.
Y un porcentaje importante de alumnos éramos forasteros desubicados. El hijo de un ingeniero de Santander que estaba en Almería por rollos de energía solar, un neցro de Guinea que estaba en 7º, el Taliván que no es de ningún sitio, hijos de emigrantes retornados recientemente de lugares tan lejanos como Suiza o Castefa, gente así. Entre ellos un retoño de un matrimonio de navarro y holandesa que no era ni lo uno ni lo otro y además era medio orate (un cariñoso saludo, Álex, si estás leyendo esto), tal vez porque sus padres pasaban de él y del resto de su progenie, porque tener a los cuatro hermanos y hermanas internos a cientos de kilómetros de sus padres no lo veo normal.
Pues este muchacho un día no tuvo otra idea que vestirse de mozo navarrico, versión uniforme completo, con su pantalón y camisa blanca, su fajín rojo, su pañuelo rojo al cuello. No recuerdo si la boina también. Creo que no. A mí me pareció un poco ridi pero yo he viajado mucho, conocía el traje y no le di importancia especial. Otro punto raro de un tío que me parecía medio orate.
No fue a clase con aquel atavío. Se limitó a darse un garbeo por el Zapillo. Al día siguiente el maestro de manualidades, que era el tutor de nuestro curso, nos llamó a capítulo con la cara desencajada.
Al parecer (de esto me enteré después) las marujas del barrio habían montado un escándalo y habían llamado por teléfono a todo Cristo relatando que un joven (Álex el orate era un niño muy grande) se había estado paseando por Almería vestido de ETARRA. Todo Cristo posiblemente incluía a la policía y, desde luego, incluyó al director del Colegio Nacional Santiago.
Como muchos de los presentes habéis nacido mucho después de esta época prefiero dejaros claro y diáfano que ni los etarras tenían un uniforme oficial ni en 1980 (ni antes) estuvo nunca en ningún lugar de España prohibido (ni mal visto que yo sepa) vestirse de mozo navarro. Aparte de que la mayor parte de la gente de Pamplona estaba por aquel entonces mucho más alejada de la presión abertzale que actualmente. Por lo menos la gente decente, del Opus y cosas así que vive por Pío XII. Pero esto es posible que no lo supieran muchas de las marujas residentes en un barrio de Almería de bajo nivel económico y cultural.
Pues el maestro de manualidades y tutor de nuestro curso de 8º se fue a por Álex y, pese a que era más bajo que él (creo que ya he dicho que Álex era muy grande pero muy orate) lo cogió del cuello de la camisa y le arreó dos soberbios bofetones que restallaron como latigazos, con una cara desencajada que nunca olvidaré y que mucho tiempo después me di cuenta que no era ira, ni desaprobación, ni repruebo. Era MIEDO.
Tengo que dejar muy claro que a este maestro, que a mí no me caía muy simpático, nunca le vi otro gesto violento con un alumno, ni siquiera verbal. En general era un pasota.
Y tras las bofetadas y sin soltarle el cuello de la camisa, le dijo:
"¡Pero desgraciaoooo! ¿Tú no sabes que la Guardia Civil acaba de apiolar a dos muchachos por mucho menos que esto? ¡TU ERES fulastre! ¡QUE YO NO TE VUELVA A VER VESTIDO DE MAMARRACHOOOOO!"
Se refería al "Caso Almería", que había ocurrido recientemente, en el que dos o tres veinteañeros, uno de ellos de origen almeriense, al bajar para Almería para asistir, me parece, a una boda, habían sido interceptados y luego torturados y asesinados por unos guardias civiles que habían creído que eran etarras. Otro día cuento más de este caso, cosas que nunca han salido en los periódicos. Por Dios, espero que querido líder chape pronto este foro y mande todas sus bases de datos a tomar por el c*lo.
¿A dónde quiero llegar con todo esto? Que si en la España del R78 podían pasar estas cosas sin que Juan Carlos I, ni Suárez, ni alopécico Sotelo, tuvieran el más mínimo interés en perseguir a mocicos navarricos, ya podéis imaginaros lo que podía pasar en la España franquista en, digamos, 1949, con un protestante, un amanerado o un judío. Incluso, si me apuras, con un profesor de yoga y medicina ayurvédica.
Viendo lo que se nos ha venido encima ahora soy mucho menos crítico con el franquismo que hace veinte años pero quiero advertir a los nostálgicos que no lo conocieron que si bien es falso que la Edad Media fuera tan oscura, opresiva y mísera como muchos nos han contado, si no te andabas con ciudado te podías ver en un serio problema y con el franquismo pasaba lo mismo.
Estoy casi seguro de que me voy a arrepentir de colgar este post pero bueno, a la cosa.
