Como de grande fue LA CORONA DE ARAGON?

Aragón dilapidó una oportunidad magnífica para afirmarse en Occitania, y ocurrió por la desafortunada decisión estratégica de Pedro II en la batalla de Muret, donde se hace apiolar por los franceses por su imprudencia al acercarse a la 2a línea del frente de batalla.

La derrota en Muret supuso el fracaso y abandono de las pretensiones de la corona de Aragón sobre los territorios ultrapirenaicos y el final de la posible formación de un poderoso reino aragonés-occitano que hubiera cambiado el curso de la historia de Francia y España.

La geografía es un elemento demasiado poderoso para que los humanos puedan imponer su voluntad sobre ella. Y menos una confederación como la aragonesa que dio muestras de disfuncionalidad no sólo para mantener el sur de Francia bajo la autoridad del monarca, sino también el sur de Italia. De ahí que tuvieran que buscar el paraguas de Castilla para defender las posesiones en Italia frente a estados más cohesionados como la monarquía francesa.

Los pirineos tradicionalmente han hecho imposible que exista un estado cohesionado a ambos lados de los Pirineos. Les pasó no sólo a los aragoneses sino a los visigodos que perdieron de un plumazo el sur de Francia a manos de los francos y debieron replegarse en la península. Hasta el monarca más poderoso del mundo en su tiempo, Carlos V, debió abandonar la Navarra de ultrapuertos por lo difícil de su defensa.
 
Los Pirineos tradicionalmente han hecho imposible que exista un estado cohesionado a ambos lados de los Pirineos. Les pasó no sólo a los aragoneses sino a los visigodos que perdieron de un plumazo el sur de Francia a manos de los francos y debieron replegarse en la península.
Muy cierto.
 
De cierto no tiene nada, es una tontería como una casa. Dentro de la propia peninsula hay infinidad de cadenas montañosas que hacen de frontera fisica lo mismo que el pirineo y sin embargo no hacen de frontera porque la poblacion a ambos lados de la montaña es la misma.

La España visigoda, perdio el territorio al norte del pirineo, porque era un estado recien creado, militarmente debil. Aun no controlaban toda la peninsula, entonces ante el avance franco, les fue mas util e inteligente retirarse hacia el sur y dominar bien toda la peninsula, antes que ponerse a matarse para defender km. en medio de una llanura. Aun asi se perdio el territorio del valle del Garona, pero no el territorio "al norte del pirineo", pues la Septimania llegaba hasta el Rodano y se mantuvo 400 años mas. A posteriori, el Rosellon tambien estaba al norte del pirineo y se mantuvo hasta el 1600 y pico.

Aragon no mantuvo la occitania, simplemente, por esta puñetera batalla, donde las fuerzas estaban igualadas, o casi decantandose hacia Aragon. Pero perdio, el rey murio, y el heredero, Jaime I, tenia 5 años. De ahi a que quiso ser un hombre con dotes de mando y poder de decision, la zona se habia reforzado. Para entonces, le salia mas a cuenta expandir sus dominios hacia el sur y continuar la reconquista hacia el levante y las islas, contra un enemigo mas debil, el jovenlandés, y que encima contaria con la ayuda del vaticano.

Para cuando quisieron volver a tomar territorios provenzales, Francia se habia consolidado como un reino mas grande y fuerte que Aragon y ya no tenian nada que hacer.

La figura del pirineo o no, era irrelevante.

Lo de Carlos con la vascongada ultrapirenaica, fue abandonada porque era una porcion de territorio al otro lado del monte MUY PEQUEÑA. No valia la pena tanto esfuerzo para tan poco territorio. Pero un territorio basto como la Occitania.. no me jorobes.
 
Una frontera natural clara como los Pirineos por supuesto no es infranqueable, pero inevitablemente, siempre es una referencia por razones estratégicas.
¿ Que existió la posibilidad de un país a caballo de ambos lados de la cordillera? Si, pero muy sometido a presiones que no aguantó.

Proyectos alternativos a la Galia-Francia ha habido unos cuantos que llegaron a plasmarse. Existió un breve "imperio angevino" en esa misma época, la segunda mitad del siglo XII, y que también se marchitó ante el dinamismo de la corona francesa.

Y más tarde llegó a estabilizarse un estado borgoñón que se marchitó igualmente, aunque su zona de los Paises Bajos consiguió eludir la presión de París. Y no será por que los franceses no intentaron apoderarse de ella unas cuantas veces, que se lo digan si no a los Tercios de Flandes.
 
La geografía es un elemento demasiado poderoso para que los humanos puedan imponer su voluntad sobre ella. Y menos una confederación como la aragonesa que dio muestras de disfuncionalidad no sólo para mantener el sur de Francia bajo la autoridad del monarca, sino también el sur de Italia. De ahí que tuvieran que buscar el paraguas de Castilla para defender las posesiones en Italia frente a estados más cohesionados como la monarquía francesa.

Los pirineos tradicionalmente han hecho imposible que exista un estado cohesionado a ambos lados de los Pirineos. Les pasó no sólo a los aragoneses sino a los visigodos que perdieron de un plumazo el sur de Francia a manos de los francos y debieron replegarse en la península. Hasta el monarca más poderoso del mundo en su tiempo, Carlos V, debió abandonar la Navarra de ultrapuertos por lo difícil de su defensa.

No basta con conquistar un territorio, hay que mantenerlo. Y a veces es algo demasiado costoso. Has puesto un ejemplo muy acertado; Carlos V (el monarca de la primera potencia de la época) abandonó la Baja Navarra porque defender ese territorio era muy costoso, incluso siendo una comarca tan pequeña. A lo largo de la Historia muchos imperios o estados se vieron obligados a deshacerse de parte de sus terrorios porque mantenerlos resultaba muy costoso; o bien eran muy difíciles de defender, o bien la hostilidad de la población local creaba continaumente problemas (como fue el caso de la Dacia para los romanos) De haberse hecho con territorios más allá de los Pirineos, quién sabe si con el tiempo Aragón hubiese tenido que renunciar a ellos...
 
En fin MISS WHORE, como de costumbre haciendo gala de su ignorancia enciclopédica, no comprende que en la Edad Media no coincidían las fronteras de los reinos y las de los dominios feudales, sino que con frecuencia se solapaban.

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El Ducado de Bar, por ejemplo, tenía su territorio repartido entre Francia y el Sacro Imperio Romano, lo mismo que Borgoña. Durante los siglos XVI y XVII os llamados Países Bajos españoles, el Franco Condado y el Milanesado en realidad pertenecían al Sacro Imperio, no a Castilla ni a España en su conjunto.

Los reyes de Inglaterra fueron dueños de la mitad de Francia, lo cual los convertía de iure en vasallos de los monarcas galos, aunque de facto llegaran a ser más poderosos en algunos momentos.

Los dominios que los Condes de Barcelona y los Reyes de Aragón poseían al norte de los Pirineos pertenecían al Reino de Francia o al Sacro Imperio Romano, al igual que Aquitania y Normandía seguían siendo francesas, aunque fueran feudos del Rey de Inglaterra. Los francos expulsaron de la Septimania a los sarracenos durante el reinado de Pipino el Breve, cuando el Reino de Aragón y el Condado de Barcelona aún no existían.
 
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Una frontera natural clara como los Pirineos por supuesto no es infranqueable, pero inevitablemente, siempre es una referencia por razones estratégicas.
¿ Que existió la posibilidad de un país a caballo de ambos lados de la cordillera? Si, pero muy sometido a presiones que no aguantó.

Proyectos alternativos a la Galia-Francia ha habido unos cuantos que llegaron a plasmarse. Existió un breve "imperio angevino" en esa misma época, la segunda mitad del siglo XII, y que también se marchitó ante el dinamismo de la corona francesa.

Y más tarde llegó a estabilizarse un estado borgoñón que se marchitó igualmente, aunque su zona de los Paises Bajos consiguió eludir la presión de París. Y no será por que los franceses no intentaron apoderarse de ella unas cuantas veces, que se lo digan si no a los Tercios de Flandes.

Si nunca hubiera tenido lugar la invasion jovenlandesa, y batallas como la de Muret la hubiera enfrentado España entera y no solo Aragon, España hoy seria mucho mas grande.

Aquitania, con todo lo grande que es, era tierra de iberos. Estaban emparentados con los españoles cantabricos, con los francos no tenian nada que ver. Con la Occitania pasaba exactamente lo mismo. Hasta el Rodano habian hispanos, porque la septimania habia sido española. Italia llegaba antes hasta mas alla de Niza. El flujo migratorio hispanoitaliano hacia que los pueblos de la costa azul fueran un mestizaje de italianos y aragoneses, quedando nuevamente los francos mucho mas arriba.

Cuando Francia se hace con el poder de Aquitania y Occitania, estas 2 regiones son mucho mas españolas que francesas, de las que tienen bien poco o nada. Pero claro, por entonces no habia una España unida que plantara cara a Paris.

Que rabia da de ver la enorme oportunidad perdida.
 
Pues sí que está mal el sistema educativo valenciano, porque en Cataluña todos los críos con 14 o 15 años estábamos hartos de ver el mapa de la Corona de Aragón extendiéndose por el Mediterráneo.
 
Eso seria en tus tiempos. A los polacos de ahora les ponen un mapa que les dicen que es del reino de catalunlla, que perpiñan se llamaba la catalunlla del nor, alguero la catalunlla de les y Fraga la catalunlla del oes.
 
La fin de Sancho el Mayor en 1035, hizo q Aragón simple condado se convierta en reino, asi empezaban mis clases sobre el Reino de Aragon. El navarro tenia hijos y por supuesto cosa comun en aquella época un poco agraciado, q a la fin de otro de sus hermanos se apoderó Ramiro de lo suyo Sobrarbe y Ribagorza, ya tenemos el condado de Aragon convertido en reino y comienza su maravillosa historia. En la carcel deberian estar los q impidieron a los niños el conocimioento de la misma.

El q Aragon se convirtiera en reino se debio a la mala costumbre de desmembrar los territorios heredados entre los hijos,Castilla y Leon a Fernando. Navarra a Garcia etc.

No hay espacio ni lugar para contar las hazañas de sus reyes, las aventuras de sus almogavares q al grito de "desperta fer", se enfrentaban 100 de ellos contra miles de turcos q asediaban elImperio Bizantino. Nadie puede olvidar a su Roger de Flor q llevo la gloria de Aragon por todo el Mediterraneo q hasta los peces decian tenian en sus lomos las barras de la bandera de Aragon.
 
Era el año1245 cuando la corona de Aragón llegaba a la altura del río Segura, en lo que actualmente es Alicante. Las mesnadas aragonesas detendrían a sus letales arqueros, ballesteros y a su infantería ligera, que era el terror encarnado en los campos de batalla de la época. Un océano de oportunidades se abría ante ellos y el escenario natural para una expansión militar y mercantil, no podría ser otro que el vasto mediterráneo. Puestos a mirar por donde armarla, apostaron por Bizancio, pero a modo de aperitivo o de entremés antes se dejarían caer por Sicilia armando la marimorena y presentando credenciales para el futuro.

Allá por 1282, los partidarios del Papa, los güelfos, habían aupado al trono de la isla a un insolente francés bastante libertino que vivía en una francachela permanente en vez de dedicarse a mejorar la calidad de vida de sus súbditos. Este sujeto, se llamaba Carlos de Anjou. En el lado contrario estaban los gibelinos, que conspiraban sin mucho éxito contra el advenedizo monarca galo. Pedro III que era el rey aragonés por aquel entonces seguía de cerca el conflicto a través de una tupida red de espionaje muy bien engrasada, y cuando la cosa se puso antiestética de verdad en aquella isla mediterránea, se sacó un as de la manga para poder dar rienda suelta a su vena conquistadora que se estaba quedando un poco anquilosada, y reclamó sus derechos dinásticos que por arte de birlibirloque le cayeron tras un afortunado rebote.

Eran tropas ligeras de sorprendente agilidad sometidas a una disciplina férrea, no daban cuartel en el combate y vivían del saqueo al adversario, al que aniquilaban sin más preámbulosLa Casa de Barcelona a la que pertenecía el monarca, stricto sensu no tenía derechos sobre la isla, pero el rey aragonés que estaba casado con una alemana de impronunciable nombre, una tal Constanza de Hohenstaufen, sí que los tenía, por lo que se puso manos a la obra y reclamó ipso facto sus derechos dinásticos. Se inventó un casus belli un pelín prefabricado y metido con calzador y declaró la guerra a los franceses, guerra que ganó por goleada. Sería un paseo militar que le proporcionaría fama imperecedera y el merecido título de Pedro el Grande. A este hecho de armas y sus prolegómenos se le conocería más tarde y hasta hoy como las Vísperas Sicilianas, y daría paso a una dilatadísima presencia española de cinco siglos de duración en el sur de Italia.

Para esta fulminante victoria, Pedro el Grande utilizaría un “arma secreta” que se había demostrado imbatible en los campos de batalla y que pasaría a la historia de los anales militares como las Compañías de Almogávares, conocidas también por su variante de Compañías Catalanas.

Los almogávares se caracterizaban entre otras cosas por no llevar jamás impedimenta, lo que suponía una logística cero, al margen de las armas indispensables para sus originales y extremas tácticas de combate. Estrategia y táctica eran un arte de fusión y un todo indisoluble en su mente de combatientes, se movían casi al unísono y no había una cadena de mando como tal, pues la operativa les imponía la supresión de muchos mandos intermedios lo que se traducía finalmente en flexibilidad y elasticidad en el combate.

Más de 13.000 muertos pasaron a formar parte de la nómina de los espíritus desubicados Llegaron a ser la infantería más temible de su época con una diferencia abismal sobre cualquier adversario. Eran tropas ligeras de sorprendente agilidad sometidas a una disciplina férrea, no daban cuartel en el combate y vivían del saqueo al adversario, al que aniquilaban sin más preámbulos. No hacían prisioneros y, por debajo de los diez años, cualquiera que fuera la edad del vencido, era borrado del mapa sin más contemplaciones.

Sin armadura, casco, escudos o cotas de malla, se lanzaban al combate casi de forma mística como los antiguos inmortales persas. Reclutados muy jóvenes en los valles pirenaicos y en Navarra, su parco equipo de combate se limitaba a una lanza que portaban en bandolera, las famosas azconas (lanzas muy cortas) de alta penetración y un afilado chuzo que desguazaba literalmente al interfecto que se cruzaba en su trayectoria dejándolo hecho literalmente papilla. Su mera presencia en el campo de batalla era sencillamente estremecedora.

A la fin de Pedro el Grande, Federico III se encontraría con el serio problema de la desmovilización de este aguerrido y belicoso cuerpo de ejército que con su épica de combate había trascendido fronteras. Tocando a su fin la aventura siciliana, los almogávares se encontraban en una encrucijada: o desmovilizarse o seguir de marcha.

La tropa al enterarse de la artera traición bizantina, abandonaría su campamento en Galípoli arrasando todo lo que se ponía por delante sin dejar títere con cabeza En aquel entonces, Andrónico II, era el emperador de Bizancio. Los turcos estaban a tiro de piedra de Constantinopla, y la existencia del Imperio estaba en entredicho. Habida cuenta de que la situación era más que amenazadora, mandó correos para contactar con Roger de Flor que a la sazón era el caudillo de los almogávares. Roger de Flor era el prototipo de mercenario con más ingredientes que una paella. Había sido templario, cruzado en San Juan de Acre y pirata a destajo en sus horas libres.

Con estos mimbres, un heterogéneo conjunto de siete mil hombres y mujeres con prole incluida (según otros historiadores algo menos de tres mil) se dirigió a Constantinopla a escribir una de las gestas militares que quedaría indeleble en la historia. Entonces, la Gran Compañía Catalana de Almogávares, o Societate Catallanorum, se dirigió sin dilación alguna al encuentro con el turco.

A pesar de que las fuerzas encontradas eran más que desiguales (los turcos triplicaban en número a los aragoneses), al grito de "Desperta, ferro!” los anatolios después de una monumental escabechina, pusieron pies en polvorosa y la masacre fue de antología. Más de 13.000 muertos pasaron a formar parte de la nómina de los espíritus desubicados.

La ‘venganza catalana’

Un año más tarde, las tropas aragonesas que habían arrumbado al extremo este del mediterráneo se habían convertido en una pesadilla. Siete mil almogávares se enfrentarían a cerca de cuarenta mil turcos en las faldas del Monte Tauro. Tras invocar a Allah vehementemente unos y los otros al grito de “Desperta ferro” la liaron parda. Una vez más, los turcos se dieron a la fuga tras una memorable estampida que dejaría a casi la mitad de los asiáticos preparados para un tránsito irreversible. Esta batalla es una de las más documentadas que existen y aquella triste carnicería no prestigia a la condición humana pero por ser, fue así.

A uno de los caudillos francos le asaltó la amnesia y se le olvidaría liquidar la soldada a estos abnegados combatientes, lo que le costaría una separación fulminante de la cabeza Tras esta visita a domicilio, los almogávares retornaron a Constantinopla y después de una copiosa cena regada abundantemente con un jovenlandesapio retocado con tranquilizantes, la guardia alana del emperador les daría una sorpresa a los postres en forma de visado para la eternidad. Era el 5 de abril de 1305. ¿Qué había ocurrido? Pues muy sencillo. Esta imparable tormenta divina estaba creando alborotos por donde pasaban y empezaban a ser unos invitados molestos. Por esa razón, lo más granado de la jefatura de esta tropa de élite sería pasada a cuchillo sin más preámbulos por su peculiar anfitrión.

La tropa al enterarse de la artera traición bizantina, abandonaría su campamento en Galípoli arrasando todo lo que se ponía por delante sin dejar títere con cabeza, lo que se conoce como la llamada “venganza catalana”. Guiados por los Berengueres, (el de Rocafort y el de Entença) y después de quemar sus naves en el Bósforo para dejar fuera de la ecuación una posible retirada, masacrarían los restos del ejército bizantino logrando encerrar a Andrónico tras las murallas de Constantinopla, de las que no saldría durante una buena temporada. Mientras, el reino se le caía a pedazos.

El monstruo ‘katalan’

Después de saquear Grecia a conciencia y mermados sensiblemente, sólo respetarían los maravillosos monasterios de Athos en la Calcidica. Además, para más inri pasaron a cuchillo a más de tres mil genoveses que plácidamente se dedicaban al mercadeo. ¿Por qué? Además de ponerse hasta las trancas de aguardiente, la discusión devino en pelea multitudinaria por algo tan banal como que la indumentaria de estos marinos era bastante dispar y alejada del austero modelito almogávar, que obviamente era el patrón de referencia, y algo más masculino al entender de los bizarros y montaraces aragoneses.

Durante un siglo la frontera más lejana de Aragón estarían a tres mil kilómetros del Ebro gracias a la asombrosa gesta de unos tercos y desaliñados barbudos Reunidos en “conclave” tras el descabezamiento de su dirección, muertos sus líderes formaron un consejo de gobierno, el Consell de Dotze, y se pusieron al servicio de los barones francos que estaban instalados en la región Tracia desde los tiempos de las Cruzadas. El caso es que como mercenarios que eran, el cobro de la soldada era indispensable para carburar una fluida actividad bélica. Por aquel entonces, a uno de los caudillos francos le asaltó la amnesia y se le olvidaría liquidar la soldada a estos abnegados combatientes, lo que le costaría una separación fulminante de la cabeza. A continuación, asesinaron a los barones y se quedaron con sus haciendas, sus castillos y sus mujeres. Ya más calmados y tras un ataque de inspiración, crearian dos ducados nuevos bajo franquicia aragonesa; el de Atenas y el de Neopatria.

Para entonces, el territorio de la Tracia lo habían dejado como un erial. Durante un siglo la frontera más lejana de Aragón estarían a tres mil kilómetros del Ebro gracias a la asombrosa gesta de unos tercos y desaliñados barbudos. Todavía hoy persiste el recuerdo de la terrible “venganza catalana” encarnada en la figura del ‘Katalan’, un gigantesco guerrero sediento de sangre que se usa en los países balcánicos para disuadir a los niños de hacer travesuras o de que incordien, algo así como si en los países bajos mentas a las criaturitas al Duque de Alba. Además la palabra ‘Katalan’ en albanés significa “monstruo”. En Bulgaria y Grecia a día de hoy las palabras Katalan e hijo de Katalan tienen unas connotaciones que no es preciso comentar, pero entre las acepciones más suaves, se puede decir que aluden a un "hombre malvado, sin alma”.

Es una pena que los libros escolares en lo tocante a esta fascinante disciplina que es la historia tengan la memoria casi siempre adulterada. En vez de actuar como relatos sesgados o como agujeros neցros que fagocitan sanas aproximaciones desde las periferias, podrían proponer puntos de vista para elucidar lo que pudo ocurrir y reducir así la horquilla de lo especulativo. No hay nada más rico, ecléctico, dispar y contradictorio que la historia, disciplina fascinante pero muy alejada del terreno de la matemática.


Historia: No dejaron títere con cabeza: la terrible y sangrienta venganza catalana. Noticias de Alma, Corazón, Vida


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De haber estado España unificada por aquel entonces, la Anatolia no habria sido recuperada para Grecia, sino para España.

Con la de cosas que pudieron ser y no fueron.
 
jorobar, y pensar que grandes ciudades como Marsella, Montpellier, toulouse y Perpiñan fuesen españolas ahora mismo.
Mr.White,¿ A cuanto ascenderia aproximadamente la población de España si esos territorios del sur francés fuesen nuestros ?
 
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