HaCHa
Rojo cabrón, en tu ojo ciego es leyenda
Genial, muchas gracias, ahora ya puedo insultarte sin que te enteres, pisarte los hilos por donde te vea y dejarte en calzoncillos cada vez que abras el hocico sin tenerme que preocupar por lo que pudieras rebuznar a modo de respuesta.
Os créeis que hablo con vosotros y vosotros me dais igual: yo escribo para la mayoría silenciosa, los attention whores barrancolanzables me la traéis al pairo, en realidad. Le hablo a la grada, al grueso del público, que está sin registrar, y a Google; unos tíos que son más, mejores y seguirán ahí dentro de unos años. La interacción y el zankeo con una panda de magufos fachorris me la rezuma muy mucho, a vosotros se os desacredita, se destruye vuestro discurso donde todo el puñetero mundo lo pueda ver. Y fin.
