Colillas, ron y comida sarama por el suelo: las fotos de las habitaciones del hotel el bichito de Palma tras el paso de los PIoJOsoS

Leon S. Kennedy dijo:

Colillas, ron y comida basura por el suelo: las fotos de las habitaciones del hotel Covid de Palma tras el paso de los estudiantes

Colillas, botellas vacías de ron, restos de comida rápida esparcidos por el suelo y sábanas apiladas tras haber sido utilizadas como lianas para subir y bajar objetos por el...

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BALEARES
Colillas, ron y comida sarama por el suelo: las fotos de las habitaciones del hotel el bichito de Palma tras el paso de los estudiantes

• EDUARDO COLOM
  Palma

Actualizado Viernes, 2 julio 2021 - 15:32

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Así quedó el hotel Bellver tras el aislamiento de los 249 jóvenes confinados por el brote de Mallorca

Imágenes de las habitaciones tras el paso de los estudiantes

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Colillas, botellas vacías de ron, restos de comida rápida esparcidos por el suelo y sábanas apiladas tras haber sido utilizadas como lianas para subir y bajar objetos por el balcón.
El aspecto que presentaban algunas de las habitaciones del hotel Bellver tras el paso de los estudiantes confinados impactó al personal encargado de limpiar y vigilar el hotel. Las imágenes a las que ha tenido acceso EL MUNDO así lo atestiguan y, aunque algunos grupos sí mantuvieron cierto orden, testimonios de dentro del hotel afirman que otros muchos dejaron los dormitorios del establecimiento en un estado lamentable, repletos de suciedad e incluso con algunos pequeños desperfectos.

Los 249 jóvenes de entre 17 y 18 años fueron recluidos entre el sábado y el domingo en el Bellver, un hotel de cuatro estrellas y cerca de 300 habitaciones. Es el establecimiento alquilado por el Govern balear a principios de esta temporada turística para alojar a aquellas personas no residentes en Mallorca que se contagien durante su estancia en la isla (o hayan tenido contacto estrecho con infectados), en consecuencia deban hacer cuarentena y no presenten síntomas de la enfermedad que requiera una hospitalización.

Ya se hizo así el año pasado con otros dos hoteles de Palma y la iniciativa fue muy bien acogida por el sector turístico. El Ejecutivo autonómico defiende que el coste de este servicio público (sólo en seguridad se han tenido que contratar 100.000 euros extra esta semana y el alquiler sube a 300.000 euros) tiene una repercusión muy favorable en la imagen de Mallorca como destino turístico internacional y es importante para mantener las medidas sanitarias.

Este año se escogió el hotel Bellver, un edificio con mucha solera ubicado en una de las mejores zonas de Palma, con vistas a la bahía. El hotel se cede al gobierno y son los servicios sanitarios públicos los que lo gestionan, concretamente los del hospital de Son Llàtzer, el segundo centro hospitalario más importante de Palma.
Eso es lo que explica que las sábanas y el catering que se ofrece a las personas confinadas en el hotel sean los mismos que los del hospital y no los propios de una estancia hotelera. Algo por lo que protestaron muchos de los estudiantes en sus redes sociales, quejándose por que las sábanas no eran cambiadas cada día y despreciando la comida y los menús que les ofrecían. Las quejas fueron constantes en entrevistas y en su frenética actividad en las redes sociales. "A mi hijo le han dado una naranja y un bizcocho para desayunar", se quejaba una de las madres en declaraciones a este diario.

Tanto es así que en un mismo día los estudiantes llegaron a pedir más de 300 pedidos de comida y bebida a domicilio a través de sus teléfonos móviles, generando momentos caóticos en la recepción del hotel.
En algunas de las habitaciones los restos de esos pedidos de comida permanecían apilados en el suelo cuando entraron a limpiar los servicios de mantenimiento, con envases de kétchup, cajas de cartón, latas de bebidas energéticas o bolsas de patatas fritas en el suelo de la terraza.

Fuentes consultadas por este diario señalan que hubo algunos grupos limitados que sí se comportaron con civismo. De hecho, hay 45 chicos que han decidido seguir cumpliendo con la cuarentena en el Bellver de forma voluntaria pese a no haber dado positivo y contar con una resolución judicial que ampara su libertad de movimientos.
Sin embargo, esas mismas fuentes agregan que otros muchos dejaron un rastro evidente y visible de incivismo y de falta de higiene e indican que a menudo eran precisamente los más bulliciosos y reivindicativos en las ventanas.

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