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Madmaxista
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“La industria de los hombres es vana, su saber ignorancia y su poder flaqueza cuando Dios no fortalece, enseña y guía”. “Lazarillo de Tormes”, Anónimo
Hace unos meses, en la antigua plataforma del blog, el compañero chewacca1 hacía alusión en uno de sus comentarios al libro del periodista Daniel Montero Bejerano, titulado “La Casta: el increíble chollo de ser político en España”. Este libro plantea en forma de ensayo una visión donde la clase política forma una “casta” –como se comentaba hace unos días referente a países como la India-. Los políticos conforman, según sus palabras, “un grupo cerrado y homogéneo en el que los herederos tienen mucho camino recorrido. Son la Casta”.
Creo que resulta injusto afirmar que todos los políticos de España o de cualquier otra nación pertenezcan a una casta elitista, cerrada y centrada ante todo en su proyecto personal –dirigido a beneficiarse del poder y a garantizarse una excelsa jubilación-; que más que ideales que sientan como pilares inamovibles de su gestión política, empleen como fundamento de su labor las viejas artes de la manipulación maquiavélica. Hay individuos que creen realmente en la labor política. El compañero Victoriano es un ejemplo cercano. Personas que vivieron la lucha por la tras*ición; que sufrieron la privación de las libertades esenciales; que conocen los surcos mezquinos de la labor política en todas sus variantes, y que aún así, siguen adelante. Afortunadamente, hoy en día siguen existiendo personas volcadas de lleno en la política local, que quizás, sumidos en una aparente candidez que raya la utopía, creen en la labor de los partidos… (de su partido, al menos). Es precisamente la rareza de su proceder -en un medio (el político) que tiende a enquistar valores en favor de conveniencias-, lo que los convierte en individuos dignos de ejemplo, en contraposición a lo que lamentablemente constituye un reflejo manifiesto de nuestra sociedad: el afán ciego por el lucro y el poder, convirtiendo a la codicia en valor supremo.
Es comprensible que el común de las personas establezca una distinción entre “nosotros” -los ciudadanos de base-, y “ellos” -quienes ostentan el poder público que tanto nos afecta en sus distintas y cada vez más ramificadas variantes-. ¿Pero son sólo “ellos” los responsables de la situación que esboza en datos Daniel Montero? ¿Existe realmente una casta responsable del hastío y de la crisis en la que nos hallamos en estos momentos? ¿Hasta qué punto la sociedad, al haber delegado durante décadas en la acción política con tanta “confianza” –entiéndase quizás, con tanta “dejadez e indiferencia”-, ha propiciado el que, partido tras partido y legislatura tras legislatura, la política haya acabado convirtiéndose en una forma fácil de ganarse la vida a base de someterse a la doctrina de la apariencia por conveniencia del partido, y “bienviviendo” -y muy bien- a costa de la sociedad que en su momento les otorgó su voto de confianza?
Resulta comprensible también que tras conocer algunos de estos datos nos sintamos emocionalmente airados, con deseos de liberarnos de ese creciente enojo, proyectándolo en la imagen de un rostro, un nombre o unas siglas. Por esa razón se han suprimido los nombres de los cargos y partidos (pueden hallarse fácilmente introduciendo el nombre del periodista o del libro en Google). La intención de este proceder es que tratemos al menos de centrarnos en asumir primero el sentir de lo que es -más que reaccionar de forma casi inconsciente, volcando nuestro enojo hacia tal persona o institución-. Luego, tratar de asumir ese sentir desde la perspectiva de la ineludible responsabilidad que tiene una sociedad en su conjunto, como suma de individualidades. Y si es posible y apetece ir más allá en el intento, tratar de hallar y barajar nuevas vías que permitieran restablecer poco a poco la armonía y el equilibrio que dicta el sentido común. En lo concreto: la confianza en las instituciones democráticas, en los encargados de velar por su cumplimiento y en la sociedad en su conjunto.
A continuación, sólo algunos de los datos que este libro afirma como ciertos:
.- Hay aproximadamente ochenta mil (80.000) personas dedicadas a la política de partido en España. Aun así, no existe ni se ha creado un organismo o sistema que controle y penalice su índice de absentismo laboral, como sí sucede con el resto de colectivos profesionales que conforman una sociedad.
.- Los diputados disponen de cinco millones (5.000.000) de euros al año para viajes.
.-Muchos dirigentes autonómicos se desplazan en automóviles de alta gama, que pueden rondar los seiscientos mil (591.624) euros, tal como parece ser el caso de un conocido alcalde. Curiosamente, la marca Audi ha sido la escogida por catorce de los diecisiete presidentes autonómicos. Mención aparte es una comunidad del levante peninsular, que dispone de doscientos (200) vehículos para sus altos cargos; mayoritariamente, se corresponden con el modelo S80 de Volvo, con un precio estimado de cuarenta mil (40.000) euros la unidad. Una comunidad del sur peninsular cuenta con doscientos treinta y cuatro (234) coches oficiales.
.-Dato curioso de una autonomía del norte peninsular: En 2008 abonó doscientos mil (200.000) euros extras a sus conductores, justificando tal decisión por haber conducido estos más de ochocientos setenta mil (870.182) kilómetros (trayecto suficiente como para cruzar la península de este a oeste… tres veces); irónicamente, es la comunidad más pequeña.
.- En España existen: 8.112 alcaldes, 65.896 concejales, 1.206 parlamentarios autonómicos, 1.031 diputados provinciales, 650 diputados y senadores, 139 responsables de Cabildos y Consejos insulares y 13 consejeros del Valle de Arán. Es decir, setenta y siete mil cincuenta y siete (77.057) altos cargos. Sin embargo, ninguna institución pública nacional conoce cuántos políticos cobran del Estado.
.- El Congreso gasta cada año ciento sesenta mil (160.000) euros en regalos navideños. Más de once mil (11.000) cargos públicos reciben obsequios por esas fechas, generándose un gasto anual por tal concepto de dos millones doscientos mil (2.200.000) euros.
.- No existen un límite legal para las comidas de representación de los políticos. Tampoco existe fiscalización previa a la hora de adquirir productos considerados exquisiteces, por su elevado coste.
.-Aproximadamente, cada español debe a los bancos quinientos sesenta y seis (566) euros por la deuda de los ayuntamientos. Sin embargo, la retención de las nóminas de los diputados y senadores es sólo del 4,5%.
.-Los ex ministros disfrutan durante dos años de una pensión por cese, de cincuenta y ocho mil (58.000) euros anuales, cifra seis veces superior a la pensión media española. Algunos ex ministros, además, compatibilizan ese dinero con el sueldo de diputado.
.-Sólo el treinta y tres (33) por ciento de los diputados del Congreso se dedica en exclusiva a la labor política. Algún caso especial llega incluso a ser retribuido por doce (12) actividades extraparlamentarias.
.-Cada Parlamento Autonómico, Diputación o Ayuntamiento fija el sueldo de sus cargos electos sin que exista límite ni baremo alguno. Como ejemplo de la falta de proporcionalidad que puede llegar a ocasionar esta ausencia de control: el alcalde de un pueblo de novecientos (900) habitantes cobra cerca de cuatro mil (4.000) euros al mes.
.- Los sueldos de todos los políticos electos -ochenta mil (80.000), como el aforo del Santiago Bernabeu- suponen para los ciudadanos un gasto de setecientos veinte (720) millones de euros al año.
.- A los parlamentarios que no residen en Madrid, hay que añadir un suplemento mensual de mil ochocientos veintitrés (1.823) euros en concepto de manutención y alojamiento; quienes sí residen en la capital disponen de ochocientos setenta (870) para gastos; en ambos casos, libres de impuestos. El resultado de esa multiplicación equivale al sueldo estimado de doce millones (12.000.000) de ciudadanos. Aparte de esta dieta, hay que sumar los ciento cincuenta (150) euros que perciben cada día si se hallan en el extranjero, o los ciento veinte (120) euros si viajan por territorio nacional.
.- El Congreso de los Diputados regala a los que no disponen de coche propio una tarjeta personalizada con un saldo de doscientos cincuenta (250) euros mensuales para que se desplacen en taxi por Madrid.
.- Los Senadores disponen de un millón setecientos mil (1.700.000) euros al año para gastos de teléfono. En algún ayuntamiento se ha llegado a disponer de doscientas setenta (270) líneas de móviles, facturándose en su uso desde descargas de juegos a llamadas a Cuba o a varias líneas eróticas.
Casos concretos:
- El actual Presidente del Estado Español es el único presidente de la Unión Europea que carga sus vacaciones a las arcas públicas. Su traslado implica un séquito aproximado de cien (100) personas entre escoltas, guardias civiles, asesores, etc… El costo medio de su periodo vacacional es de doscientos mil (200.000) euros.
.- El anterior Presidente del Estado Español es el único ex presidente del Gobierno que ha solicitado el sueldo vitalicio por haber sido parte del Consejo de Estado: setenta y cuatro mil (74.000) euros anuales. “Nómina que pretendía sumar a la de ejecutivo del magnate de la prensa Rupert Murdoch. Se lo denegaron pero le salió rentable. Pactó su renuncia a cambio de un sueldo de doscientos veintidós mil (220.000) euros al año, tres veces más de lo que cobraba como consejero de Estado”. El hermano de su mujer fue destinado a la sede de su partido en Bruselas; tras sólo dos años, se le ha otorgado un sueldo blindado.
.- Un conocido ex ministro recibe más de seis mil (6.319) euros mensuales por su escaño en la cámara baja, añadiéndose a este importe un plus como vocal de la Diputación Permanente y presidente de una comisión. Sin embargo, desde que comenzó la actual legislatura no ha presentado ni una sola iniciativa ni ha intervenido en el Congreso. Cobró en 2009 más de ciento veinte mil (120.000) euros por los servicios prestados.
.- Otro famoso ministro, veterano en la política, cobra al año más de ochenta mil (81.155) euros por tal condición, más una inusual indemnización de cuarenta y seis mil (46.000) euros al año por abandonar la presidencia de la autonomía que presidía. O sea, más de ciento veintisiete mil (127.155) euros anuales. Inusual (aparte de por lo obvio) porque para el resto de los españoles esta compatibilidad de dos sueldos del Estado está prohibida por ley.
.- El presidente del Congreso cobra más de trece mil (13.856) euros al mes: 3.126 por diputado, 3.605 como complemento, 3.915 para gastos de representación y 3.210 de libre disposición. Aparte, de forma puntual, hay que añadir los «gastos que sean indispensables para el ejercicio de su función».
.-Un ex presidente de Cataluña cobrará hasta el año 2014 un sueldo de más de setenta y seis mil (76.800) euros anuales. Posteriormente, si sigue vivo (que Dios lo quiera), se reducirá hasta casi sesenta mil (57.600) euros al año durante el resto de su vida.
.- Un ex presidente del Gobierno vasco recibe unos cuarenta y cinco mil (45.000) euros al año, la mitad de lo que ingresaba cuando era presidente. Lo cobrará de por vida, igual que todos los miembros de su ejecutivo. Este tipo de jubilaciones están muy por encima del límite legal para el resto de los españoles, que no pueden cobrar más de 32.000 euros anuales, por mucho que hayan cotizado toda su vida.
.- La que fue en su momento la diputada más joven de España -de tendencia izquierdista- ha obtenido con solo treinta y tres (33) años una indemnización estatal de ochenta y cinco (85.000) euros anuales. Recibe más de cinco mil (5.500) euros al mes por su trabajo en el partido; tiene derecho al 80% de su sueldo como ex secretaria de Estado de Cooperación; además, percibe ciento tres mil (103.000) euros anuales con todos los complementos, a los que hay que sumar más de tres mil (3.126) euros como senadora.
.- Una consejera de Acción Social solicitó un informe de treinta mil (30.000) euros, a fin de que le aconsejaran cómo dirigirse a los ciudadanos en tiempos de crisis… Por otro lado, el gobierno catalán ha encargado más de mil quinientos (1.583) informes con un coste similar. La temática llega a ser de lo más variopinta: desde el “Estudio de la concha brillante”, pasando por el “Diseño del parchís y puzzle de la casita de cartón recortable”, hasta temas más concretos como el “Estudio socioeconómico de la explotación de avellanas”…
Fuera de los datos recopilados por este libro, no hay que buscar demasiado en internet para hallar ejemplos ajenos a la política, aunque muy fuertemente vinculados -posiblemente, sometidos (al menos en lo económico)- a ella.
Representantes de trabajadores y del colectivo empresarial
.- En el año 2.008, uno de los principales sindicatos del país recibió del Ministerio de Trabajo más de seis millones (6.446.508,86) de euros al mes en concepto de representatividad electoral. El Ministerio de Trabajo también otorgó al mismo sindicato más de dos millones (2.156.967) de euros por asesoramiento.
.- El otro gran sindicato nacional, recibió por el mismo ministerio y también en concepto de representatividad, más de seis millones (6.092.257,09) de euros, y por asesoramiento, más de un millón (1.199.337) de euros. Otros cincuenta y siete (57) sindicatos reciben subvenciones por un monto que supera los tres millones (3.000.000) de euros anuales.
- Buena parte de las sedes de estos dos sindicatos, repartidas por todo el territorio nacional, están situadas en edificios pertenecientes al patrimonio del Estado, no pagando por ello alquiler alguno.
.-La confederación que aglutina a la mayoría de las organizaciones empresariales del país, lidera las subvenciones por asesoramiento al Ministerio de Trabajo, con una asignación de más de dos millones (2.156.976) de euros anuales.
.-El Gobierno privilegia a los sindicatos y a esta confederación empresarial por medio de la Fundación Tripartita (la responsable de la denominada “formación continua” de los trabajadores; compuesta por los sindicatos mayoritarios y esta confederación empresarial), concediéndoles la hegemonía en el sector, al destinarles más de… dos mil millones (2.235.874.000) de euros en formación profesional para el empleo. Dicha Fundación percibe además en concepto de autogestión, ciento setenta y ocho millones (178.870.000) de euros anuales. No existe un control riguroso sobre el cumplimiento del programa de cursos ni sobre la eficacia o profesionalidad de los mismos.
Parafraseando al slogan de unas conocidas pilas alcalinas, los ejemplos siguen, siguen y siguen… Y es que los casos concretos en los que se atribuye un supuesto abuso de poder son tantos y afectan a tal variedad de colectivos sociales, que cabe preguntarse hasta qué punto el germen de la crisis en sí es sólo producto de la abusiva gestión política o empresarial, o bien ha sido en gran medida la propia sociedad la que -más allá de haberla tolerado- la ha alentado y hecho suya. Siguiendo en esa misma línea, da la sensación de que en esta época de vacas flacas que vivimos en lo físico y “anímico” -aunque se disfrace de la “modernidad” y “desarrollo” propios de todo “presente”-, se repiten las sombras de la idiosincrasia nacional que tan bien retrató el anónimo creador del lazarillo de Tormes hace casi quinientos (456) años, al plasmar -con espíritu tan inteligentemente sibilino como burlón- la corrupción y decadencia de la sociedad de su época.
Ante toda esta situación, cabe plantearse… Si una sociedad que se vuelve sumisa al Gobierno; una sociedad en la que sus órganos representativos -políticos y socioeconómicos- dependen en gran medida para su subsistencia y desarrollo de la constante inyección de fondos públicos; una sociedad cuyo Gobierno, al asignar a éste una responsabilidad casi paternalista en su gestión a corto y largo plazo, se convierte en dispensador de dádivas más que en incentivador de proyectos e ideas; en abanderado de partidas con oportuna denominación de “solidarias”, aun a costa de desangrar otras necesidades tanto o más prioritarias por cercanas; una sociedad, en suma, que yace cada vez más desmembrada a la suerte de sus individuos y a su capacidad de lidiar sus problemas a pesar de las trabas que la propia sociedad les genera… Un gobierno y una sociedad así, ¿no constituyen a escala evolutiva una involución en la norma esencial de relaciones de armonía e interdependencia que prima a todos los niveles en la Vida, como expresión natural de la existencia?
Por otro lado, ¿cómo puede hablarse de la sociedad de un país -como si fuera una sola-, cuando la renta per cápita (la relación que hay entre el producto interno bruto de un país y su cantidad de habitantes) en la zona con más alta renta per cápita del territorio nacional (32.133 euros) doblega a la que tiene la renta más baja (13.828 euros)? Dejando a un lado el nefasto sentido bélico-político con que se usó esta expresión, ¿no es prueba evidente de que aún siguen existiendo dos Españas al menos, cada vez más distanciadas entre sí? Ante esta realidad, ¿hasta qué punto pueden los ideales nacionales seguir motivando e ilusionando por sí mismos como motor de una sociedad? ¿No es precisamente esa desilusión general lo que ha propiciado una clase política que arriba a la gestión pública bien formada en sus “tecnicismos” protocolarios y de lucha, pero a nivel individual con escaso fondo vocacional de servicio? ¿Hasta cuándo la base social participará en este juego de lazarillos que devienen hidalgos quijotescos preñados de ideas ilusionantes, sólo en época electoral?
En lo esencial, ¿esta crisis global que vivimos no es reflejo de la falta de respeto que tiene el hombre por sí mismo? Una falta de respeto, como preámbulo al desamor, que se manifiesta en el simple trato con las demás personas, con los otros seres, con el medio en que se desenvuelve su vida. En ese sentido, ¿hasta qué punto el declive de las estructuras que han configurado la realidad política, social, económica y religiosa de nuestra sociedad, no es sino reflejo de la situación con la que muchos individuos perciben también su crisis: como el descrédito de los valores que nos inculcaron desde niños como verdades inmutables y que han conformado hasta ahora nuestra estructura vital?
El miedo y la agresión son reacciones comprensibles en tiempos en los que la incertidumbre a todos los niveles amenaza con llegar a ser plena… Cabe preguntarse entonces, si hastiados por la repetición histórica de nuestro comportamiento como especie, se pueda dar un salto evolutivo al conseguir, en periodos de miedo y agresión, no reaccionar desde la lucha violenta y la anarquía, sino desde la arriesgada e innovadora creatividad, en su más amplio, profundo y comprometido sentido.
La gran duda, la que hace tambalear los cimientos de nuestros muros -nuestros miedos más profundos- es saber si será necesario esperar a que la estructura de orden que conforma nuestra sociedad se haga añicos (para muy posiblemente repetir el giro errático-histórico hacia el otro lado del péndulo), o si bien es posible, por medio de acciones individuales o colectivas (inicialmente externas a instituciones u organizaciones gubernamentales), conseguir girar de forma original y pacífica el rumbo de nuestro destino como sociedad y como individuos. Un rumbo por redescubrir, realmente un nuevo mundo, donde el respeto al ser humano, al resto de las especies y a la armonía que rige desde el más diminuto quark de nuestro cuerpo hasta la estrella más lejana de la Tierra, sea la ley esencial de nuestra existencia
El artículo es de Mario Conde.
http://www.marioconde.org/foro/2010/05/letras-numeros…-y-humanos-2/
Por cierto, que verguenza de país.
Hace unos meses, en la antigua plataforma del blog, el compañero chewacca1 hacía alusión en uno de sus comentarios al libro del periodista Daniel Montero Bejerano, titulado “La Casta: el increíble chollo de ser político en España”. Este libro plantea en forma de ensayo una visión donde la clase política forma una “casta” –como se comentaba hace unos días referente a países como la India-. Los políticos conforman, según sus palabras, “un grupo cerrado y homogéneo en el que los herederos tienen mucho camino recorrido. Son la Casta”.
Creo que resulta injusto afirmar que todos los políticos de España o de cualquier otra nación pertenezcan a una casta elitista, cerrada y centrada ante todo en su proyecto personal –dirigido a beneficiarse del poder y a garantizarse una excelsa jubilación-; que más que ideales que sientan como pilares inamovibles de su gestión política, empleen como fundamento de su labor las viejas artes de la manipulación maquiavélica. Hay individuos que creen realmente en la labor política. El compañero Victoriano es un ejemplo cercano. Personas que vivieron la lucha por la tras*ición; que sufrieron la privación de las libertades esenciales; que conocen los surcos mezquinos de la labor política en todas sus variantes, y que aún así, siguen adelante. Afortunadamente, hoy en día siguen existiendo personas volcadas de lleno en la política local, que quizás, sumidos en una aparente candidez que raya la utopía, creen en la labor de los partidos… (de su partido, al menos). Es precisamente la rareza de su proceder -en un medio (el político) que tiende a enquistar valores en favor de conveniencias-, lo que los convierte en individuos dignos de ejemplo, en contraposición a lo que lamentablemente constituye un reflejo manifiesto de nuestra sociedad: el afán ciego por el lucro y el poder, convirtiendo a la codicia en valor supremo.
Es comprensible que el común de las personas establezca una distinción entre “nosotros” -los ciudadanos de base-, y “ellos” -quienes ostentan el poder público que tanto nos afecta en sus distintas y cada vez más ramificadas variantes-. ¿Pero son sólo “ellos” los responsables de la situación que esboza en datos Daniel Montero? ¿Existe realmente una casta responsable del hastío y de la crisis en la que nos hallamos en estos momentos? ¿Hasta qué punto la sociedad, al haber delegado durante décadas en la acción política con tanta “confianza” –entiéndase quizás, con tanta “dejadez e indiferencia”-, ha propiciado el que, partido tras partido y legislatura tras legislatura, la política haya acabado convirtiéndose en una forma fácil de ganarse la vida a base de someterse a la doctrina de la apariencia por conveniencia del partido, y “bienviviendo” -y muy bien- a costa de la sociedad que en su momento les otorgó su voto de confianza?
Resulta comprensible también que tras conocer algunos de estos datos nos sintamos emocionalmente airados, con deseos de liberarnos de ese creciente enojo, proyectándolo en la imagen de un rostro, un nombre o unas siglas. Por esa razón se han suprimido los nombres de los cargos y partidos (pueden hallarse fácilmente introduciendo el nombre del periodista o del libro en Google). La intención de este proceder es que tratemos al menos de centrarnos en asumir primero el sentir de lo que es -más que reaccionar de forma casi inconsciente, volcando nuestro enojo hacia tal persona o institución-. Luego, tratar de asumir ese sentir desde la perspectiva de la ineludible responsabilidad que tiene una sociedad en su conjunto, como suma de individualidades. Y si es posible y apetece ir más allá en el intento, tratar de hallar y barajar nuevas vías que permitieran restablecer poco a poco la armonía y el equilibrio que dicta el sentido común. En lo concreto: la confianza en las instituciones democráticas, en los encargados de velar por su cumplimiento y en la sociedad en su conjunto.
A continuación, sólo algunos de los datos que este libro afirma como ciertos:
.- Hay aproximadamente ochenta mil (80.000) personas dedicadas a la política de partido en España. Aun así, no existe ni se ha creado un organismo o sistema que controle y penalice su índice de absentismo laboral, como sí sucede con el resto de colectivos profesionales que conforman una sociedad.
.- Los diputados disponen de cinco millones (5.000.000) de euros al año para viajes.
.-Muchos dirigentes autonómicos se desplazan en automóviles de alta gama, que pueden rondar los seiscientos mil (591.624) euros, tal como parece ser el caso de un conocido alcalde. Curiosamente, la marca Audi ha sido la escogida por catorce de los diecisiete presidentes autonómicos. Mención aparte es una comunidad del levante peninsular, que dispone de doscientos (200) vehículos para sus altos cargos; mayoritariamente, se corresponden con el modelo S80 de Volvo, con un precio estimado de cuarenta mil (40.000) euros la unidad. Una comunidad del sur peninsular cuenta con doscientos treinta y cuatro (234) coches oficiales.
.-Dato curioso de una autonomía del norte peninsular: En 2008 abonó doscientos mil (200.000) euros extras a sus conductores, justificando tal decisión por haber conducido estos más de ochocientos setenta mil (870.182) kilómetros (trayecto suficiente como para cruzar la península de este a oeste… tres veces); irónicamente, es la comunidad más pequeña.
.- En España existen: 8.112 alcaldes, 65.896 concejales, 1.206 parlamentarios autonómicos, 1.031 diputados provinciales, 650 diputados y senadores, 139 responsables de Cabildos y Consejos insulares y 13 consejeros del Valle de Arán. Es decir, setenta y siete mil cincuenta y siete (77.057) altos cargos. Sin embargo, ninguna institución pública nacional conoce cuántos políticos cobran del Estado.
.- El Congreso gasta cada año ciento sesenta mil (160.000) euros en regalos navideños. Más de once mil (11.000) cargos públicos reciben obsequios por esas fechas, generándose un gasto anual por tal concepto de dos millones doscientos mil (2.200.000) euros.
.- No existen un límite legal para las comidas de representación de los políticos. Tampoco existe fiscalización previa a la hora de adquirir productos considerados exquisiteces, por su elevado coste.
.-Aproximadamente, cada español debe a los bancos quinientos sesenta y seis (566) euros por la deuda de los ayuntamientos. Sin embargo, la retención de las nóminas de los diputados y senadores es sólo del 4,5%.
.-Los ex ministros disfrutan durante dos años de una pensión por cese, de cincuenta y ocho mil (58.000) euros anuales, cifra seis veces superior a la pensión media española. Algunos ex ministros, además, compatibilizan ese dinero con el sueldo de diputado.
.-Sólo el treinta y tres (33) por ciento de los diputados del Congreso se dedica en exclusiva a la labor política. Algún caso especial llega incluso a ser retribuido por doce (12) actividades extraparlamentarias.
.-Cada Parlamento Autonómico, Diputación o Ayuntamiento fija el sueldo de sus cargos electos sin que exista límite ni baremo alguno. Como ejemplo de la falta de proporcionalidad que puede llegar a ocasionar esta ausencia de control: el alcalde de un pueblo de novecientos (900) habitantes cobra cerca de cuatro mil (4.000) euros al mes.
.- Los sueldos de todos los políticos electos -ochenta mil (80.000), como el aforo del Santiago Bernabeu- suponen para los ciudadanos un gasto de setecientos veinte (720) millones de euros al año.
.- A los parlamentarios que no residen en Madrid, hay que añadir un suplemento mensual de mil ochocientos veintitrés (1.823) euros en concepto de manutención y alojamiento; quienes sí residen en la capital disponen de ochocientos setenta (870) para gastos; en ambos casos, libres de impuestos. El resultado de esa multiplicación equivale al sueldo estimado de doce millones (12.000.000) de ciudadanos. Aparte de esta dieta, hay que sumar los ciento cincuenta (150) euros que perciben cada día si se hallan en el extranjero, o los ciento veinte (120) euros si viajan por territorio nacional.
.- El Congreso de los Diputados regala a los que no disponen de coche propio una tarjeta personalizada con un saldo de doscientos cincuenta (250) euros mensuales para que se desplacen en taxi por Madrid.
.- Los Senadores disponen de un millón setecientos mil (1.700.000) euros al año para gastos de teléfono. En algún ayuntamiento se ha llegado a disponer de doscientas setenta (270) líneas de móviles, facturándose en su uso desde descargas de juegos a llamadas a Cuba o a varias líneas eróticas.
Casos concretos:
- El actual Presidente del Estado Español es el único presidente de la Unión Europea que carga sus vacaciones a las arcas públicas. Su traslado implica un séquito aproximado de cien (100) personas entre escoltas, guardias civiles, asesores, etc… El costo medio de su periodo vacacional es de doscientos mil (200.000) euros.
.- El anterior Presidente del Estado Español es el único ex presidente del Gobierno que ha solicitado el sueldo vitalicio por haber sido parte del Consejo de Estado: setenta y cuatro mil (74.000) euros anuales. “Nómina que pretendía sumar a la de ejecutivo del magnate de la prensa Rupert Murdoch. Se lo denegaron pero le salió rentable. Pactó su renuncia a cambio de un sueldo de doscientos veintidós mil (220.000) euros al año, tres veces más de lo que cobraba como consejero de Estado”. El hermano de su mujer fue destinado a la sede de su partido en Bruselas; tras sólo dos años, se le ha otorgado un sueldo blindado.
.- Un conocido ex ministro recibe más de seis mil (6.319) euros mensuales por su escaño en la cámara baja, añadiéndose a este importe un plus como vocal de la Diputación Permanente y presidente de una comisión. Sin embargo, desde que comenzó la actual legislatura no ha presentado ni una sola iniciativa ni ha intervenido en el Congreso. Cobró en 2009 más de ciento veinte mil (120.000) euros por los servicios prestados.
.- Otro famoso ministro, veterano en la política, cobra al año más de ochenta mil (81.155) euros por tal condición, más una inusual indemnización de cuarenta y seis mil (46.000) euros al año por abandonar la presidencia de la autonomía que presidía. O sea, más de ciento veintisiete mil (127.155) euros anuales. Inusual (aparte de por lo obvio) porque para el resto de los españoles esta compatibilidad de dos sueldos del Estado está prohibida por ley.
.- El presidente del Congreso cobra más de trece mil (13.856) euros al mes: 3.126 por diputado, 3.605 como complemento, 3.915 para gastos de representación y 3.210 de libre disposición. Aparte, de forma puntual, hay que añadir los «gastos que sean indispensables para el ejercicio de su función».
.-Un ex presidente de Cataluña cobrará hasta el año 2014 un sueldo de más de setenta y seis mil (76.800) euros anuales. Posteriormente, si sigue vivo (que Dios lo quiera), se reducirá hasta casi sesenta mil (57.600) euros al año durante el resto de su vida.
.- Un ex presidente del Gobierno vasco recibe unos cuarenta y cinco mil (45.000) euros al año, la mitad de lo que ingresaba cuando era presidente. Lo cobrará de por vida, igual que todos los miembros de su ejecutivo. Este tipo de jubilaciones están muy por encima del límite legal para el resto de los españoles, que no pueden cobrar más de 32.000 euros anuales, por mucho que hayan cotizado toda su vida.
.- La que fue en su momento la diputada más joven de España -de tendencia izquierdista- ha obtenido con solo treinta y tres (33) años una indemnización estatal de ochenta y cinco (85.000) euros anuales. Recibe más de cinco mil (5.500) euros al mes por su trabajo en el partido; tiene derecho al 80% de su sueldo como ex secretaria de Estado de Cooperación; además, percibe ciento tres mil (103.000) euros anuales con todos los complementos, a los que hay que sumar más de tres mil (3.126) euros como senadora.
.- Una consejera de Acción Social solicitó un informe de treinta mil (30.000) euros, a fin de que le aconsejaran cómo dirigirse a los ciudadanos en tiempos de crisis… Por otro lado, el gobierno catalán ha encargado más de mil quinientos (1.583) informes con un coste similar. La temática llega a ser de lo más variopinta: desde el “Estudio de la concha brillante”, pasando por el “Diseño del parchís y puzzle de la casita de cartón recortable”, hasta temas más concretos como el “Estudio socioeconómico de la explotación de avellanas”…
Fuera de los datos recopilados por este libro, no hay que buscar demasiado en internet para hallar ejemplos ajenos a la política, aunque muy fuertemente vinculados -posiblemente, sometidos (al menos en lo económico)- a ella.
Representantes de trabajadores y del colectivo empresarial
.- En el año 2.008, uno de los principales sindicatos del país recibió del Ministerio de Trabajo más de seis millones (6.446.508,86) de euros al mes en concepto de representatividad electoral. El Ministerio de Trabajo también otorgó al mismo sindicato más de dos millones (2.156.967) de euros por asesoramiento.
.- El otro gran sindicato nacional, recibió por el mismo ministerio y también en concepto de representatividad, más de seis millones (6.092.257,09) de euros, y por asesoramiento, más de un millón (1.199.337) de euros. Otros cincuenta y siete (57) sindicatos reciben subvenciones por un monto que supera los tres millones (3.000.000) de euros anuales.
- Buena parte de las sedes de estos dos sindicatos, repartidas por todo el territorio nacional, están situadas en edificios pertenecientes al patrimonio del Estado, no pagando por ello alquiler alguno.
.-La confederación que aglutina a la mayoría de las organizaciones empresariales del país, lidera las subvenciones por asesoramiento al Ministerio de Trabajo, con una asignación de más de dos millones (2.156.976) de euros anuales.
.-El Gobierno privilegia a los sindicatos y a esta confederación empresarial por medio de la Fundación Tripartita (la responsable de la denominada “formación continua” de los trabajadores; compuesta por los sindicatos mayoritarios y esta confederación empresarial), concediéndoles la hegemonía en el sector, al destinarles más de… dos mil millones (2.235.874.000) de euros en formación profesional para el empleo. Dicha Fundación percibe además en concepto de autogestión, ciento setenta y ocho millones (178.870.000) de euros anuales. No existe un control riguroso sobre el cumplimiento del programa de cursos ni sobre la eficacia o profesionalidad de los mismos.
Parafraseando al slogan de unas conocidas pilas alcalinas, los ejemplos siguen, siguen y siguen… Y es que los casos concretos en los que se atribuye un supuesto abuso de poder son tantos y afectan a tal variedad de colectivos sociales, que cabe preguntarse hasta qué punto el germen de la crisis en sí es sólo producto de la abusiva gestión política o empresarial, o bien ha sido en gran medida la propia sociedad la que -más allá de haberla tolerado- la ha alentado y hecho suya. Siguiendo en esa misma línea, da la sensación de que en esta época de vacas flacas que vivimos en lo físico y “anímico” -aunque se disfrace de la “modernidad” y “desarrollo” propios de todo “presente”-, se repiten las sombras de la idiosincrasia nacional que tan bien retrató el anónimo creador del lazarillo de Tormes hace casi quinientos (456) años, al plasmar -con espíritu tan inteligentemente sibilino como burlón- la corrupción y decadencia de la sociedad de su época.
Ante toda esta situación, cabe plantearse… Si una sociedad que se vuelve sumisa al Gobierno; una sociedad en la que sus órganos representativos -políticos y socioeconómicos- dependen en gran medida para su subsistencia y desarrollo de la constante inyección de fondos públicos; una sociedad cuyo Gobierno, al asignar a éste una responsabilidad casi paternalista en su gestión a corto y largo plazo, se convierte en dispensador de dádivas más que en incentivador de proyectos e ideas; en abanderado de partidas con oportuna denominación de “solidarias”, aun a costa de desangrar otras necesidades tanto o más prioritarias por cercanas; una sociedad, en suma, que yace cada vez más desmembrada a la suerte de sus individuos y a su capacidad de lidiar sus problemas a pesar de las trabas que la propia sociedad les genera… Un gobierno y una sociedad así, ¿no constituyen a escala evolutiva una involución en la norma esencial de relaciones de armonía e interdependencia que prima a todos los niveles en la Vida, como expresión natural de la existencia?
Por otro lado, ¿cómo puede hablarse de la sociedad de un país -como si fuera una sola-, cuando la renta per cápita (la relación que hay entre el producto interno bruto de un país y su cantidad de habitantes) en la zona con más alta renta per cápita del territorio nacional (32.133 euros) doblega a la que tiene la renta más baja (13.828 euros)? Dejando a un lado el nefasto sentido bélico-político con que se usó esta expresión, ¿no es prueba evidente de que aún siguen existiendo dos Españas al menos, cada vez más distanciadas entre sí? Ante esta realidad, ¿hasta qué punto pueden los ideales nacionales seguir motivando e ilusionando por sí mismos como motor de una sociedad? ¿No es precisamente esa desilusión general lo que ha propiciado una clase política que arriba a la gestión pública bien formada en sus “tecnicismos” protocolarios y de lucha, pero a nivel individual con escaso fondo vocacional de servicio? ¿Hasta cuándo la base social participará en este juego de lazarillos que devienen hidalgos quijotescos preñados de ideas ilusionantes, sólo en época electoral?
En lo esencial, ¿esta crisis global que vivimos no es reflejo de la falta de respeto que tiene el hombre por sí mismo? Una falta de respeto, como preámbulo al desamor, que se manifiesta en el simple trato con las demás personas, con los otros seres, con el medio en que se desenvuelve su vida. En ese sentido, ¿hasta qué punto el declive de las estructuras que han configurado la realidad política, social, económica y religiosa de nuestra sociedad, no es sino reflejo de la situación con la que muchos individuos perciben también su crisis: como el descrédito de los valores que nos inculcaron desde niños como verdades inmutables y que han conformado hasta ahora nuestra estructura vital?
El miedo y la agresión son reacciones comprensibles en tiempos en los que la incertidumbre a todos los niveles amenaza con llegar a ser plena… Cabe preguntarse entonces, si hastiados por la repetición histórica de nuestro comportamiento como especie, se pueda dar un salto evolutivo al conseguir, en periodos de miedo y agresión, no reaccionar desde la lucha violenta y la anarquía, sino desde la arriesgada e innovadora creatividad, en su más amplio, profundo y comprometido sentido.
La gran duda, la que hace tambalear los cimientos de nuestros muros -nuestros miedos más profundos- es saber si será necesario esperar a que la estructura de orden que conforma nuestra sociedad se haga añicos (para muy posiblemente repetir el giro errático-histórico hacia el otro lado del péndulo), o si bien es posible, por medio de acciones individuales o colectivas (inicialmente externas a instituciones u organizaciones gubernamentales), conseguir girar de forma original y pacífica el rumbo de nuestro destino como sociedad y como individuos. Un rumbo por redescubrir, realmente un nuevo mundo, donde el respeto al ser humano, al resto de las especies y a la armonía que rige desde el más diminuto quark de nuestro cuerpo hasta la estrella más lejana de la Tierra, sea la ley esencial de nuestra existencia
El artículo es de Mario Conde.
http://www.marioconde.org/foro/2010/05/letras-numeros…-y-humanos-2/
Por cierto, que verguenza de país.
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