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La amenaza de China planea sobre la industria mundial - Economía - Estrella Digital - Primer diario digital en español
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40% DE CAÍDA DEL PRECIO DEL ACERO
La amenaza de China planea sobre la industria mundial
El gigante asiático podría dirigir hacia el resto del mundo su gigantesco excedente de oferta, como ya ocurre con el acero. Los sectores del cemento, vídrio, materias primas e incluso vehículos viven amenazados por el riesgo de inundación de sus mercados, con la consecuente caída de precios
La ralentización de la economía china ha puesto en alerta a los distintos sectores industriales del resto del mundo. Tras años de fuerte expansión de gasto público, la economía del gigante asiático ha multiplicado su producción industrial, pero la demanda doméstica ya no es capaz de absorber ese incremento de la oferta. A pesar de la falta de demanda, el gigante no prevé cesar la producción sino que pretende salir al mercado mundial para inundarlo, como ya ha hecho con el acero.
El problema podría agravarse si a la economía china se le otorga el estatus de economía de mercado en este año 2016. Tras ese paso, el gigante asiático podría inundar los mercados con sus exportaciones baratas. A finales de este año se acaba el periodo tras*itorio de 15 años que se fijó tras la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Para entonces, la organización deberá debatir si incluye a China y le da el estatus permanente de economía de mercado.
Los excesos del gigante chino ya preocupan a los sectores industriales del resto del mundo, en especial a los relacionados con la construcción. La gigantesca burbuja inmobiliaria china, capaz de crear verdaderas ciudades fantasma, ha multiplicado la producción de los distintos materiales.
El sector del acero ya lo padece
El gigante asiático es el mayor productor del mundo de acero, con mucha diferencia sobre el resto. Un 50% de la producción mundial proviene de China, frente al 7% de Japón, el 7% de Estados Unidos, México y Canadá y el 10% que representa Europa. La penetración del acero chino en todos los mercados se ha duplicado en un par de años, mientras que el precio del producto ha caído un 40%.
El enfrentamiento entre el sector del acero y las exportaciones chinas es el mejor ejemplo de lo que puede venir en el futuro. El pasado mes de febrero una manifestación reunió a cerca de 5.000 personas en las calles de Bruselas para pedir a la Comisión Europea que tome medidas de protección eficaces contra el acero chino. La protesta congrego a representantes sindicales, representantes de las empresas e incluso de diferentes partidos.
“Si China recibe el estatus de economía de mercado, será básicamente como dar a China licencia para inundar el mercado. Es ilógico, sólo cumple uno de los cinco requisitos de la Unión Europea para recibir esa categoría”, explicó el presidente de la Asociación Europea del Acero (Eurofer) y vicepresidente ejecutivo de ArcelorMittal, Geer Van Poelvoorde.
En España, este tema ha conseguido lo imposible, poner de acuerdo a PP, PSOE y PNV. El sector español ha alertado de que las importaciones de acero en España crecieron un 8,1% en 2015, sobre todo por el acero chino. En 2015, la producción en España creció un 4%, pero las empresas detectaron un frenazo en el último trimestre y culpan directamente a China.
El acero solo es el principio
Pero la sobrecapacidad de la oferta china no se reduce al acero, ni mucho menos. También el cemento, el vidrio, las materias primas u otros bienes como vehículos están amenazados por el riesgo de inundación del mercado, con la consecuente caída de precios.
La producción de cemento en China ha crecido más de un 50% entre 2008 y 2012, hasta los 2.210.000 miles de toneladas. La cantidad es diez veces superior a la que produce India, que es el segundo mayor productor mundial, y hasta treinta veces superior a la cantidad de Estados Unidos.
La gigantesca burbuja inmobiliaria también disparó la producción de vidrio, de la que China también es líder mundial. En las últimas décadas, la producción se ha multiplicado por cuarenta y se ha acentuado en los últimos años. Igual ocurre con el aluminio, que ha permitido que China produzca hasta cuatro veces más que sus competidores más inmediatos, que son Rusia y Canadá. Incluso en el número de vehículos, entre otros bienes, China es líder mundial al duplicar la producción de Estados Unidos.
Economía de mercado
La decisión de aceptar a China como economía de mercado reduciría significativamente la capacidad de actuación de la Unión Europea. Las principales quejas que existen son que las empresas chinas tienen unos costes muy reducidos, que les permiten sacar al mercado productos a precios mínimos. Ya sea por los bajos costes laborales o nulos en regulación del empleo o por las fuertes subvenciones del Gobierno chino, la industria europea no puede competir con China.
En la OMC no existe una definición común de lo que es una economía de mercado. Por ello, desde Pekín espera que sus socios comerciales deben reconocerle ese estatus de forma automática. La única medición objetiva es la que utiliza la UE, que contiene cinco criterios, de los cuales China solo cumple uno según la Comisión europea. A este hecho es al que se agarran en la industria del acero y en otros sectores. De momento, la UE ha lanzado una consulta pública y un análisis de impacto de la situación, pero todo está en el aire.
