La única ventaja de que España pinte en el panorama internacional menos que un perro en misa es que, si se lía (o más bien, cuando se líe), Washington, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, y demás ciudades principales norteamericanas serán borradas del mapa, al igual que Londres y presumiblemente también París y Berlín. Pero como digo, somos tan irrelevantes que aquí, exceptuando los aledaños de Morón, Rota y Gibraltar, no nos va a pasar nada. Como mucho mandarán a cuatro chinos grandotes a repartir palos a lo Bud Spencer.