César Vidal 'rebate' a Roca Barea sin más argumentos que los insultos. Tremendos, oye. Además la acusa de estar apadrinada por el Vaticano

origenes dijo:

Como he dicho soy ateo y, por consiguiente, no defiendo el protestantismo; ni el evangélico de César Vidal, ni otras manifestaciones, algunas de ellas grotescas. Pero, aunque no creo en Dios, soy católico porque soy culturalmene católico. Fuí bautizado, confirmado, casado por la iglesia y seguramente hay muchos aspectos de mi ética y forma de entender el mundo que habré heredado del catolicismo.

Opino que, partiendo de esa necesidad que tenemos los humanos de creer, y tratándose de occidente, el Protestantismo es un “mal menor” en comparación con el Catolicismo que para mí representa un “mal mayor”.



Ninguna sociedad debería estar en contra de la semilla de la Reforma: las 95 tesis de Lutero. Las (aprox) 40 primeras, aunque breves, son razonamientos teológicos no tan simples como parecen y que tratan de fundamentar el asunto principal que está en las siguientes y que son muy sencillas. ¿Cómo es posible que a los sureños de Europa no nos hubiera parecido reprobable que una institución como la Iglesia de entonces (el Vaticano) no sólo se arrogara ser el interlocutor necesario con Dios sinó que además se convirtiera en su contable, concediendo el “pase” al Cielo o al Purgatorio de sus abnegados fieles en función del la generosidad de su cartera, la de los fieles (bulas)? Pues con estos sólidos motivos y a pesar de que había surgido un héroe, el líder necesario en toda revolución, en el sur de Europa no nos debió parecer lo suficientemente reprobable porque no fuimos capaces de apoyarla. Y aunque por aquel entonces las diferencias entre el centro de europa y el sur no eran tan acusadas como hoy en día (o casi inexistentes) nuestra sociedad estaba más enferma. Esa gigantesca centenaria plantación de árboles de poder y burocracia nos impidió ver el bosque. Una organización con “emperadores”, los Papas, muchos de ellos belicosos, lujuriosos, pertenecientes a clanes familiares, que ponían y quitaban reyes a su antojo, en contínua disputa con la Corona de turno por ser el recaudador oficial de los tributos del pueblo y, para más Inri (bien traído), muy dados al oropel y al lujo, con una estructura piramidal hasta los cimientos de una sociedad civil a la que atenaza. En nuestra era de las corporaciones el Vaticano sigue siendo la organización (a modo de 2º lobby lgtb) más poderosa del mundo.

Hoy en día se sabe que la Inquisición ha sido fuertemente vilipendiada desde hace siglos y que los protestantes no fueron más considerados ni con católicos ni con judíos pero, su mera fundación, es un síntoma de lo que la religión había contaminado a la sociedad. Sucede lo mismo con el Islam.

Es como cualquiera de los clanes de masones, judíos orodoxos, las diferentes líneas del Islam, ect pero con mil veces más poder. Y como cualquier empresa tiene en su propia naturaleza el expandirse: Evangelizar.



Y así, la colombina España de los Reyes Católicos, encontró por azar lo que ni en sueños esperaba. Se topó con un inmenso continente (y sus recursos) con relativamente pocos pobladores, atrasados, que casi no opusieron resistencia, idóneos para evangelizar.

En dos siglos llegaron a América 60000 españoles. Exigua cantidad. El grueso de los expedicionarios eran “militares” en busca de fortuna y religiosos para evangelizar (en último término también buscando fortuna para su organización). Por supuesto todos se aparearon como conejos.

Sí, se contruyeron catedrales, monasterios, universidades y aparecieron ciudades próximas a las zonas de extracción. Es de suponer que entre los que cruzaron el charco había técnicos, arquitectos, forjadores, canteros y bachilleres varios, pero, por pura matemática, tuvieron que ser poquísimos. Lo de las Universidades es algo para destacar porque América se puso a la vanguardia de estos edificios. Y digo edificios porque si contruyes un gran edificio y en él, después de los trámites administrativos procedentes, impartes estudios de teología y una escuela de traductores, ya tienes una universidad. Todo gestionado por religiosos. La pregunta procedente es, si en el s.XVII América estaba a la par, o superando, a Europa en lo que son las infraestrucutas fundamentales del conocimiento humano, ¿dónde están los frutos? Lo más humillante es que ni en el campo de las humanidades se contribuyó al saber universal como los estudiosos de los países que por aquel entonces eran protestantes en ciernes. A los griegos, 2000 años antes, no les hizo falta tanta infraestructura para dejar una huella imborrable en el saber universal.




En España, hasta hace bien poco (la generación de nuestros abuelos), tener un familiar que había decidido estudiar “pa cura” era un honor. Seguramente ser pariente cercano de un “funcionario de Dios” sería de gran ayuda para las cuestiones del más allá (mucho más importante que el más acá). Y así era.



Y en el fondo los católicos seguimos con el acongojamiento divino que le oprime a un indígena al entrar en una catedral gótica. Algo tan grande y hermoso sólo puede concebirse gracias a Dios. Si a Stendhal le abrumaba tanta belleza, a nosotros nos hace creer más en Dios y, por extensión, en el Papa y todos estos maravillosos seres que han sido capaces de crear tanta belleza. Por eso no concebimos tener un templo en un modesto cobertizo. No va con nosotros porque nos han inoculado otra escenografía.



Se trata de que lo que impulsó Lutero era realmente modernización. Ante un proceso que debía ser natural nosotros, los latinos, nos hemos enrocado como el asno cuando dice No.

El protestanismo también se sacudió de una serie de parafernalias varias que los católicos conservamos. Asistir a un bautizo, boda, entierro, o Semana Santa en España puede ser visualmente y culturalmente hermoso pero, si somos sinceros, es anacrónico y vergonzoso. Personalmente siento envidia sana cuando veo la modestia y elegancia de los cementerios protestantes en comparación con los horterísimos panteones de los cementerios de España. Todo está relacionado.






Esta “secta global” (oxímoron) hace de la pobreza una virtud (“Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja a...”) aniquilando cualquier impulso natural hacia la prosperidad y el desarrollo basados en el esfuerzo y el ingenio. No sólo de la pobreza sinó del mismo sufrimiento y del dolor. La, insultantemente Santa, Teresa de Calcuta, afirmaba que era más cristiano el sufrimiento al morir, y así les negaba los calmantes a sus moribundos hospitalizados. La pobreza llega incluso a ser un mérito; se diría que haber fracasado es un mérito que hasta te da puntos para ir al Cielo. Se entiende que el éxito te acerca al lado oscuro. Estos “valores” de pobreza son deseables para los fieles rasos, no para los “funcionarios de carrera” de Dios a los que, curiosamente, les son aplicados los opuestos.

Los protestantes no necesitan al Vaticano para su relación con Dios. Algo lógico. Por eso dos vecinos pueden contruir juntos su pequeño templo de madera en el que atenderán sus cuestiones del alma y de Dios. No carecen de Ceremonia pero es algo contenido y más flexible. Las contínuas guerras de la Contrarreforma les hacen emigrar hacia América EN FAMILIA; es decir fueron con el claro propósito de forjar un futuro, algo radicalmente distinto a la colonización Española. No necesitan a la Iglesia porque va con ellos, en su interior. Es decir se forman las 13 colonias en lo que sería EEUU por motivos principalmente religiosos sin el lastre de la nobleza y, sobre todo, sin el lastre de la “autoritas” de la jerarquía eclesiástica dependiente del Vaticano. Al haberse librado del la visión monolítica y encorsetada del dogma, e impuesta por Roma a base de coerción total, llegaron protestantes con múltiples formas de entender su credo. Estos pueblos protestantes se respetaban estre sí, al fin y al cabo es algo íntimo, y no se inmiscuyen en cuestiones del vecino. Incluso se dejó una zona para los pocos católicos habían llegado; el futuro estado de Virginia. La “mente protestante” fue crucial para el desarrollo de occidente.

Buscar la prosperidad en la vida de forma honesta es el fin. Sucede que a los católicos se nos inculcó que el fin es la prosperidad celestial, y para eso no hay nada mejor que rezar.




En pleno s.XXI que el vaticano sea cada día más poderoso es difícil de entender. Le queda hacerle frente a las iglesias evangélicas en latinoamérica y poner más medios en Africa. Como puedes ver en los pueblos que intelectualmente se pueden defender no tiene futuro. Pienso que los valores intrínsecos y no declarados del catolicismo no ayudan a que ninguna sociedad encuentre el cielo EN LA TIERRA.





PD:

Ahora, por favor, imagínate que estamos en la barra de un bar pacodemier y después de la 4ª Estrella Galicia te suelto esta perorata. Pues ese es el valor de todo lo que he dicho. Ni más, ni menos.

La verdad es que no tengo ni fruta idea.

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