Centenario de la batalla de Jutlandia.

computer_malfuction

Será en Octubre
Desde
3 Jul 2011
Mensajes
18.054
Reputación
57.083
Hoy se cumplen 100 años de la mayor batalla naval de la Primera Guerra Mundial, Jutlandia o Skagerrak.Se desarrolló durante el 31 de mayo y el 1 de junio de 1916 en las costas de Dinamarca y enfrentó a la Royal Navy Británica y a la Marina Imperial Alemana.Esta buscaba un golpe definitivo que destruyera la flota inglesa.

Las fuerza naval británica eran muy superior numéricamente (el doble de unidades), sin embargo los barcos alemanes fueron mucho más eficaces y su artillería causó grandes destrozos a la Royal Navy. Los Ingleses perdieron muchos más de barcos (6 acorazados frente a 2, además de 8 destructores) y el doble de muertos (+6.000 frente a unos 2.500).

La victoria es dudosa.La victoria táctica correspondió claramente a los alemanes.Lograron escapar a su destrucción y lo hicieron destruyendo 14 naves enemigas. Pero la victoria estratégica correspondió a los británicos que, aunque fracasaron en su empeño de destruir a la Hochseeflotte, cerraron definitivamente el camino de Alemania al mar.

batalla-de-jutlandia-600x350.jpg


La flota británica, camino de Jutlandia.

av_f_reinhard_von_scheer_01.jpg


El almirante Reinhard Scheer, comandante en jefe de la Hochseeflote alemana.

av_f_sir_john_jellicoe_01.jpg


El almirante sir John Jellicoe, comandante en jefe de la Grand Fleet británica.


Batalla de Jutlandia - Wikipedia, la enciclopedia libre
 
Lo que no entiendo bien es por qué un crucero de batalla de la época navegaba a 27 nudos y hoy en día, 100 años después, barcos equivalentes siguen rindiendo lo mismo.

No vemos fragatas actuales a 40 o 50 nudos. La Blas de Lezo tiene como tope 28,5 nudos y mas parece velocidad máxima puntual que sostenida.

La velocidad de los cruceros de batalla tenía una función táctica.: sobrepasar a los contrarios en la maniobra para mantener una posición favorable e incluso cruzando la T.

Fue un concepto ilusorio derivado de Tsushima. Con el incremento de las distancias de combate y que los alemanes también tenían cruceros de batalla se perdió gran parte de la utilidad.

En cualquier caso la velocidad de los cruceros de batalla la heredaron los acorazados rápidos. La velocidad ha sido y es útil pero extremadamente costosa. Por ejemplo el KGV necesitaba 10.000 cv para 14 nudos y 110.000 para 28 nudos.

---------- Post added 31-may-2016 at 20:57 ----------

Hoy se cumplen 100 años de la mayor batalla naval de la Primera Guerra Mundial, Jutlandia o Skagerrak.Se desarrolló durante el 31 de mayo y el 1 de junio de 1916 en las costas de Dinamarca y enfrentó a la Royal Navy Británica y a la Marina Imperial Alemana.Esta buscaba un golpe definitivo que destruyera la flota inglesa.

Las fuerza naval británica eran muy superior numéricamente (el doble de unidades), sin embargo los barcos alemanes fueron mucho más eficaces y su artillería causó grandes destrozos a la Royal Navy. Los Ingleses perdieron muchos más de barcos (6 acorazados frente a 2, además de 8 destructores) y el doble de muertos (+6.000 frente a unos 2.500).

La victoria es dudosa.La victoria táctica correspondió claramente a los alemanes.Lograron escapar a su destrucción y lo hicieron destruyendo 14 naves enemigas. Pero la victoria estratégica correspondió a los británicos que, aunque fracasaron en su empeño de destruir a la Hochseeflotte, cerraron definitivamente el camino de Alemania al mar.

batalla-de-jutlandia-600x350.jpg


La flota británica, camino de Jutlandia.

av_f_reinhard_von_scheer_01.jpg


El almirante Reinhard Scheer, comandante en jefe de la Hochseeflote alemana.

av_f_sir_john_jellicoe_01.jpg


Batalla de Jutlandia - Wikipedia, la enciclopedia libre

Las pérdidas británicas fueron 3 cruceros de batalla y 3 cruceros acorazados. Ningún acorazado. Solo los alemanes perdieron un viejo acorazado pre - dreadnought además de un crucero de batalla. Lo de 6 a 2 solo tiene sentido si usamos el concepto de buque blindado. Pero los cruceros de batalla era muy superiores al pre - dreadnought y los cruceros acorazados. Ambos tipos se consideraban al límite de la obsolescencia.
 
Última edición:
Los cruceros alemanes lucharon como leones, los ingleses confusos.
No diría confusos. Mal mandados y claramente inferiores en calidad, pero con tanto valor como los alemanes. Beatty fue un necio pero no un fistro. Dejar atras por dos veces, a los cuatro mejores acorazados del mundo demuestran ambas cosas.
 
Última edición:
Teniendo en cuenta que la flota inglesa tenía una gran experiencia de siglos y múltiples batallas y la alemana de apenas décadas y en tiempos de paz me parece un resultado bochornoso para los anglocabrones.
 
Para analizar una batalla es mejor dejar las fobias/filias en el armario, negar las virtudes inglesas porque te caigan mal es ridículo
 
Su objetivo era destruir a la Hochseeflote en una batalla decisiva, por que ellos lo valían, en vez de eso hicieron el ridículo frente a un país con una flota de guerra de un país apenas unificado.
 
Su objetivo era destruir a la Hochseeflote en una batalla decisiva, por que ellos lo valían, en vez de eso hicieron el ridículo frente a un país con una flota de guerra de un país apenas unificado.

No. Su objetivo era mantener el dominio del mar. Y lo aseguraron definitivamente. Los alemanes no volvieron a intentarlo. La guerra naval se ganó en los astilleros donde la ventaja británica no dejo de crecer.

Además la batalla fue involuntaria del lado germano. De haber sabido la composición de las fuerzas británicas no la hubieran presentado.

Los alemanes llegaron al convencimiento que tuvieron tanta suerte que era improbable volverla a tener.
 
Última edición:
No. Su objetivo era mantener el dominio del mar. Y lo aseguraron definitivamente. Los alemanes no volvieron a intentarlo. La guerra naval se ganó en los astilleros donde la ventaja británica no dejo de crecer.

Además la batalla fue involuntaria del lado germano. De haber sabido la composición de las fuerzas británicas no la hubieran presentado.

Los alemanes llegaron al convencimiento que tuvieron tanta suerte que era improbable volverla a tener.



Se me ocurre una analogía futbolera, a un grupo de chavales menores de edad que en su vida han tocado un balón le damos uno y les decimos que tienen un mes para prepararse para jugar un torneo contra un equipo profesional de trayectoria centenaria.


Llega el partido de ida y los chavales le ganan al equipo profesional de millonarios, pues yo me quitaría el sombrero, aunque la victoria sea por la mínima, que en el partido de vuelta se acaben imponiendo los profesionales sería lo normal pero no puede dejar de ser calificado como bochornoso el desempeño de ese equipo de expertos.
 
Se me ocurre una analogía futbolera, a un grupo de chavales menores de edad que en su vida han tocado un balón le damos uno y les decimos que tienen un mes para prepararse para jugar un torneo contra un equipo profesional de trayectoria centenaria.


Llega el partido de ida y los chavales le ganan al equipo profesional de millonarios, pues yo me quitaría el sombrero, aunque la victoria sea por la mínima, que en el partido de vuelta se acaben imponiendo los profesionales sería lo normal pero no puede dejar de ser calificado como bochornoso el desempeño de ese equipo de expertos.

No es una buena analogía. Lo primero es que no había veteranos de Trafalgar, estaban todos muertos. Es decir la experiencia profesional y capacidad técnica eran similares. Las virtudes antiguas no hacen buenos a los modernos.

De hecho, el grueso de las tortas se las repartieron los cruceros de batalla, en ese caso Hipper y sus hombres estaban mejor entrenados, preparados y equipados que Beatty y los suyos. En el resto de las escuadras era lo contrario. En cualquier caso que los tatarabuelos de los combatientes lo hicieran en Trafalgar o en Leipzig no los hacía mejores o más experimentados marinos.

Lo segundo es que los alemanes no querían jugar un partido. Querían apalizar a un grupo reducido de ingleses y se encontraron que estaba el grupo completo. Los alemanes eran consciente de su inferioridad numérica y cualitativa (cruceros de batalla aparte). No era cuestión de juego limpio o caballerosidad. Simplemente esperaban una oportunidad afortunada que Jutlandia demostró que sería prácticamente imposible.

Los alemanes respetaban a los ingleses y después de Jutlandia todavía más. Para muchos de ellos la experiencia fue dramática y tuvieron pocas ganas de repetirla. Se comportaron valerosamente, pero cuando comprendieron la trampa que se estaba cerrando, con buen criterio, salieron por patas.

Volviendo a su analogía los alemanes cantaron victoria (real tácticamente) pero se cuidaron muy mucho de pedir revancha. Reconociendo la derrota estratégica y la imposibilidad de cambiar el signo de la guerra.
 
Última edición:
Recapitulando para poner en antecedentes los ingleses sabían que la guerra sería larga, al menos se comportaron desde el principio como si lo supieran, Kitchener al menos lo decía abiertamente. El bloqueo y control de las rutas maritimas de sus enemigos era una estrategia a largo plazo, pero estaban preparados para los "pequeños" reveses iniciales.

En Cabo Coronel la pequeña flota de Spee, que venía huyendo de los japoneses, se enfrentó a tres cruceros británicos hundiendo dos de ellos. Decidió entonces Von Spee poner rumbo a Alemania, pero no llegó muy lejos, en las Malvinas encontró su destino y tan solo el Dresden pudo escaparse de la flota de cruceros de batalla de Sturdee, aunque poco después también acabó mal.
El Emdem y el Königsberg seguían inquietando al almirantazgo británico después de la batalla de las Malvinas, pero los mares pertenecian a Inglaterra y a Francia, la flota alemana estaba encerrada en un estanque para patos. El recurso del bloqueo submarino por parte alemana era casi la única opción.
Tras las acciones de bombardeo costero de Hipper con sus cruceros de batalla los ingleses establecieron una zona de control en el centro del Mar del Norte, conocida como Dogger Bank. Ya que se había demostrado que no había un tiempo de reacción suficiente ante estas incursiones de los cruceros rápidos alemanes. El 23 de Enero de 1915 Hipper se lanzó contra el dispositivo británico, pero Beatty estaba avisado y partió con una flota equivalente tomando contacto ambas escuadras en la amanecida del 24. El almirante alemán ordenó dar media vuelta y salir por patas, la batalla se convirtió en una persecución con intercambio de fuego a distancias de 15000 a 18000 m. El crucero Blucher (15000 tn) fué hundido, pero permitió romper el contacto al resto de la escuadra de Hipper.
La batalla del Dogger Bank costó cabezas en el almirantazgo alemán, el almirante a cargo de la flota de alta mar, Ingenhol, perdió su mando, y su sucesor Von Pohl, partidario de la guerra submarina logró convencer al Kaiser para que declarase zona de guerra todas las aguas alrededor de las islas británicas, considerando beligerantes a cualquier buque de cualquier pabellón que las tras*itase. Los hundimientos del Lusitania primero, y el Arabic después, provocaron reacciones diplomáticas de EEUU pero este es otro tema.
Antes de finalizar 1915 las acciones de corsarios alemanes se iniciaron con el hundimiento del acorazado King Edward VII, a causa de las minas fondeadas por el crucero auxiliar Mowe, le seguría el Greif y luego otros.

Pero una cosa quedaba clara en 1916, Francia y Rusia solas nunca derrotarían a Alemania, Inglaterra debía implicarse aún más en la lucha, la cual afectaba gravemente ya a la vida cotidiana de los ingleses, siempre despectivos y altaneros con los asuntos de "esos continentales" palurdos. En el almirantazgo alemán se produjeron cambios, Von Pohl, enfermo, dimitió y su lugar lo ocupó Reinhard Scheer, un hombre duro de mentalidad ofensiva, partidario de la batalla decisiva empleando todos los medios a su alcance. Todo cambió con Scheer, las operaciones cambiaron de ritmo, emboscadas múltiples frente a puertos británicos con implicación máxima de submarinos, reconocimientos lejanos en alta mar a cargo de zepelines, uso de los cruceros de batalla como cebo para atraer a grandes unidades enemigas hacía los acorazados, igualación progresiva de fuerzas.

Guillermo parecía orate, no tenía ni fruta idea de nada, aparte de dibujar bonitos barquitos en papelotes de telegrama, y cualquier cosa que le propusieran parecía parecerle bién, se le daba un paseo por Wilhelmshaven con todos los barcos alienados y limpios y ya era suficiente. Pero Scheer se puso a la tarea y recomenzó las incursiones en la costa británica, las cuales quedaron detenidas a mitad de año por el mal clima. Esto al inquieto y decidido Scheer le llevaría a jugarse el órdago, a sacar toda la chatarra para provocar a Jellicoe y al chuloputas de Beatty. No estoy censurando la estrategia ofensiva de Scheer, los acorazados no se hacen solo para que les pasen revista, y la prudencia excesiva lleva muchas veces a la derrota, aunque por otro lado vemos a un ardoroso Beatty actuando como un coronel de caballería y perdiendo tres cruceros de batalla.
 
Recapitulando para poner en antecedentes los ingleses sabían que la guerra sería larga, al menos se comportaron desde el principio como si lo supieran, Kitchener al menos lo decía abiertamente. El bloqueo y control de las rutas maritimas de sus enemigos era una estrategia a largo plazo, pero estaban preparados para los "pequeños" reveses iniciales.

En Cabo Coronel la pequeña flota de Spee, que venía huyendo de los japoneses, se enfrentó a tres cruceros británicos hundiendo dos de ellos. Decidió entonces Von Spee poner rumbo a Alemania, pero no llegó muy lejos, en las Malvinas encontró su destino y tan solo el Dresden pudo escaparse de la flota de cruceros de batalla de Sturdee, aunque poco después también acabó mal.
El Emdem y el Königsberg seguían inquietando al almirantazgo británico después de la batalla de las Malvinas, pero los mares pertenecian a Inglaterra y a Francia, la flota alemana estaba encerrada en un estanque para patos. El recurso del bloqueo submarino por parte alemana era casi la única opción.
Tras las acciones de bombardeo costero de Hipper con sus cruceros de batalla los ingleses establecieron una zona de control en el centro del Mar del Norte, conocida como Dogger Bank. Ya que se había demostrado que no había un tiempo de reacción suficiente ante estas incursiones de los cruceros rápidos alemanes. El 23 de Enero de 1915 Hipper se lanzó contra el dispositivo británico, pero Beatty estaba avisado y partió con una flota equivalente tomando contacto ambas escuadras en la amanecida del 24. El almirante alemán ordenó dar media vuelta y salir por patas, la batalla se convirtió en una persecución con intercambio de fuego a distancias de 15000 a 18000 m. El crucero Blucher (15000 tn) fué hundido, pero permitió romper el contacto al resto de la escuadra de Hipper.
La batalla del Dogger Bank costó cabezas en el almirantazgo alemán, el almirante a cargo de la flota de alta mar, Ingenhol, perdió su mando, y su sucesor Von Pohl, partidario de la guerra submarina logró convencer al Kaiser para que declarase zona de guerra todas las aguas alrededor de las islas británicas, considerando beligerantes a cualquier buque de cualquier pabellón que las tras*itase. Los hundimientos del Lusitania primero, y el Arabic después, provocaron reacciones diplomáticas de EEUU pero este es otro tema.
Antes de finalizar 1915 las acciones de corsarios alemanes se iniciaron con el hundimiento del acorazado King Edward VII, a causa de las minas fondeadas por el crucero auxiliar Mowe, le seguría el Greif y luego otros.

Pero una cosa quedaba clara en 1916, Francia y Rusia solas nunca derrotarían a Alemania, Inglaterra debía implicarse aún más en la lucha, la cual afectaba gravemente ya a la vida cotidiana de los ingleses, siempre despectivos y altaneros con los asuntos de "esos continentales" palurdos. En el almirantazgo alemán se produjeron cambios, Von Pohl, enfermo, dimitió y su lugar lo ocupó Reinhard Scheer, un hombre duro de mentalidad ofensiva, partidario de la batalla decisiva empleando todos los medios a su alcance. Todo cambió con Scheer, las operaciones cambiaron de ritmo, emboscadas múltiples frente a puertos británicos con implicación máxima de submarinos, reconocimientos lejanos en alta mar a cargo de zepelines, uso de los cruceros de batalla como cebo para atraer a grandes unidades enemigas hacía los acorazados, igualación progresiva de fuerzas.

Guillermo parecía orate, no tenía ni fruta idea de nada, aparte de dibujar bonitos barquitos en papelotes de telegrama, y cualquier cosa que le propusieran parecía parecerle bién, se le daba un paseo por Wilhelmshaven con todos los barcos alienados y limpios y ya era suficiente. Pero Scheer se puso a la tarea y recomenzó las incursiones en la costa británica, las cuales quedaron detenidas a mitad de año por el mal clima. Esto al inquieto y decidido Scheer le llevaría a jugarse el órdago, a sacar toda la chatarra para provocar a Jellicoe y al chuloputas de Beatty. No estoy censurando la estrategia ofensiva de Scheer, los acorazados no se hacen solo para que les pasen revista, y la prudencia excesiva lleva muchas veces a la derrota, aunque por otro lado vemos a un ardoroso Beatty actuando como un coronel de caballería y perdiendo tres cruceros de batalla.
La estrategia de Scheer era la única posible, emboscar una parte de la flota británica con la totalidad de la germana, aplastarla y luego buscar la batalla decisiva en igualdad de condiciones.

Sin embargo, el sistema defensivo británico demostró que era más probable lo contrario, que fueran los germanos los emboscados y que la armada alemana se convirtiera en irrelevante.

Scheer se metió en un encerrona casi perfecta en Jutlandia de la que solo escapó por las malas acciones de Beatty que puso el toro en suerte pero muy lejos del matador. Aún así Scheer insistió en una maniobra que lo metía en la celada, y la segunda vez escapó gracias a la carga casi suicida de los cruceros de batalla.

En mi opinión el mejor fue sin duda Hipper, después Jellicoe. Scheer y sobre todo Beatty estuvieron a un tris del desastre por sus errores.

Después de Jutlandia no había dudas para los alemanes, se escapó por suerte y porque los proyectiles británicos eran defectuosos.

Con los nuevos proyectiles y la brecha en número alargándose, las posibilidades alemanas se diluyeron. No quedó más opción que la guerra submarina y mantener intacta la flota. Sin ella los británicos se colarían en el Báltico.
 
Última edición:
Volver