Vlad_Empalador
Será en Octubre
Las nuevas restricciones motivan un goteo de anulaciones en la hostelería
MARGA MOSTEIROSANTIAGO / LA VOZ
SANTIAGO
Sandra Alonso
Asume que la rebaja de comensales por mesa impedirá atender todas las reservas
27 nov 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Comentar · 0
Los hosteleros de Santiago llevan más de un mes anotando en sus agendas reservas de comidas y cenas para los fines de semana previos a las fiestas navideñas. Cada vez que cerraban una reserva contenían la respiración ante la posibilidad de que la puesta en marcha nuevas restricciones dejara en papel mojado esas previsiones de ingresos. Finalmente, sus temores se han cumplido y desde hoy se verán obligados a «jugar al Tetris» para montar las mesas en sus comedores sin dejar fuera a ninguno de los clientes con reserva, «nalgún caso dende hai un mes», apunta Avelino Martínez, del restaurante O Dezaseis, en San Pedro.
Los hosteleros consideran que las circunstancias de estos días son excepcionales, al tratarse de unas fechas en las que las reservas son, fundamentalmente, de grupos grandes, porque se reúnen amigos y compañeros de trabajo para despedir el año. Por eso el gremio está muy preocupado ante la posibilidad de tener que llamar a clientes para anular reservas. «Pode que teña que cancelar unha cea reservada de hai un mes, porque é grande. Ou que teña que cancelar outra menor, porque non encaixan. De momento, este fin de semana coido que será tranquilo», apunta Martínez. A esas reservas que tengan que anular los propios restaurantes se suman las cancelaciones de los propios clientes, que ya están empezando. Diversos hosteleros consultados aseguran que darán un tiempo, porque «podería darse o caso de que eu cancele unha reserva e despois teña sitio porque me cancelan outra. É un enredo», señala el hostelero de la rúa de San Pedro.
Las reservas, hechas en algunos casos con semanas de antelación, corresponden en su mayoría a grupos de entre 20 y 30 personas, e incluso mayores cuando se trata de empresas completas. Thor Rodríguez, presidente de la Asociación Hostelería Compostela, comenta que nada más surgir las primeras noticias acerca de posibles restricciones varios establecimientos comenzaron a recibir cancelaciones de comidas y cenas de Navidad. «Unha empresa cancelou a súa porque eran 20», indica un hostelero de la zona vieja. Rodríguez apunta que las nuevas medidas vuelven a ponen al sector contra las cuerdas: «Iba a ser un mes de mucho trabajo. Tienes una previsión hecha y todo salta por los aires». El hostelero explica que los restauradores están «desde ayer haciendo encajes para poder atender todas las reservas. Los más pequeños no podrán», advierte. El portavoz del sector explica con un ejemplo práctico lo qué está sucediendo: «Si hay una reserva de 20 personas, la tienes que dividir en tres mesas, y separar las mesas entre sí con una distancia de metro y medio. Las cuentas no salen». Si hace unas semanas los hosteleros calculaban que los aforos de sus comedores se quedaban en alrededor de un 65-70 % —al estar obligados a dejar una distancia de metro y medio entre mesas— ahora ese porcentaje cambiará, porque «hay que poner más mesas para los mismos clientes». Avelino Martínez verá reducida aún más la capacidad de uno de sus comedores. «O de arriba ten para 54 sillas en condicións de normalidade, pero queda en 32 coa distancia de seguridade, e agora serán menos aínda se teño que pór máis mesas. Hai que facer moitos cambios», lamenta.
Más información en la página 2 de la sección A Fondo.
«Es posible que no se puedan coger más reservas para días concretos que estaban al límite»
Con los cambios introducidos por la Consellería de Sanidade, Javier Míguez, de las Bodeguillas de San Lázaro y Santa Marta, considera que los comedores verán reducido todavía más su aforo. En la práctica, esto supondrá tener que «reorganizar el comedor para poder meter a todas las personas», que tienen una reserva conjunta. Aunque Míguez indica que, por ahora, no ha recibido cancelaciones de comidas o cenas, está seguro de que «es probable que llegue alguna».
Pero sí considera que se verá afectada la capacidad de sus restaurantes para seguir haciendo reservas para días concretos. Aquellas jornadas en las que estaban casi completos con las normas anteriores quedan ya cerradas, aunque con menos clientes. Y en las que estaban llenas, Míguez dice que «habrá que ingeniárselas para meter a todos, pero es muy posible que no pueda coger más reservas para días concretos que estaban casi al límite».
La entrada en vigor de la limitación de ocho personas por mesa en interiores y 15 en exteriores desde esta misma medianoche supondrá, en la práctica, que las cenas que no terminaran antes de las 12 de la noche de ayer incumplirían la normativa sanitaria. Los hosteleros esperan que no se reciban sanciones por esta circunstancia, porque lo entenderían como un ataque al sector.
En general, lo que no supone un problema para el gremio es la petición del pasaporte el bichito, porque los clientes suelen mostrar el documento antes incluso de que se les pida. Míguez subraya que «ese no es el problema». Avelino Martínez lanza una pregunta: «Se hai que pedir o pasaporte, por que limitar as persoas por mesa se están vacinadas?».
SANTIAGO
Sandra Alonso
Asume que la rebaja de comensales por mesa impedirá atender todas las reservas
27 nov 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Comentar · 0
Los hosteleros de Santiago llevan más de un mes anotando en sus agendas reservas de comidas y cenas para los fines de semana previos a las fiestas navideñas. Cada vez que cerraban una reserva contenían la respiración ante la posibilidad de que la puesta en marcha nuevas restricciones dejara en papel mojado esas previsiones de ingresos. Finalmente, sus temores se han cumplido y desde hoy se verán obligados a «jugar al Tetris» para montar las mesas en sus comedores sin dejar fuera a ninguno de los clientes con reserva, «nalgún caso dende hai un mes», apunta Avelino Martínez, del restaurante O Dezaseis, en San Pedro.
Los hosteleros consideran que las circunstancias de estos días son excepcionales, al tratarse de unas fechas en las que las reservas son, fundamentalmente, de grupos grandes, porque se reúnen amigos y compañeros de trabajo para despedir el año. Por eso el gremio está muy preocupado ante la posibilidad de tener que llamar a clientes para anular reservas. «Pode que teña que cancelar unha cea reservada de hai un mes, porque é grande. Ou que teña que cancelar outra menor, porque non encaixan. De momento, este fin de semana coido que será tranquilo», apunta Martínez. A esas reservas que tengan que anular los propios restaurantes se suman las cancelaciones de los propios clientes, que ya están empezando. Diversos hosteleros consultados aseguran que darán un tiempo, porque «podería darse o caso de que eu cancele unha reserva e despois teña sitio porque me cancelan outra. É un enredo», señala el hostelero de la rúa de San Pedro.
Las reservas, hechas en algunos casos con semanas de antelación, corresponden en su mayoría a grupos de entre 20 y 30 personas, e incluso mayores cuando se trata de empresas completas. Thor Rodríguez, presidente de la Asociación Hostelería Compostela, comenta que nada más surgir las primeras noticias acerca de posibles restricciones varios establecimientos comenzaron a recibir cancelaciones de comidas y cenas de Navidad. «Unha empresa cancelou a súa porque eran 20», indica un hostelero de la zona vieja. Rodríguez apunta que las nuevas medidas vuelven a ponen al sector contra las cuerdas: «Iba a ser un mes de mucho trabajo. Tienes una previsión hecha y todo salta por los aires». El hostelero explica que los restauradores están «desde ayer haciendo encajes para poder atender todas las reservas. Los más pequeños no podrán», advierte. El portavoz del sector explica con un ejemplo práctico lo qué está sucediendo: «Si hay una reserva de 20 personas, la tienes que dividir en tres mesas, y separar las mesas entre sí con una distancia de metro y medio. Las cuentas no salen». Si hace unas semanas los hosteleros calculaban que los aforos de sus comedores se quedaban en alrededor de un 65-70 % —al estar obligados a dejar una distancia de metro y medio entre mesas— ahora ese porcentaje cambiará, porque «hay que poner más mesas para los mismos clientes». Avelino Martínez verá reducida aún más la capacidad de uno de sus comedores. «O de arriba ten para 54 sillas en condicións de normalidade, pero queda en 32 coa distancia de seguridade, e agora serán menos aínda se teño que pór máis mesas. Hai que facer moitos cambios», lamenta.
Más información en la página 2 de la sección A Fondo.
«Es posible que no se puedan coger más reservas para días concretos que estaban al límite»
Con los cambios introducidos por la Consellería de Sanidade, Javier Míguez, de las Bodeguillas de San Lázaro y Santa Marta, considera que los comedores verán reducido todavía más su aforo. En la práctica, esto supondrá tener que «reorganizar el comedor para poder meter a todas las personas», que tienen una reserva conjunta. Aunque Míguez indica que, por ahora, no ha recibido cancelaciones de comidas o cenas, está seguro de que «es probable que llegue alguna».
Pero sí considera que se verá afectada la capacidad de sus restaurantes para seguir haciendo reservas para días concretos. Aquellas jornadas en las que estaban casi completos con las normas anteriores quedan ya cerradas, aunque con menos clientes. Y en las que estaban llenas, Míguez dice que «habrá que ingeniárselas para meter a todos, pero es muy posible que no pueda coger más reservas para días concretos que estaban casi al límite».
La entrada en vigor de la limitación de ocho personas por mesa en interiores y 15 en exteriores desde esta misma medianoche supondrá, en la práctica, que las cenas que no terminaran antes de las 12 de la noche de ayer incumplirían la normativa sanitaria. Los hosteleros esperan que no se reciban sanciones por esta circunstancia, porque lo entenderían como un ataque al sector.
En general, lo que no supone un problema para el gremio es la petición del pasaporte el bichito, porque los clientes suelen mostrar el documento antes incluso de que se les pida. Míguez subraya que «ese no es el problema». Avelino Martínez lanza una pregunta: «Se hai que pedir o pasaporte, por que limitar as persoas por mesa se están vacinadas?».