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Será en Octubre
El primer indepe que dice la verdad
El ex vicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira, ha admitido que el proceso no ha logrado "alcanzar todo lo que queríamos" los independentistas y en un artículo en El Punt-Avui admite que "no somos independientes, no tenemos República Catalana, y, después del salto a la piscina sin agua, tenemos gente en el exilio y en la guandoca".
Carod lamenta el "desconcierto" que reina el independentismo y critica que esté "falto de dirección política": "el barco independentista continúa perdido en medio del mar, sin brújula, ni carta de navegación, ni nadie en el timón , pero lleno de gente en cubierta ".
El ex líder de Esquerra añade que "ejercer la unilateralidad desde la debilidad, la ausencia de proyecto y sin el trabajo previo realizado, nos condena al fracaso, a la decepción y al desconcierto, que es donde ahora somos".
También apunta que "ensanchar la base" del independentismo y la "unilateralidad" son ideas "inseparables y necesarias" porque, según él, "tres millones de personas bien organizadas, con objetivos claros, pueden hacer más que dos y, aunque, más pueden hacer cuatro".
El ex vicepresidente expone que "con un cojín social más sólido de lo que, felizmente, ya tenemos ahora, se pueden emprender objetivos más ambiciosos y contundentes, siempre pacíficos". Por otra parte, ve "inaceptable que alguien pretenda que renunciamos a la unilateralidad, nuestra única fuerza soberana".
Josep Lluís Carod-Rovira subraya que "la independencia nacional la proclamas ti, no te la proclaman otros" y añade que "siempre termina siendo, por tanto, un gesto unilateral, en todos los casos, incluso cuando se ha tenido que negociar".
El ex presidente de Esquerra afirma que el Gobierno español nunca se sentará a negociar y cree que "sólo avendrá a sentarse para encontrar una salida a las urnas, al conflicto que mantiene con Cataluña, no por voluntad propia, sino forzada por las circunstancias". En este sentido, recomienda "crear un buen problema a la estabilidad económica y política de España para forzar una buena solución".
Finalmente, asegura que "si somos más, podremos hacer más. Pero, también, si hacemos más con los que ya somos, atraeremos más gente a nuestra causa". "Mientras discutimos evidencias, no preparamos un proyecto de emancipación serio, inteligente, audaz, astuto y con un punto de mala leche. Para volverlo a hacer, sí, pero bien hecho", concluye.
El ex vicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira, ha admitido que el proceso no ha logrado "alcanzar todo lo que queríamos" los independentistas y en un artículo en El Punt-Avui admite que "no somos independientes, no tenemos República Catalana, y, después del salto a la piscina sin agua, tenemos gente en el exilio y en la guandoca".
Carod lamenta el "desconcierto" que reina el independentismo y critica que esté "falto de dirección política": "el barco independentista continúa perdido en medio del mar, sin brújula, ni carta de navegación, ni nadie en el timón , pero lleno de gente en cubierta ".
El ex líder de Esquerra añade que "ejercer la unilateralidad desde la debilidad, la ausencia de proyecto y sin el trabajo previo realizado, nos condena al fracaso, a la decepción y al desconcierto, que es donde ahora somos".
También apunta que "ensanchar la base" del independentismo y la "unilateralidad" son ideas "inseparables y necesarias" porque, según él, "tres millones de personas bien organizadas, con objetivos claros, pueden hacer más que dos y, aunque, más pueden hacer cuatro".
El ex vicepresidente expone que "con un cojín social más sólido de lo que, felizmente, ya tenemos ahora, se pueden emprender objetivos más ambiciosos y contundentes, siempre pacíficos". Por otra parte, ve "inaceptable que alguien pretenda que renunciamos a la unilateralidad, nuestra única fuerza soberana".
Josep Lluís Carod-Rovira subraya que "la independencia nacional la proclamas ti, no te la proclaman otros" y añade que "siempre termina siendo, por tanto, un gesto unilateral, en todos los casos, incluso cuando se ha tenido que negociar".
El ex presidente de Esquerra afirma que el Gobierno español nunca se sentará a negociar y cree que "sólo avendrá a sentarse para encontrar una salida a las urnas, al conflicto que mantiene con Cataluña, no por voluntad propia, sino forzada por las circunstancias". En este sentido, recomienda "crear un buen problema a la estabilidad económica y política de España para forzar una buena solución".
Finalmente, asegura que "si somos más, podremos hacer más. Pero, también, si hacemos más con los que ya somos, atraeremos más gente a nuestra causa". "Mientras discutimos evidencias, no preparamos un proyecto de emancipación serio, inteligente, audaz, astuto y con un punto de mala leche. Para volverlo a hacer, sí, pero bien hecho", concluye.