Felson
Madmaxista
En Madrid, hace algunos años, un anciano español, que decía en un cartel escrito a mano sobre un cartón "Vendo libros, porque siempre me gustaron. Antiguo legionario", que se dedicaba a poner en una manta libros y los vendía entre 0'50 y 0'75 al lado de manteros como él que vendían falsificaciones de bolsos, relojes y vestuario de todo tipo, fue el único detenido por la policía municipal en una redada que hicieron. No fue por ser más lento, sino por ser al primero por el que fueron. Vi como lo detenían. Los manteros de bolsos o que parecían proceder de otros sitios, tranquilamente recogieron sus cosas sin inmutarse y riéndose (creo que a alguno, por su mirada, le pareció, incluso, que eso no se hace con un anciano).
Repito, esto pasó, y fui testigo, hace ya al menos ocho años.
Nota: No se escuchó ningún agudo "¡Eh, eh, eh!". Pregunté a los caballero que por qué detenían a aquella persona y me preguntaron amenazadoramente si era abogado. Les dije que sí, aunque no lo fuera y su respuesta fue, váyase de aquí y deje de grabar. Les dije que podía grabar lo que quisiera y el tipo me dijo que yo podía grabar lo que a él le "saliera de las narices", literalmente.
"Afortunadamente", vino la policía nacional para apoyarle y decirme que no podía interponerme en una acción policial.
No sé lo que fue de tal anciano, que vendía libros viejos sin siquiera pedirte que los compraras. Por eso le compre algunos, y buenos, en alguna ocasión. Recuerdo uno que me dejó en 0,50 y por el que le di 2 euros. "Escupiré sobre vuestra tumba", de Boris Vian (que no había leído, pero me resultó llamativo el título). Mis recuerdos para tal persona, que no volvimos a ver por el barrio. Repito, esto pasó hace más de ocho años (aunque soy un desastre con el tiempo, por lo que puede ser que haga más tiempo... nunca menos).
Nota final: os recomiendo el libro de Boris Vian, Escupiré sobre vuestra tumba. Es corto, casi un relato, fácil de leer, aunque no de tragar, para unos y para otros. También os recomiendo que no menospreciéis al que venda libros en una manta. Por lo que vi entonces, ofrecen cosas mejores que bolsos con iniciales, sean copias o, lo que es peor, auténticos.
Repito, esto pasó, y fui testigo, hace ya al menos ocho años.
Nota: No se escuchó ningún agudo "¡Eh, eh, eh!". Pregunté a los caballero que por qué detenían a aquella persona y me preguntaron amenazadoramente si era abogado. Les dije que sí, aunque no lo fuera y su respuesta fue, váyase de aquí y deje de grabar. Les dije que podía grabar lo que quisiera y el tipo me dijo que yo podía grabar lo que a él le "saliera de las narices", literalmente.
"Afortunadamente", vino la policía nacional para apoyarle y decirme que no podía interponerme en una acción policial.
No sé lo que fue de tal anciano, que vendía libros viejos sin siquiera pedirte que los compraras. Por eso le compre algunos, y buenos, en alguna ocasión. Recuerdo uno que me dejó en 0,50 y por el que le di 2 euros. "Escupiré sobre vuestra tumba", de Boris Vian (que no había leído, pero me resultó llamativo el título). Mis recuerdos para tal persona, que no volvimos a ver por el barrio. Repito, esto pasó hace más de ocho años (aunque soy un desastre con el tiempo, por lo que puede ser que haga más tiempo... nunca menos).
Nota final: os recomiendo el libro de Boris Vian, Escupiré sobre vuestra tumba. Es corto, casi un relato, fácil de leer, aunque no de tragar, para unos y para otros. También os recomiendo que no menospreciéis al que venda libros en una manta. Por lo que vi entonces, ofrecen cosas mejores que bolsos con iniciales, sean copias o, lo que es peor, auténticos.
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