Nadie que se quiera lo suficiente y tenga dos dedos de frente, pero los hombres por mucho orgullo que saquemos, no somos invulnerables. Hay muchos hombres con traumas psicológicos graves, la mayoría, venidos de la infancia. Si la psicología no la usaran para hacer tonterías (y daño a los demás) pues otro gallo cantaría. Pero como dice el dicho, si no nos queremos a nosotros mismos, no querremos a los demás. Esto lo extrapolamos al ser humano en general, nos tenemos tanto repruebo, que la vida de muchos gira en hacer daño a los demás para sentirse, no sé si bien, pero sin justificar el hacer daño gratuito a nadie, quizás, lo hacen para llamar la atención o sentirse de alguna forma alguien que destaca en hacer algo (aunque sea perverso). Es verdad que están muy mal las cabezas.