Cataluña, la región más corrupta de España según la Comisión Europea.
En el ranking europeo de limpieza y eficiencia pública ocupa el puesto 130 de un total de 172 regiones. Cataluña ha sufrido un sustancial declive económico y financiero a raíz de la radicalización nacionalista, más allá de la actual crisis.
Madrid.- Cataluña es la región más corrupta de España y una de las peor gestionadas de toda la UE, según revela la propia Comisión Europea. La comunidad catalana ha sufrido un sustancial declive económico y financiero a raíz de la radicalización nacionalista, más allá de la actual crisis. No en vano, ha sido superada por Madrid en los principales indicadores económicos a lo largo de la última década. Sin embargo, este particular deterioro también se refleja, muy especialmente, a nivel institucional.
El citado estudio, publicado en 2012, incluye datos referidos a 2009 y es el último índice que recoge la Comisión Europea. Sin embargo, uno de los principales autores del informe, Nicholas Charron, politólogo y profesor de la Universidad sueca de Göteborg, está en plena elaboración del índice correspondiente a 2013.
Y los resultados no mejoran: Cataluña cae del puesto 130 al 134 del ranking regional, mientras que España pasa del 13 al 14. Esto demuestra que el problema de la corrupción y la eficiencia institucional es estructural y, por tanto, va más allá de unas u otras siglas políticas. En 2009, Cataluña era gobernada por el PSC, en coalición con ERC e ICV, el tripartito bajo el que se gestó el nuevo Estatuto catalán, recrudeciéndose así la deriva nacionalista; el índice de 2013 se elabora bajo la Generalidad de CIU, que preside Atur Mas; a nivel nacional, en 2009 gobernaba el PSOE y ahora, sin embargo, gobierna el PP.
En los últimos meses, el reguero de escándalos políticos y corruptelas que han afectado de forma directa a la Generalidad catalana y, en concreto, a la formación nacionalista de Artur Mas, ha sido muy amplio. Ahí está, por ejemplo, el caso Palau y la presunta la trama de financiación irregular en torno a CiU; el caso Pallerols, un asunto de corrupción ligado a la financiación ilegal de Unión Democrática de Cataluña (UDC) que se remonta a 1994; o la trama de las ITV, que afecta de lleno al clan Pujol y por el que ha sido imputado Oriol Pujol, hijo del expresidente de la Generalidad y secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña, por posible tráfico de influencias. Casos, todos ellos, de primer orden a nivel mediático, político y judicial. En el inconsciente colectivo ya ha quedado grabado a fuego aquella célebre acusación lanzada por Pasqual Maragall a Artur Mas en 2005 en el Parlamento catalán: "El problema de CiU se llama tres por ciento", en referencia al presunto cobro de comisiones ilegales por la concesión de contratos y licitaciones públicas.
Pero esto es tan sólo la punta del iceberg a la vista del elevado grado de corrupción que sufre esta autonomía. Bruselas advierte de que las administraciones catalanas salen muy mal paradas en cuanto a calidad y tras*parencia. La región presenta la peor nota de España en esta materia y una de las peores a nivel europeo, según el último estudio de la Comisión Europea sobre la corrupción política e institucional en los países de la UE-27 y un total de 172 regiones europeas.
En concreto, Cataluña se sitúa en el puesto 130 de este particular ranking continental, a la altura de algunos de los territorios más corruptos y opacos de Europa, situados en Italia, Grecia y las repúblicas exsoviéticas. Además, es la región peor calificada de España.
Dicho índice mide la "calidad del Gobierno", en función del nivel de corrupción, seguridad jurídica, eficacia en la gestión pública y tras*parencia, tanto a nivel nacional como regional en la UE. En resumen, si un determinado gobierno es o no corrupto, imparcial y eficiente. Además, este indicador refleja una serie de efectos indirectos, ya que las calificaciones más altas suelen relacionarse con un elevado bienestar económico y social, así como un alto nivel educativo y sanitario, y viceversa.
En cuanto a países, España se sitúa en puesto 13 de la UE, según este mismo ranking. Es decir, en la parte media de la tabla, por detrás de Malta, Bélgica y Francia, y por delante de Portugal, Chipre y Estonia. Los peores en esta materia son Rumanía, Bulgaria e Italia. Por el contrario, los escandinavos y anglosajones son los que disfrutan de las administraciones más limpias, eficientes y tras*parentes. En concreto, Dinamarca, Suecia y Finlandia encabezan la lista.
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