Tengo inversiones en un par de empresas chinas y en un ETF, como parte de mi estrategia a largo plazo. Aunque el mercado bursátil chino atraviesa un mal momento, es precisamente ahora cuando surgen las mejores oportunidades, no como a finales de 2020, cuando muchos veían a Alibaba y otras grandes compañías que se iban "to the moon".
Los datos económicos de China siguen siendo preocupantes, pero ya no son catastróficos. La burbuja inmobiliaria ha estallado y el sector aún no ha tocado fondo. La producción industrial no consigue crecer y la confianza del consumidor está por los suelos, entre otros muchos problemas varios.
¿Puede seguir cayendo? Claro que sí. Sin embargo, desde mi perspectiva, el margen de caída es mucho más limitado, mientras que el potencial de revalorización es enorme. A finales de 2023, ya se empezó a ver un cambio en la postura del Estado chino, con señales claras de que no quieren que el mercado continúe desplomándose. El Politburó mencionó la necesidad de apoyar los mercados y el fondo estatal Huijin comenzó a adquirir ETFs, lo que es una señal más que interesante. Por otro lado los datos macroeconómicos empezaron a estabilizarse, lo cual también es una señal positiva.
En este foro hay una obsesión con los analistas. ¿Acaso en un foro de fútbol se pasan el día debatiendo lo que dijo un analista específico sobre un jugador o un equipo? No, se habla de fútbol, de los jugadores, las estrategias, etc. Lo mismo debería aplicarse aquí: debemos dejar de seguir a gurús creyendo que ellos nos darán las claves definitivas de inversión.
Es fundamental hacer nuestro propio análisis, escuchar a los analistas, pero solo como un complemento para formarnos una opinión propia. Al final, cuando acertemos no será gracias al analista X, ni cuando perdamos será culpa de otro analista. Cada uno es responsable de sus propias decisiones de inversión.