Biblioteca Antiwoke. Como salvar la salud mental de nuestras familias. Hagamos una puesta en común de títulos imprescindibles.

Menuda fantasmada inutil. Masturbación mental. Como esas series de libros "prepper" que son clones unos de otros, donde terminan siempre refundanod el banco central, aunque Macdonal no sea tan insufrible porque gracias a Dios es nancy y no Evangélico.

@XXavier, "los hombres lloran sólo" no está a la altura de la saga, pierde mucho.
 
Última edición:
Según lo que se haga con la Biblia.

En el siglo XVI los protestantes financiados por los judíos (la plutocracia bancaria nace con el protestantismo: los banqueros judíos del Banco de Ámsterdam -el primer banco central que se establece-, de Cromwell, Orange, etc.) instauran teocracias a sangre y fuego, como en Ginebra o en Inglaterra; cosa que Rousseau (Ilustración francesa, siguiente paso) elogiará en El contrato social, defendiendo la unión de la Iglesia y el Estado, ensalzando a Mahoma como ejemplo y atacando la separación de la Iglesia y el Estado que se dio en la Cristiandad (Dad al César...)

En los países protestantes, con el protestantismo hecho añicos en mil sectas, la clase gobernante pasa a ser deísta como buena hija de la Ilustración. Aún no era abiertamente agnóstica o atea, a lo que lógicamente la encaminaba el deísmo.

La población, falsos cristianos por culpa de una falsa reforma, queda dividida en mil sectas, perdiendo influencia la religión a favor de la clase masónica y deísta dirigente.

Pero la teocracia protestante se sustituyó por la magufocracia, la unión Magufada-Estado, que empieza con la leyenda de color contra la Iglesia (y contra España); y desde entonces es un no parar de magufadas oficiales.

Un título:

Los puritanos van desapareciendo entre el ridículo y sus contradicciones.

El filósofo George Santayana dice en su novela El último puritano (1935):

"Los antiguos calvinistas, pensó Oliver, no habían sido lo bastante puritanos; la única manera de ser puro era por amor a la naturaleza; pero en aquéllos todo había sido un cálculo mezquino de superstición y avaricia y venganza; venganza contra todo el que era más feliz y mejor que ellos. Se habían complacido en suponer que por lo menos Dios, ya que no los demás, les tenía en particular estimación; que había enviado a Moisés y a Cristo expresamente para advertirles los peligros que les aguardaban, de manera que pudieran escapar a tiempo de la casa que ardía y tomar todas las primeras filas de butacas en el nuevo teatro. No atreviéndose a llamar suyas sus propias almas, se esforzaban por tenerlas bien tapadas, mientras trataban de adivinar, de un modo subrepticio, la voluntad de Dios, a fin de conformarse a ella y estar siempre con el ganador. Pero Dios se había reído de ellos y los había burlado. Realmente, no era posible saber en qué dirección iba a derivar el universo. Aquellos jovenlandesalistas empedernidos eran idólatras, que adoraban sus propias fantasías y se hipnotizaban con sus propias palabras."
 
En el siglo XIX gran parte de la alta y menos alta sociedad rusa, idiotizada por el liberalismo (occidentales), empezó a arrobarse con los revolucionarios (nihilistas), en una suerte de esnobismo suicida. Es lo que cuenta Dostoyevski en Los demonios.

Así se expresaba Dostoyevski en carta dirigida a su editor el 8 de abril de 1870, cuando estaba redactando Los demonios:

“Lo que escribo ahora es tendencioso. Quiero expresarme con fuego. ¡Ah, los nihilistas y occidentales vociferarán contra mí! ¡Me llamarán retrógrado! Pero, ¡que el diablo se los lleve, expresaré todo mi pensamiento!”

Efectivamente, cuando apareció la novela, fue atacado con saña por la prensa de izquierdas y por la liberal, “que en la época era mayoría y contaba con el fervor del pueblo” (Carlos de Arce).

En un pasaje de la novela, Verkhovenski, el cabecilla de la célula revolucionaria terrorista, dice:

“Tengo la cuenta de todos: el maestro que se ríe con los niños de su Dios y de su cuna, es de los nuestros. El abogado que defiende a un malo culto porque es más instruido que sus víctimas, a las que se ha visto obligado a apiolar para robarlas, es de los nuestros. Los jurados que absuelven criminales por un soborno, son de los nuestros. Los escolares que asesinan a un campesino para experimentar sensaciones extraordinarias, son de los nuestros. El procurador que tiembla de miedo ante el pensamiento de no parecer muy liberal, es de los nuestros. Añada a estos, los funcionarios, los escritores: muchos de ellos están con nosotros y no se dan cuenta. Por otra parte, la docilidad de los estudiantes y de los necios es absoluta; en cuanto a los profesores, están cargados de bilis.”

Michel Houellebecq (que, por lo demás, no recomendaría) dice que la literatura no sirve para nada, que de lo contrario nunca habría existido “esa gente izquierdista que ha monopolizado el debate intelectual durante todo el siglo XX”, porque Dostoyevski ya la había desenmascarado al escribir Los demonios en 1872.

(Lo mismo podría decirse respecto a la gente de demagogos y magufos que han engañado a la plebe con la falsa esa época en el 2020 de la que yo le hablo y las falsas banderillas, porque Don Juan Manuel ya la había desenmascarado al escribir Los burladores que ficieron paño al rey en el siglo XIV; Cervantes, El retablo de las maravillas, en el XVII; Andersen, que se enteren hasta los niños, en el XIX.)

A Dostoyevski se le achacan repeticiones, anacolutos, defectos de forma, etc., atribuidos a su difícil y apremiante vida personal ("Sé perfectamente que si tuviera dos o tres años asegurados para componer esta novela, como les ocurre a Turgueniev, Goncharov o Tolstoi, ¡yo también escribiría una obra de la que se hablaría aún dentro de cien años!", dice en la carta citada), por lo que se le ha traducido muchas veces realizando una profunda labor de edición, quitando párrafos y páginas. Aunque también hay traducciones que respetan los textos tal y como fueron dados a la imprenta por el autor. En España el primero que lo hizo así (traduciéndolo directamente del ruso, pues las primeras traducciones al español eran del francés) fue Rafael Casinos Assens, en 1935, con Crimen y castigo. Para Casinos Assens, esos supuestos defectos "responden a la visión espiritual del que escribe (...) y es el mapa de un esquema lógico de su geografía cerebral".
 
Menuda fantasmada inutil. Masturbación mental. Como esas series de libros "prepper" que son clones unos de otros, donde terminan siempre refundanod el banco central, aunque Macdonal no sea tan insufrible porque gracias a Dios es nancy y no Evangélico.

@XXavier, "los hombres lloran sólo" no está a la altura de la saga, pierde mucho.
Pero que MacDonald?


JJajajajjajajjaja ni uno ni otro os habéis leído el libro, botarates, si no conocéis al autor ajajajajajjajajajjajaj
 
Los amos del PSOE, de Manuel Bonilla Sauras. Permaneció en poder de la Editorial Planeta durante seis meses, entre 1983 y 1984. En este tiempo, el libro fue leído por un miembro del PSOE y la editorial, siguiendo su consejo y el del comité asesor, no lo publicó.

Se publicó finalmente en 1986; se dice que Felipe González lo prohibió. El caso es que el libro desapareció rápidamente del mapa y fue descatalgado. Bonilla lo amplió más tarde en La trama oculta del PSOE (1991), con prólogo de Ricardo de la Cierva; libro que es imposible de encontrar.

(Bonilla Sauras, abogado oscense fallecido en 2018, era pariente de Luis Buñuel por parte de la progenitora de éste, según dice Ian Gibson en la biografía que escribió del director de cine, hablando de los parientes de Buñuel a los que entrevistó y le ayudaron en dicha biografía. Gibson se refiere a Bonilla Sauras como investigador.)

Los amos del PSOE se encuentra aquí:

Los amos del PSOE (Arca de la Alianza Cultural S.A.)
LOS AMOS DEL PSOE El libro aquí presentado “Los amos del PSOE” fue retirado de las libr...
breviariocastellano.blogspot.com

breviariocastellano.blogspot.com
 
1898 Crónica de una derrota pactada (2021), Federico Santaella.

Los libros de historia no siempre cuentan la verdad y a veces presentan los acontecimientos manipulados y al servicio de intereses espurios. Esa manipulación es propiciada por la casta política que en todo tiempo miente a los ciudadanos para justificar su incompetencia, errores y traiciones al pueblo al que en teoría deberían defender.

El caso del desastre del 98 es paradigmático de esta realidad. Jamás en la historia de España se ha mentido y manipulado tanto para engañar a las generaciones coetáneas y futuras.

Federico Santaella: «España pactó en secreto la entrega de Cuba con una parodia de guerra en 1898»


***

Hay un estudio muy interesante sobre un tema aún de actualidad y que ayuda a comprender mucho de lo que pasó y pasa en nuestro país:

La red de negocios de la Casa Rothschild en España como una estructura de toma de decisiones y de gestión empresarial.
Miguel A. López-Morell. Universidad de Murcia.
José María O’Kean Alonso. Universidad Pablo de Olavide.

Entre otras cosas cuenta cómo la Casa Rothschild en España formaba "clientelas reclutadas entre la clase política española. A través de ellas se buscaba ni más ni menos que influir políticamente sobre el Gobierno y demás instituciones del Estado en su provecho".

"La forma más común de compensar a estos colaboradores ocasionales o conseguir favores suyos, fue el incorporarlos a los consejos de administración de las empresas directamente controladas por la familia en España. En el caso de la empresa ferroviaria MZA, el fenómeno tomó una dimensión escandalosa, puesto que su consejo de Administración de Madrid encontramos entre 1856 y 1935, en total, nada menos que trece Ministros de Hacienda: Juan Alvarado, Manuel Bermúdez de Castro, José Manuel Collado, Venancio González, Alejandro Llorente, José Salamanca, José Canalejas, Amos Salvador, que lo fue por dos veces, y Juan Francisco Camacho, Pedro Salaverría y Gabino Bugallal, que desempeñaron hasta cuatro veces el cargo; nueve ministros de Fomento: Albareda, Alejandro Pidal y el Conde de Xiquena, por dos veces; y tres presidentes del Consejo de Ministros: Alejando Mon, Eduardo Dato, García Prieto y Bugallal. El estipendio por estos cargos de consejero alcanzaba un mínimo de 10.000 ptas. al año desde la fundación, a los que se podían añadir otras 500 ptas. mensuales por asistencia de los Consejos" y un largo etcétera de corrupción y sobornos.

Finalizando el trabajo se dice:

"... trabajaban con ahínco los parlamentarios a sueldo de la Compañía en Madrid, que actuaron con bastante eficacia. Al menos en tanto que funcionaron las bases políticas de la Restauración. A partir de la instauración de la dictadura de Primo de Rivera, con el consiguiente estrangulamiento del sistema caciquil clásico en el Congreso, no pararon de surgirle problemas al gigante minero británico. El más importante, sin duda, un expediente a gran escala por evasión de impuestos. Tras hallarse motivos, el gobierno obligó a pagar una multimillonaria multa a Ríotinto, por no declarar correctamente sus exportaciones, que llegó a desequilibrar las cuentas de la compañía durante algunos años."

De cómo nuestros queridos amigos empezaron a controlar las finanzas españolas , vale la pena leer.

 
Última edición:
Volver