Es posible. Antes estaba mal visto dejar de trabajar porque no se consideraba el embarazo como una enfermedad, sino algo fisiológico. Y si las mujeres se encontraban bien, pues seguían trabajando y nadie se rasgaba las vestiduras.
La que se quejaba era vista como una floja, poco digna para ser progenitora.
Ahora a la Charo, la funci del ayuntamiento, la mutua le da la baja a las 22 semanas por si el tóner de la fotocopiadora o la tinta del matasellos le provocan un parto prematuro como si estuviera cargando sacos de cemento 24/7 o manejando material radiactivo.