yo lo he asumido y... ¡soy libre!
Hace tiempo que asumí que en Madrid no iba a poder comprar vivienda - de aquella no era burbujista -, ni tampoco ahorrar y que la calidad de vida era mala. Así que obré en consecuencia: me largué. A fin de cuentas, puestos a no ahorrar - y les advierto que tiendo a ser tacaño conmigo mismo -, tampoco pasemos stress.
Aunque mi conocimiento de España es muy limitado - soy una persona poco viajera -, supuse, y creo no haberme equivocado, que por otras grandes ciudades de España la historia era la misma.
Estar en la cola del paro, con breves interrupciones de trabajos sarama, es duro. A pesar de ello, nunca me he arrepentido de mi decisión.
A veces hay que echarle bemoles. Se habla mal del que, en sentido figurado, circula en su automóvil por una autopista y al ver que todos menos él van en sentido contrario, dice que ellos están equivocados. El que una mayoría sostenga cierta opinión, no hace que ésta sea cierta: ya en la Edad Media, nuestro planeta tenía forma esférica, o dicho en plata, la Tierra era redonda.
El que las carreteras de Madrid - o de cualquier otra gran ciudad - y alrededores sean los contenedores de multitudinarios atascos, el que cientos de miles de personas pierdan tiempo y dinero en éstos, el que millones de personas hayan aceptado una suerte de esclavitud voluntaria en forma de hipoteca, no significa que tengan razón.
Así que señores, hagan uso de una de las pocas cosas que, salvo que estén en la guandoca o similar, no les pueden arrebatar: SU LIBERTAD. Lárguense. Les advierto que es duro: es lo que tiene la libertad. De lo contrario, no lloren, ni tampoco esperen que ningún político les arregle los problemas (¡más bien los crean!).