Ya, pero la gente que la tiene por lengua materna se retuerce de ardor de estomago ante ese Frankenstein. No la traga ni el orate ese que está el el Congreso llorando porque ya le dejan hablar aragonés.Algo que seguramente haya pasado en todos los sitios donde se ha estandarizado la lengua para formar una "nación moderna". El caso es que, si no se hace esto, se pierden las lenguas.