Demonio de Tasmania
Madmaxista
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Antonio Turiel ha sacado un nuevo libro: "El otoño de la civilización", escrito por él junto a un tal Juan Bordera, prólogo de un tal Yayo Herrero y epílogo de un tal Jorge Riechmann, editado por Escritos Contextararios. Más que un libro es una recopilación de artículos, a veces desconectados entre sí, pero unidos por un tema: el repruebo al capitalismo. De nuevo estamos ante un panfleto donde Turiel y sus amigos sacan su vena más sociata-podemita, "pogre", comunista y pandemista.
Sigo a Turiel desde hace bastante tiempo a través de su blog "The oil crash". Desde mi punto de vista, tiene razón en que viene una época muy dura, por el "pico de todo", entendiendo por ello que nos enfrentamos a un mundo de energía cara y cada vez más escasa, donde las materias primas necesarias para una sociedad industrial avanzada no estarán siempre disponibles y más en las cantidades necesarias. En su nuevo panfleto (154 páginas), Turiel y sus amigos insisten en esta idea, pero para ellos la solución es más comunismo. Dentro del capitalismo no hay salvación para la Humanidad y solo una sociedad "cooperativa", donde "migrantes", mujeres y minorías tengan acceso a energía y consumo barato. Ah, y luz gratis para la Cañada Real, que las pobres mujeres que viven allí están acumulando mantas y edredones para pasar el invierno. Tal cual lo dicen. Fundamental es para estos "señoritos" lumbreras que el pueblo huya de la "ultraderecha xenófoba y fascista" y "rechace el capitalismo", así como a la necesidad vital de parar el cambio climático (por supuesto provocado por el capitalismo) porque, de lo contrario, vamos a morir todos. Así, con dos huevones.
Turiel y sus amigos señalan que el actual encarecimiento de la electricidad se debe a que Argelia y Rusia nos mandan ahora la mitad de gas porque tienen ya sus "picos de gas". Ni una palabra del puteo general a Rusia y el tema de Ucrania. En lo de Argelia ni se menciona al cínico, orate, metepata y rompebotas de Pedro Sánchez, es más, no se le menciona en todo el libro. Los malos y culpables de que el mundo esté hecho una cosa son Hitler, Pinochet, Trump y el que quema la Amazonia (Bolnosaro). A Franco no lo mencionan, pero tampoco a ni uno solo de sus amados líderes comunistas (salvo Pol Pot, de pasada). Así como lo digo.
El tal Juan Borderas, perpetrador de esta sarama podemita junto con Turiel, es actor, periodista y activista del 15M, según la biografía que aparece en el libro. Otro propagandista del agit-prop comunista, como Turiel. Parece mentira que un tipo como Turiel, científico del CSIC, que se supone que es una persona seria, se preste a colaborar en estas cosas, pero a mi no me engaña: a Turiel le puede la ideología.
Pienso que es cierto que vienen malos tiempos, pero malos de verdad. Aún no somos conscientes de la ostra y el guano que nos van a caer encima. Pero pensar que la solución es seguir profundizando en las "soluciones" progresistas, regalar nuestros países a los "migrantes" que vienen a invadirnos y a quedarse con nuestra tierra (que se lo digan a los suecos), dar luz gratis a millones de parásitos (que se gastan el dinero que tienen en buenos móviles, cochazos y parabólicas Cañada Real Style) y pensar que el capitalismo es el origen de todas las desgracias de la Humanidad, es estar completamente ido de la cabeza o bien ser un manipulador de manual (como creo que son Turiel y sus amigos). Pensar que la sociedad y el ser humano va a ser "muy bueno" y "va a compartir todo" cuando la economía real se vaya a la cosa es estar muy fumado. Y sostener que un gobierno comunista-podemita va a mirar por el "bien común" y "va a gobernar para los intereses de la gran mayoría de la sociedad" es estar completamente harto de cubatas. Y más con la cantidad de lobos que tenemos metidos entre nosotros (entre eso que se llama el pueblo español, por no irnos más lejos).
Sostener esto, si se piensa sinceramente, es ignorar completamente la puerca condición humana. Y si es todo hipocresía y buenas palabras para convencer a los incautos para que apoyen esta opción totalitaria y liberticida es ser un hijo de la gran fruta. Turiel y sus amigos están en una o en otra, pero yo creo que más bien en la segunda. Son tíos ya con recorrido y que saben lo que se cocina en los despachos y en el poder. No son unos ingenuos. Son manipuladores.
Vale que el capitalismo es una cosa pinchada en un palo, pero lo que proponen los autores de "El otoño de la civilización" es mil veces peor: miseria, tiranía, sociedad inmovilista, manipulación, propaganda constante, lavado de cerebro, represión brutal, repruebo y creación de una élite poseedora de todo, dueña de vidas y haciendas, con poder absoluto e ilimitado (y justificándose hipócritamente por la búsqueda del bien común y la superioridad jovenlandesal), una sociedad vigilada (es decir, todo a lo que aspiran los actuales dirigentes de la Humanidad). En resumen: algo mucho peor que el capitalismo que hemos conocido. Para mi, el único que da alguna pista, es el tal Reichmann (aunque es de la misma cuerda que sus amigos, otro podemita de la Comunidad de Madrid), que en el epílogo (en la penúltima página del libro) señala que lo de "compartir" y la "economía colaborativa" está muy bien y tal, pero "y si la agenda oculta fuera eliminar a la mayor parte de la humanidad" (y sigue con su rollo "pogre"). Esto, en un libro que cree a pies juntillas en el cambio climático provocado por el capitalismo, en el discurso el bichito, en que hemos tenido una esa época en el 2020 de la que yo le hablo terrible, me da que pensar en que hay algunos versos sueltos, que siguen el catecismo "progre", pero que en el fondo saben que todo es mentira, pero sacan buenos réditos de seguir con la farsa.
Total, que no os gastéis 16 € en esta cosa puramente ideológica, como he hecho yo, dinero tirado. Espero recuperar algo revendiendo el libro en una librería de viejo. jorobar, es que estoy hecho un capitalista, de esos que van a destruir el mundo.
Saludos.
Sigo a Turiel desde hace bastante tiempo a través de su blog "The oil crash". Desde mi punto de vista, tiene razón en que viene una época muy dura, por el "pico de todo", entendiendo por ello que nos enfrentamos a un mundo de energía cara y cada vez más escasa, donde las materias primas necesarias para una sociedad industrial avanzada no estarán siempre disponibles y más en las cantidades necesarias. En su nuevo panfleto (154 páginas), Turiel y sus amigos insisten en esta idea, pero para ellos la solución es más comunismo. Dentro del capitalismo no hay salvación para la Humanidad y solo una sociedad "cooperativa", donde "migrantes", mujeres y minorías tengan acceso a energía y consumo barato. Ah, y luz gratis para la Cañada Real, que las pobres mujeres que viven allí están acumulando mantas y edredones para pasar el invierno. Tal cual lo dicen. Fundamental es para estos "señoritos" lumbreras que el pueblo huya de la "ultraderecha xenófoba y fascista" y "rechace el capitalismo", así como a la necesidad vital de parar el cambio climático (por supuesto provocado por el capitalismo) porque, de lo contrario, vamos a morir todos. Así, con dos huevones.
Turiel y sus amigos señalan que el actual encarecimiento de la electricidad se debe a que Argelia y Rusia nos mandan ahora la mitad de gas porque tienen ya sus "picos de gas". Ni una palabra del puteo general a Rusia y el tema de Ucrania. En lo de Argelia ni se menciona al cínico, orate, metepata y rompebotas de Pedro Sánchez, es más, no se le menciona en todo el libro. Los malos y culpables de que el mundo esté hecho una cosa son Hitler, Pinochet, Trump y el que quema la Amazonia (Bolnosaro). A Franco no lo mencionan, pero tampoco a ni uno solo de sus amados líderes comunistas (salvo Pol Pot, de pasada). Así como lo digo.
El tal Juan Borderas, perpetrador de esta sarama podemita junto con Turiel, es actor, periodista y activista del 15M, según la biografía que aparece en el libro. Otro propagandista del agit-prop comunista, como Turiel. Parece mentira que un tipo como Turiel, científico del CSIC, que se supone que es una persona seria, se preste a colaborar en estas cosas, pero a mi no me engaña: a Turiel le puede la ideología.
Pienso que es cierto que vienen malos tiempos, pero malos de verdad. Aún no somos conscientes de la ostra y el guano que nos van a caer encima. Pero pensar que la solución es seguir profundizando en las "soluciones" progresistas, regalar nuestros países a los "migrantes" que vienen a invadirnos y a quedarse con nuestra tierra (que se lo digan a los suecos), dar luz gratis a millones de parásitos (que se gastan el dinero que tienen en buenos móviles, cochazos y parabólicas Cañada Real Style) y pensar que el capitalismo es el origen de todas las desgracias de la Humanidad, es estar completamente ido de la cabeza o bien ser un manipulador de manual (como creo que son Turiel y sus amigos). Pensar que la sociedad y el ser humano va a ser "muy bueno" y "va a compartir todo" cuando la economía real se vaya a la cosa es estar muy fumado. Y sostener que un gobierno comunista-podemita va a mirar por el "bien común" y "va a gobernar para los intereses de la gran mayoría de la sociedad" es estar completamente harto de cubatas. Y más con la cantidad de lobos que tenemos metidos entre nosotros (entre eso que se llama el pueblo español, por no irnos más lejos).
Sostener esto, si se piensa sinceramente, es ignorar completamente la puerca condición humana. Y si es todo hipocresía y buenas palabras para convencer a los incautos para que apoyen esta opción totalitaria y liberticida es ser un hijo de la gran fruta. Turiel y sus amigos están en una o en otra, pero yo creo que más bien en la segunda. Son tíos ya con recorrido y que saben lo que se cocina en los despachos y en el poder. No son unos ingenuos. Son manipuladores.
Vale que el capitalismo es una cosa pinchada en un palo, pero lo que proponen los autores de "El otoño de la civilización" es mil veces peor: miseria, tiranía, sociedad inmovilista, manipulación, propaganda constante, lavado de cerebro, represión brutal, repruebo y creación de una élite poseedora de todo, dueña de vidas y haciendas, con poder absoluto e ilimitado (y justificándose hipócritamente por la búsqueda del bien común y la superioridad jovenlandesal), una sociedad vigilada (es decir, todo a lo que aspiran los actuales dirigentes de la Humanidad). En resumen: algo mucho peor que el capitalismo que hemos conocido. Para mi, el único que da alguna pista, es el tal Reichmann (aunque es de la misma cuerda que sus amigos, otro podemita de la Comunidad de Madrid), que en el epílogo (en la penúltima página del libro) señala que lo de "compartir" y la "economía colaborativa" está muy bien y tal, pero "y si la agenda oculta fuera eliminar a la mayor parte de la humanidad" (y sigue con su rollo "pogre"). Esto, en un libro que cree a pies juntillas en el cambio climático provocado por el capitalismo, en el discurso el bichito, en que hemos tenido una esa época en el 2020 de la que yo le hablo terrible, me da que pensar en que hay algunos versos sueltos, que siguen el catecismo "progre", pero que en el fondo saben que todo es mentira, pero sacan buenos réditos de seguir con la farsa.
Total, que no os gastéis 16 € en esta cosa puramente ideológica, como he hecho yo, dinero tirado. Espero recuperar algo revendiendo el libro en una librería de viejo. jorobar, es que estoy hecho un capitalista, de esos que van a destruir el mundo.
Saludos.
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