urano
Madmaxista
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Las más de 120.000 personas que integraron la caravana humana que en febrero de 1937 huía de las fieras hacia Almería, la desbanda, encontraron a su paso por Torre del Mar un aliado: el farero que apagó la luz y que salvó con ello miles de vidas.
En este núcleo de población de Vélez-Málaga, en el que se concentraron las personas que escapaban desde Málaga y los que procedían del interior de la comarca de la Axarquía, no se produjeron bombardeos ni ametrallamientos por parte de la aviación italiana y los barcos del bando malo.
La culpa de esto la tuvo Anselmo Antonio Vilar, el farero de Torre del Mar, natural de Lugo e hijo del que fuese a su vez primer farero de la población, que durante dos días mantuvo apagado el faro, lo que dificultó que los aviones y los barcos pudiesen ubicarse y localizar a la población que huía en este punto de la costa.
Vilar salvó a muchas personas de las ametralladoras y las bombas, pero su decisión le costó la vida, ya que pocos días después de la entrada de las fieras fue asesinado, según ha explicado Jesús Hurtado, vecino de Vélez-Málaga e investigador de este suceso.
Hurtado, que ha publicado varios escritos sobre este hecho, ha presentado una iniciativa impulsada para homenajear y distinguir al farero y que su gesta no quede olvidada.
Ha asegurado que Vilar fue "un héroe", que al incumplir la principal obligación de su cometido y dejar sin referencia a los aviones salvó a las miles de personas que se ocultaban en la zona en la que se encontraba el antiguo Faro de Torre del Mar, actualmente encajonado entre unos edificios en la avenida Toré Toré.
Ante la falta de referencia, los barcos utilizaron el faro de Torrox, que sí funcionó en los días en los que se produjo la Desbandá y se ubicaron frente a este punto del litoral, que recibió el grueso de los bombardeos, según los partes de guerra estudiados por Hurtado.
Vilar tuvo el arrojo de apagar la luz del Faro de Torre del Mar y de "dar luz a la población" que se refugiaba en este punto de la costa, "mientras escapaba de la barbarie".
Sánchez ha manifestado que esta hazaña, que quedó silenciada hasta la labor de investigación de Hurtado, evitó que los bombardeos se cebasen en el tramo comprendido entre los núcleos de Almayate y Caleta de Vélez, en las aproximadamente doce millas de ámbito de influencia que cubría el faro.
La intención es que el homenaje vaya más allá del municipio en el que Vilar desempeñó su labor y acabó sus días.