Repito mucho una frase que leí hace tiempo del escritor Octavio Paz: "la familia es un nido de alacranes".
Obviamente nunca se puede generalizar, pero es en el círculo familiar donde se suelen perpetrar las mayores aberraciones. Es habitual que haya algún chivo expiatorio a quien sacrificar, utilizarlo como cabeza de turco porque a la oscuridad siempre le molesta la luz. Desgraciadamente los valores cristianos hace tiempo que desaparecieron. El narcisismo nihilista imperante es con lo que nos toca convivir.