TYRELL
Madmaxista
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Los trabajadores denuncian un “ERE encubierto” para proseguir la “derechización” del ente
La radio de Espe se planta: “No nos resignamos a que Onda Madrid se llene de peones neցros y montajes en Barajas”
S.COLADO
En la emisora de la comunidad, Onda Madrid, el despido la semana pasada de siete trabajadores ha reafirmado el temor a “un ERE encubierto” por fases para proseguir la “derechización” de los medios públicos madrileños, según denuncia uno de los integrantes del Comité de Empresa, y después de los paros del pasado mes de septiembre no se descartan nuevas medidas de protesta. Desde que comenzara el año circula por las redacciones de la emisora un e-mail anónimo con presumible origen en un directivo crítico que se hace eco de los 14 puntos del manifiesto No me resigno con el que Aguirre pretendió postularse a liderar el PP nacional. Pero en este caso lo parafrasean para denunciar la “limpieza étnica” en la emisora: “No nos resignamos a que salgan por una puerta 38 compañeros (…) mientras entran personas de absoluta confianza de la dirección y/o de aprendices de maquiavelos, no nos resignamos a aceptar salvapatrias en la radio, no nos resignamos a que Onda Madrid se llene de “peones neցros” y “montajes” de puertas falsas en el aeropuerto de Barajas…”.
Tras los paros del pasado mes de septiembre que llevaron a horas sin emisión en Telemadrid en televisión y en radio, el malestar de los profesionales de los medios públicos de la Comunidad de Madrid sigue creciendo. Denuncian su marcada línea editorial de exaltación de Aguirre así como la constante salida de periodistas con larga trayectoria para dar entrada con contratos fuera de convenio y sueldos estratosféricos a otros “neocon” y “liberales” de la cuerda ideológica de la presidenta.
'ERE encubierto'
En la emisora de la comunidad, Onda Madrid, el despido el pasado viernes de siete trabajadores ha reafirmado el temor a “un ERE encubierto” por fases para proseguir la “derechización” de los medios públicos madrileños, como alerta uno de los integrantes del Comité de Empresa. El procedimiento, “en fraude de ley” según denuncia este agregado sindical, es acabar con los contratos por obra y servicio estableciendo modificaciones mínimas en los programas para los que trabajan sin cambiar nada en lo sustancial, por ejemplo con una pequeña alteración en el nombre mientras se mantienen presentadores, horarios y contenidos. Se asistiría así “un ERE encubierto” por fases que se teme podría alcanzar hasta 38 trabajadores que se encuentran en esta situación.
Estudio de nuevas protestas
Los despedidos contaban, como promedio, con más de diez años de servicio en el ente público madrileño, en cinco de los siete casos la obra por la que están contratados sigue en vigor y se cometieron irregularidades a la hora de comunicarlos en la mayoría de los casos. Cuando el viernes se consumaron los despidos se produjo una concentración de repulsa de unos 200 trabajadores en el hall de la sede de Telemadrid y se produjo un conato de paro inmediato, si bien finalmente la asamblea de trabajadores de la radio apostó por exhortar por carta a la directora general del ente, Isabel Linares, a la recontratación de los despedidos por orden de antigüedad y acabar con la provisionalidad de los contratos de obra con interinidades. Este viernes de nuevo se estudiarán posibles medidas de protesta por parte de los trabajadores de radio y los de la televisión. Éstos últimos insisten en la paralización de la negociación del convenio colectivo, lo que ya provocó el cese de las emisiones el pasado año.
“Delirante gestión de Linares”
El mal ambiente en la emisora no sólo afecta a las relaciones entre dirección y trabajadores, sino que algunos directivos se han desmarcado visiblemente de las directrices generales. Un e-mail anónimo con información a la que sólo pueden tener acceso miembros de la dirección –como las razones técnicas por las que se consideró oportuno incluir contenidos de televisión en la radio- circula desde principios de enero por la redacción de la emisora, alertando de los planes de despido como culminación de “la delirante gestión del actual equipo comandado por Isabel Linares”, a la que atribuyen “los dudosos honores” de haber llevado la audiencia de la radio “a su más bajo nivel desde el año 2001”. Critican especialmente la decisión de incluir en la radio contenidos de Telemadrid, por ejemplo la tertulia política de Curry Valenzuela, un “experimento con gaseosa” que ya ha sido eliminado de la parrilla por sus pobres resultados, aunque se mantiene la emisión a través de la radio de otros dos contenidos políticos de sus compañeros de televión, las entrevistas de Ely del Valle y los debate de Ernesto Buruaga.
“No nos resignamos”
El escrito que circula entre los trabajadores de Onda Madrid parafrasea incluso el No me resigno con el que Aguirre lanzó un órdago a la dirección nacional del PP, un lema que recogen para denunciar hasta en 14 puntos, remedando al original, los males de la emisora: “No nos resignamos a que salgan por una puerta 38 compañeros (…) mientras entran personas de absoluta confianza de la dirección y/o de aprendices de maquiavelos, (...) no nos resignamos a aceptar salvapatrias en la radio, no nos resignamos a que Onda Madrid se llene de peones neցros y montajes”de puertas falsas en el aeropuerto de Barajas…”.
La radio de Espe se planta: “No nos resignamos a que Onda Madrid se llene de peones neցros y montajes en Barajas”
S.COLADO
En la emisora de la comunidad, Onda Madrid, el despido la semana pasada de siete trabajadores ha reafirmado el temor a “un ERE encubierto” por fases para proseguir la “derechización” de los medios públicos madrileños, según denuncia uno de los integrantes del Comité de Empresa, y después de los paros del pasado mes de septiembre no se descartan nuevas medidas de protesta. Desde que comenzara el año circula por las redacciones de la emisora un e-mail anónimo con presumible origen en un directivo crítico que se hace eco de los 14 puntos del manifiesto No me resigno con el que Aguirre pretendió postularse a liderar el PP nacional. Pero en este caso lo parafrasean para denunciar la “limpieza étnica” en la emisora: “No nos resignamos a que salgan por una puerta 38 compañeros (…) mientras entran personas de absoluta confianza de la dirección y/o de aprendices de maquiavelos, no nos resignamos a aceptar salvapatrias en la radio, no nos resignamos a que Onda Madrid se llene de “peones neցros” y “montajes” de puertas falsas en el aeropuerto de Barajas…”.
Tras los paros del pasado mes de septiembre que llevaron a horas sin emisión en Telemadrid en televisión y en radio, el malestar de los profesionales de los medios públicos de la Comunidad de Madrid sigue creciendo. Denuncian su marcada línea editorial de exaltación de Aguirre así como la constante salida de periodistas con larga trayectoria para dar entrada con contratos fuera de convenio y sueldos estratosféricos a otros “neocon” y “liberales” de la cuerda ideológica de la presidenta.
'ERE encubierto'
En la emisora de la comunidad, Onda Madrid, el despido el pasado viernes de siete trabajadores ha reafirmado el temor a “un ERE encubierto” por fases para proseguir la “derechización” de los medios públicos madrileños, como alerta uno de los integrantes del Comité de Empresa. El procedimiento, “en fraude de ley” según denuncia este agregado sindical, es acabar con los contratos por obra y servicio estableciendo modificaciones mínimas en los programas para los que trabajan sin cambiar nada en lo sustancial, por ejemplo con una pequeña alteración en el nombre mientras se mantienen presentadores, horarios y contenidos. Se asistiría así “un ERE encubierto” por fases que se teme podría alcanzar hasta 38 trabajadores que se encuentran en esta situación.
Estudio de nuevas protestas
Los despedidos contaban, como promedio, con más de diez años de servicio en el ente público madrileño, en cinco de los siete casos la obra por la que están contratados sigue en vigor y se cometieron irregularidades a la hora de comunicarlos en la mayoría de los casos. Cuando el viernes se consumaron los despidos se produjo una concentración de repulsa de unos 200 trabajadores en el hall de la sede de Telemadrid y se produjo un conato de paro inmediato, si bien finalmente la asamblea de trabajadores de la radio apostó por exhortar por carta a la directora general del ente, Isabel Linares, a la recontratación de los despedidos por orden de antigüedad y acabar con la provisionalidad de los contratos de obra con interinidades. Este viernes de nuevo se estudiarán posibles medidas de protesta por parte de los trabajadores de radio y los de la televisión. Éstos últimos insisten en la paralización de la negociación del convenio colectivo, lo que ya provocó el cese de las emisiones el pasado año.
“Delirante gestión de Linares”
El mal ambiente en la emisora no sólo afecta a las relaciones entre dirección y trabajadores, sino que algunos directivos se han desmarcado visiblemente de las directrices generales. Un e-mail anónimo con información a la que sólo pueden tener acceso miembros de la dirección –como las razones técnicas por las que se consideró oportuno incluir contenidos de televisión en la radio- circula desde principios de enero por la redacción de la emisora, alertando de los planes de despido como culminación de “la delirante gestión del actual equipo comandado por Isabel Linares”, a la que atribuyen “los dudosos honores” de haber llevado la audiencia de la radio “a su más bajo nivel desde el año 2001”. Critican especialmente la decisión de incluir en la radio contenidos de Telemadrid, por ejemplo la tertulia política de Curry Valenzuela, un “experimento con gaseosa” que ya ha sido eliminado de la parrilla por sus pobres resultados, aunque se mantiene la emisión a través de la radio de otros dos contenidos políticos de sus compañeros de televión, las entrevistas de Ely del Valle y los debate de Ernesto Buruaga.
“No nos resignamos”
El escrito que circula entre los trabajadores de Onda Madrid parafrasea incluso el No me resigno con el que Aguirre lanzó un órdago a la dirección nacional del PP, un lema que recogen para denunciar hasta en 14 puntos, remedando al original, los males de la emisora: “No nos resignamos a que salgan por una puerta 38 compañeros (…) mientras entran personas de absoluta confianza de la dirección y/o de aprendices de maquiavelos, (...) no nos resignamos a aceptar salvapatrias en la radio, no nos resignamos a que Onda Madrid se llene de peones neցros y montajes”de puertas falsas en el aeropuerto de Barajas…”.